Había una vez en un hermoso jardín, una Gardenia llamada Gala. Desde el primer momento en que vio a Narciso, se sintió atraída por su belleza y encanto. Pero, para su desgracia, Narciso era famoso por ser cruel y egocéntrico.
Gala se encontraba perdidamente enamorada de Narciso y, a pesar de todos los comentarios negativos que escuchaba sobre él, no podía evitar anhelar estar a su lado. Cada vez que intentaba acercarse, Narciso la humillaba y la rechazaba, hiriendo profundamente su sensible y delicado corazón de flor.
Un día, Gala se cruzó con una Magnolia llamada Maya. Ambas flores se hicieron amigas rápidamente al descubrir que tenían mucho en común. Maya, por su parte, también había sufrido un desengaño amoroso, ya que la lavanda a la que estaba enamorada la había rechazado.
Poco a poco, Gala y Maya empezaron a compartir sus experiencias y dolores del corazón. A medida que pasaban tiempo juntas, se dieron cuenta de que sus sentimientos iban más allá de una simple amistad. Ambas flores se enamoraron una de la otra en silencio.
Sin embargo, como las dos aún estaban apegadas a sus amores no correspondidos, comenzaron una relación basada en la obligación y el engaño. Gala salía con Maya, pero en el fondo sabía que estaba lastimando a Narciso, y Maya sabía que estaba lastimando a la lavanda.
El tiempo transcurrió, y el dolor acumulado en sus corazones se hizo cada vez más fuerte. Gala y Maya finalmente se dieron cuenta de que, a pesar de su amor y compañía mutua, cada una de ellas necesitaba la libertad y sinceridad que solo podían encontrar al enfrentar la verdad y admitir sus verdaderos sentimientos.
Con voz temblorosa pero decidida, Gala confesó a Maya que seguía enamorada de Narciso, y Maya admitió que aún ansiaba el amor de la lavanda. Ambas flores se abrazaron, comprensivas y llenas de amistad, entendiendo que habían estado lastimándose mutuamente sin darse cuenta.
Decidieron terminar su relación de pareja y seguir caminos separados, en busca de la felicidad que solo podían encontrar al estar con alguien a quien verdaderamente amaran. Pero, al mismo tiempo, prometieron seguir siendo amigas y apoyarse mutuamente en sus futuros amores.
Así, Gala y Maya pusieron fin a su relación romántica, pero fortalecieron su amistad. Sabían que cada una merecía ser amada de manera sincera y correspondida. Con el tiempo, ambas flores encontraron el amor en otras personas, pero siempre recordaron su época juntas y apreciaron el aprendizaje que obtuvieron en aquel jardín lleno de pasiones y desencantos.
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Mensaje: Para amar a alguien sana tu primero
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Relatos del Jardín [HIATUS]
ContoSon pequeños cuento que tienen historias con las que probablemente te identifiques o simplemente te recuerden a alguien entonces solo descubre las pequeñas historias que transcurren en mi pequeño jardín