El lunes Shuntarō estaba feliz, entra, orgulloso a la escuela, luciendo su abultado vientre de ya, 6 meses. Olfatea, buscando el olor de Suguru, pero parece no estar cerca. Camina por los pasillos, saludando a las personas que conoce. Llega a su casillero, lo abre y saca los libros que necesitará en el día, después los mete a su mochila.
Alguien golpea la puerta de metal a su lado, haciendo que pegue un salto.
"¿Cómo hiciste que Niragi pase tu celo contigo?" Es Meisa, de primer año, Shuntarō la conoce porque es parte del Consejo estudiantil.
"Yo no he pasado ningún celo mío con él"
"¿Y eso?" Apunta el vientre de Shuntarō, con una mueca.
"Oh, ese fue su celo" recalca. "Él me lo pidió"
"¡No mientas!" Le grita.
"Ay, niña" Shuntarō se aleja de ella. "Lávate la boca y luego hablamos. Ten" le pone un chicle en la mano. "Si te sirve de consuelo, son comprados por Suguru"
Shuntarō se va, riéndose cuando ve a la omega meterse la goma a la boca. Entra a su salón donde es su primera clase. En su silla usual, está Suguru, esperando por él.
"Hola" el alfa habla primero, parándose para dejar que el omega se acomodara.
"Hola" sonríe, tomando asiento.
"Te traje esto" de su mochila, saca una caja de chocolates con almendras.
Shuntarō sonríe, la abre y su sonrisa cae. De los 10 chocolates que debían haber, sólo estaban 7.
"Fue Samura. Él los compró y dijo que merecía un pago"
"Está bien"
El timbre suena y el alfa sale por la puerta, sin despedirse. A Shuntarō ya le parece normal eso. Le alegra que Suguru estuviese cambiando, se notaba que se esforzaba en hacerlo.
Después de 3 clases seguidas, sigue su receso. Camina para la cafetería, donde supone que todos deben estar, y no se equivoca. A lo lejos, escucha a Suguru y Hikari pelear, como de costumbre. Siempre discuten estupideces y cosas sin importancia.
"Llegué" se sienta a un lado de Suguru, y éste rápidamente se pega al omega, oliéndole.
"¡Hooola, chicos!" Yuzuha canturrea, parándose a un lado de la mesa.
Todos contestan a su saludo, menos Suguru porque, al parecer, está muy ocupado en otra cosa.
"Les traigo esto" a todos les pasa una tarjetita, la invitación para su fiesta. "Es éste sábado, no falten" se va, para ir a otra mesa a entregar más.
"¿Cómo pretende que vaya así?" Shuntarō bufa.
"¿Así cómo?" Hikari pregunta, buscando algo malo en el omega.
"¡Embarazado!"
"No creo que sea tan malo, Shun. Podemos buscar un lugar fuera de peligro y pasarlo ahí"
"¿Vas a ir, Suguru?, no creo que no, es tu prima" Samura apunta.
"Tengo que o mi papá se enojará"
"¿Por qué haces todo por obligación?" Shuntarō voltea a verlo.
"No es por obligación, sólo que la gente me ayuda a hacer las cosas bien"
"Ohh" los demás dicen en coro, entendiendo.
"Tenemos que ir al chequeo hoy" Suguru recuerda.
"Lo sé" comienza a desayunar.
"Es bueno verlos otra vez, chicos" el doctor les abre la puerta. "Te ves mejor Shuntarō, se nota que has estado comiendo, ¿cómo vas con las vitaminas que te receté?"
"Las tomo siempre"
El hombre pesa a Shuntarō y mide su estómago, él dice que todo está perfecto.
"Si tenemos suerte, veremos que es el bebé" dice, poniendo el gel sobre la piel del omega.
Suguru permanece callado, escuchando las explicaciones que el señor Danma da. Le dice al omega todos los cambios que vienen éste mes y recomendaciones.
"Aquí está" oprime botones raros y sonríe. "Esa es su carita" y ninguno de los dos entiende la imagen pero aún así, sonríen. "33 centímetros, me parece perfecto"
Sigue hablando con palabras científicas y aburridas -para Suguru-. Dice que pesa 750 gramos y que eso era bueno.
"¡Es un niño!" El hombre dice con emoción. "Espero que les guste la idea"
Suguru puede ver a Shuntarō asentir, emocionado y con lágrimas bañando sus sonrosadas mejillas. La consulta termina, Suguru paga y salen. Shuntarō no ha dejado de sollozar y eso preocupa al alfa.
"¿Estás bien?" Le toma los brazos.
Shuntarō asiente, hundiendo su rostro en el pecho del más alto, mojando su camiseta.
"¿Y por qué lloras?" Le habla en voz baja, rozando su nariz en su coronilla.
"Es que... estoy muy feliz" solloza y al mismo tiempo se ríe. "¡Vamos a tener un niño!"
Suguru asiente, alzando el rostro del omega. No lo aguanta más, lo necesita y desde que conoce a Shuntarō lo está deseando. Así que sin perder más tiempo, une sus labios con los húmedos del más bajo. El rubio hace un ruido de sorpresa pero no se aleja, de mantiene pegado al alfa.
Su alfa.
capitulo corto pero bonito apokono
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ᴠᴇɴ ᴀϙᴜɪ́, ʏ ᴀ́ᴍᴀᴍᴇ ⁿⁱʳᵃˢʰⁱʸᵃ
FanficA sus 19 años, Shuntarō debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos -o largos- 19 inviernos, S...