Orgullo de un protector -COMPLETOS-

Capítulo 73: Hombres y dioses

Wow, ha pasado un tiempo. Tres meses y medio. Lamento mucho la demora, pero escribo la mayor parte de mis escritos en el trabajo, y el trabajo me ha mantenido MUY ocupado últimamente. Me consideré afortunado si podía conseguir algunos párrafos en un día determinado.

Como siempre, las respuestas de revisión son las primeras:

Krazyfanfiction1 - Algunas personas preguntan sobre la habilidad de Inoue, preguntándose si puede rechazar la falta de existencia de algo. Más bien lo dudo, pero no me sorprendería si alguien hubiera escrito una fanfiction con ese poder.

Nixie the Bloody Pixie - Soifon realmente no soporta a Ichigo porque tienen prioridades completamente diferentes, perspectivas diferentes. La lealtad de Soifon a Soul Society es absoluta. Si hay que hacer algo para garantizar la existencia continua de Soul Society, ella irá y lo hará. Si es genocidio, no hay problema. Si es suicidio, está bien. ¿Asesinato? No hace la diferencia. Pero Ichigo no es leal a Soul Society. Ichigo es leal a su familia y amigos, a su idea de lo correcto y lo incorrecto. Si Soul Society hace algo que Ichigo cree que está mal, entonces Ichigo luchará contra ellos. Y Soifon simplemente no tiene el poder de detenerlo. Esa sensación de impotencia es irritante, y Soifon odia a Ichigo por eso.

De todos modos, sigamos con la historia, ¿de acuerdo?

Capítulo 73: Hombres y dioses

La expresión de Ichigo fue tranquila cuando pisó el infierno por tercera y, con suerte, última vez. Se había preparado lo mejor que pudo, y estaba trabajando codo a codo con Yamamoto Genryūsai Shigekuni, el Shinigami puro más poderoso nacido en miles de años. Era hora de poner fin a este conflicto.

Detrás de él, el Senkaimon cerró cuando Kotetsu Isane intervino, la última persona en llegar. "Tus órdenes, sōtaicho?" Soifon preguntó deferentialmente.

Yamamoto lanzó su mirada sobre el infierno. Habían entrado en el nivel superior, a juzgar por las descripciones de Soifon. Sin embargo, no podía ver ni un solo Kushanāda. Si bien eso haría que atravesar el Infierno fuera más fácil por el momento, fue preocupante ... ¿Hell había hecho el esfuerzo de reabsorber el resto de los fragmentos de su alma? ¿Había recuperado toda su fuerza?

No hizo ninguna diferencia – no tuvieron más remedio que avanzar. "Nos movemos. Soifon-taicho, llévanos al siguiente nivel."

"Hai, sōtaicho." Saltó a uno de los caminos azules y comenzó a correr, consciente de mantener su velocidad lo suficientemente baja como para que todos pudieran mantenerse al día fácilmente. Yamamoto decidió quedarse atrás, cerca de fukutaicho y Kurosaki. Si tuviera suerte, tal vez escucharía sus conversaciones.

"Entonces, ¿qué pasa con el nuevo look?" Madarame preguntó curiosamente.

"Soy más que un Shinigami", respondió Kurosaki con calma. "Más que eso, no soy miembro del Gotei 13, así que no tengo derecho a usar ese uniforme. Esto es lo que se me ocurrió en su lugar. Negro para la parte de mí que es Shinigami, blanco para la parte de mí que es Hueco. Soy Vizard, y eso no va a cambiar." Se encogió de hombros. "Parecía ayudar a que Hollows me escuchara, de todos modos, poder decir con solo una mirada que no soy parte del Gotei 13."

Yamamoto frunció el ceño ligeramente hacia sí mismo. Kyōraku Shunsui le había explicado la reticencia de Kurosaki al unirse al Gotei 13. Aunque frustrante, sus razones eran comprensibles. Quizás con el tiempo, cuando las tensiones se relajaron y las relaciones fueron más fluidas, pudieron volver a examinar el tema.

"Pensé que este lugar tendría más gente", comentó Madarame mientras corrían. De hecho, las personas que vieron eran pocas y distantes entre sí, ocultando el instante en que vieron el movimiento.