06

44 3 8
                                    

La primera cita fue "especial".

Souya no sabía en donde tenía la cabeza, sí en las nubes, o enterrada en la almohada como era su caso.

En la oscuridad del pasado tuvo el único roce romántico de todas las horas, y fue por un simple accidente al intentar tomar unas palomitas de maíz. Apenas  chocaron las manos para al instante separarlas, en reacción del miedo y la vergüenza. Sin palabras flotantes.

Para colmo, el mismo accidente se repitió motivado por la gula, Hakkai riendo en esos segundos, dejando el gesto para recopilarlo en una anécdota, Souya sintiéndose extraño en cada contacto, perdiéndose en su lío forzado de amor, para entonces cuestionarse sí lo que ellos tenían era alguna especie de atracción nueva, fuera de su imaginación.

El chico hizo todo un sobre esfuerzo intentando asimilar cada acto como indirecta. Confundiendo fácilmente la amabilidad de un amigo cariñoso, con un coqueteo discreto.

Incluso cuando Hakkai se ofreció a acompañarlo hasta casa, Souya se negó nervioso, pensando en que sus padres podrían mal entender las cosas. Pero nada detuvo a su compañero de laboratorio, que terminó llevándolo por medio camino para desviarse a su hogar. Hakkai era conversador, opinaba y sonreía de todas las cosas, pedía a su amigo las fotos que tomaron, miraba al cielo, a Souya, a los árboles, incluso intentaba adivinar la hora.

"—Me gustó salir contigo Sou, deberíamos hacerlo otra vez. ¿Qué te parece si invitamos a más personas?

—¿Cómo? ¿Cómo una cita doble?— se cubrió la boca por su impertinente respuesta— Perdón, no quise decir eso...—no sabía si su pareja se lo tomaría a bien.

—No pasa nada. Podríamos tener eso, o invitar a todos nuestros amigos, para hacer algún picnic, ¿Qué te parece?

—Me parece genial, mientras podamos pasar más tiempo juntos...estoy a gusto con la idea— bajó la cabeza, abochornado.—Bueno, ya es hora de irme...— murmuró, relamiéndose los labios.

—Sí, yo también. Te acompaño hasta acá, ¿Está bien?estiró su mano hacia su "pareja"—. Te veo pasado mañana en la escuela. Ve con cuidado a casa, me avisas cuando llegues.

—¡Sí!— Souya actuó espantado, agitando el brazo de Hakkai cuando se trataba de una despedida común entre amigos.— Gracias por salir conmigo hoy, Hakkai.

—Al contrario, gracias a ti por invitarme. Fue muy divertido todo.m   

—Sí verdad...—siguió estrechando su mano, ambos dedicándose un suspiro.

Que tengas una linda tarde, Angry— aflojó su agarre, esperando que Souya tuviera la misma intención.

—Tú igual...—en el fondo esperaba otro gesto, una despedida más cálida."

Al llegar a casa esperó con ansias aquel mensaje que su novio debía contestarle. Recordó que el celular de Hakkai no tenía batería, lo que logró impacientarlo.

¿Llegó sano y salvo a casa?

No quería ser impaciente y desconfiado, por lo tanto fue pacífica su espera.
Su madre había sido una amigable interesada en saber cómo le había ido en su cita, preguntando varias cosas a lo que Angry evadía disfrazando su relación de amistad (que en realidad, solo era eso).

Podía engañar a las personas por su facilidad de palabra, su lenguaje corporal y otros pequeños detalles que lo hacían un buen mentiroso.
No obstante, su hermano Nahoya que desde un principio fue su blanco de prácticas, para reforzar lo que Souya consideraba una habilidad, ahora era capaz de cuestionarlo, y saber cuándo mentía.

Después de clases [HakkaSou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora