capítulo 3

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Olivia Spencer

Lunes, la alarma sonaba y sonaba, y yo me negaba a levantarme. El tiempo que llevaba dormida ya me parecía relativamente sospechoso, así que decidí mirar el reloj.
- ¡MIERDA!
Eran las 8:30 de la mañana. Cómo pude agarré un pantalón negro que estaba tirado, junto a una musculosa básica negra y una campera desabrochada. Me cepille cómo pude el pelo, tome mis cosas, mi bicicleta y me fuí.
Intentaba andar lo más rápido que podía, por el medio de la calle. A esta hora ya transitaban varios autos. Y estaba un poco perdida, la noche anterior había tomado bastante. Era un domingo a la noche y nadie me había invitado a ninguna parte así que decidí tomar una sola lata... o unas cuántas...

Llegué al colegio agitada, até la bici con candado  y me dirigí a la entrada, pero me frené en esta. Ya faltaba poco para que la primera hora termine y realmente no tenía ganas de sermones, así que me quedé esperando afuera, apoyada en un poste mientras escuchaba música.
Mi colegio estaba frente a una estación de servicio, me quedé observándola, había chicos lavando el vidrio de los autos. Uno se me hizo conocido, era el, era el chico del sábado.
Me quedé mirándolo mientras llevaba un cigarrillo a mi boca, esperando a que sean las 9:30 para ingresar a mi próxima clase.
Al parecer el chico me vió, y me saludó con la mano desde su lugar, y imite su gesto. Este dejó el trapo en su balde y cruzó la calle acercándose a mí.
- ¿No deberías estar en clases? - Dijo mientras se acercaba.
- Llegué tarde, estoy esperando al siguiente horario. ¿Tu trabajas ahí?
- No lo sé, es un trabajo temporal, ayer lo conseguí. Al menos para hacer algo de dinero extra.
- ¿Por qué no estudias?
- Es largo de explicar, mejor lo dejamos para otro día. Te ves linda cuándo estás recién despierta.
- Claro que no, pasé toda la noche tomando y fumando, estoy hecha un monstruo.
- No digas eso, estás hermosa - Dijo y acompañó con una sonrisa de costado.
- ¿Te conocí hace dos días y ya me estás coqueteando? - Respondí y solté una risa.
- Claro que no, te saco varios años, no soy un roba cunas.
- Siempre me gustaron los desafíos.
- Bueno, yo no soy uno de ellos - Me respondió el de rastas.

Pasamos cómo 20 minutos hablando antes de mi próxima clase. Era interesante ese chico, lo conocía hace relativamente poco, por no decir dos días, pero había algo de el que me daba curiosidad. Era cómo que me gustaba hablar con el, y eso que yo odio estar con gente, era raro. Además de que era muy lindo, yo tenía razón, el destino nos iba a reencontrar.

Entré a clases y cómo era de esperar recibí una advertencia por haber llegado tarde, pero no le di importancia.
- ¡Oye Liv! - Me di vuelta para ver quién me hablaba, era Jenna.
- ¿Que pasó? - Respondí seca.
- Mira esto, el viernes que viene habrá una fiesta en casa de Christian Shepard por ser su último año de escuela. ¿Que tal si vamos?
- Jenna, es una fiesta para mayores de edad... y ... no lo sé... ¡Es broma, vamos!
- ¡Sabía que no me ibas a decir que no, Liv! Aunque tenemos que falsificar documentos, no creo que nos dejen pasar con los de 14...
- Tranquila, luego nos fijamos éso. Mientras dime ¿quiénes van?
- Todos los de quinto y último año. Incluyendo al nuevo. Es realmente sexy.
- ¿De quién hablas? - La miré confundida.
- ¡De Bill Kaulitz! Entró hoy al colegio ¿No lo haz visto? - Cuando Jenna dijo esto, recordé al chico pelinegro que estaba ese día en dirección.
- Ahora que lo dices, sí, sí lo conozco. El tiene un hermano, Tom.
- Seguro irá a la fiesta. Christian estará con sus hermanos mayores, y probablemente los demás también.

Al escuchar esto sentí una emoción, ese chico me hacía emocionar. No sé por qué, pero deseaba que vaya a esa fiesta. Me había quedado varias horas pensando en el, durante las clases. Deseaba por volver a cruzarlo y seguir intercambiando palabras mientras fumabamos, solo lo habíamos hecho una vez. Pero me generaba una gran curiosidad ese chico.

Al salir del colegio, crucé hacia la estación de servicio a ver si Tom seguía allí. Aunque ya habían pasado un par de horas.
Y efectivamente este estaba terminado de limpiar al parecer, me acerqué a hablarle
- ¿Quieres uno? - Le dije mientras sacaba un cigarrillo, y este correspondió.
- ¿Que haces aquí? - preguntó mientras lo prendía.
- Nada, venía a despedirme, ya me voy a mi casa.
- ¿Quieres que te lleve? Estoy con el auto de mi papá.
- Está bien - Le respondí. El chico dejó sus cosas y fue a avisar que su turno había terminado. Me abrió las puertas y este luego se subió al vehículo, al igual que yo.
- ¿Cuándo aprendiste a manejar? - Le pregunté mientras tocaba todo por curiosidad.
- El año pasado. Ya deja de tocar que vas a romper - Dijo mientras se reía. Tom era algo seco, pero agradable. - ¿Dónde queda tu casa?
- Tu solo sigue derecho y yo te iré guiando.

Nos quedamos callados durante el viaje. ¿Que hacía con un desconocido, mucho mayor que yo, en su auto llevándome a mi casa? No lo sé, pero su compañía no me molestaba para nada. Era cómo sí ya nos conociéramos de años pero no era así.

𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 𝐈𝐬𝐬𝐮𝐞𝐬 - Tom Kaulitz (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora