Yo Sigo Aquí... [Hyunlix]

01

FELIX

Desperté o eso creo... Todo es oscuro, no logro ver nada, no me puedo mover. Es como si lo único que siguiera vivo en mí fuera mi subconsciente.

-lo lamentamos mucho señor Hwang, el paciente ya lleva 2 semanas en coma y aún no hay mejora...-

Fue lo que alcance a escuchar, pero no hubo respuesta por parte del contrario más que unos sollozos.

¿Esa voz de quién era?

Y esperen... ¡Hwang es mi prometido!

¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Co-como es que llegue hasta este lugar?

Mi cuerpo no me responde a mis llamados, no puedo abrir mis ojos. ¡¿E-el paciente en coma soy yo?!

Es lo que suena más lógico, pero ¡¿Por qué?!

Nuevamente, escuche que cerraron la puerta del lugar donde sea que yo estaba. Hubo un largo silencio, hasta creí que estaba solo. Pero un rose en mi mano derecha me confirmó que ahí había alguien más.

-Lix, cariño... Tienes que despertar, t-tenemos- su voz se quebraba con cada palabra que decía, mi Hyunjin... ¡aquí estoy! Te sigo escuchando -t-tenemos una boda que planear y una v-vida entera juntos- acaricio mi rostro -no me puedes dejar-

~ ¡Hyunjin es que yo sigo aquí!- comencé a frustrarme, nada salía de mi boca, solo éramos mis pensamientos... y ¿yo?~

Esto no pinta para nada bien... El doctor le dijo a Hyunjin que podía irse a casa, que no era necesario que todas las noches se quedara junto a mí. Como amo a mi Hyunjinnie, pero debe descansar, mejor que en una tonta habitación como en la que seguramente estoy ¡Y los gastos!

Mantenerme aquí con vida costara una fortuna. Y no es que el dinero nos falte yo soy un reconocido diseñador de modas ¡vaya! Ya me imagino las portadas de revistas y periódicos "Famoso diseñador de moda Lee Felix cae en coma tras..."

Y ahí quedo de nuevo mi mente en blanco, no obtenía respuestas ¿Qué me había pasado?

Eso es lo que más me importa en este momento, por lo que se luego de accidentes se suele borrar el recuerdo del trauma. ¡Pero yo necesito saber! Con el tiempo tal vez lo descubra, total... ¿dormí? Por dos semanas.

Por otro lado Hyunjin es el dueño de una cadena de varias boutiques, las más importantes de Corea, que contienen ropa de diversas marcas, incluyendo la mía. No es por presumir... Pero así es como nos conocimos.

Bueno, así es como entablamos una conversación, porque en realidad yo lo conocí desde que íbamos en la universidad. Él estudiaba administración de empresas, mientras que yo diseño de modas, nuestros horarios nunca coincidían. Los horarios de él eran desconocidos para mí, solo por Seungmin tenía entendido que eran muy distintos, pues su novio de ese entonces también estaba estudiando esa carrera.
Y no es como que yo saliera mucho, diario me la pasaba en los talleres del campus, incluso la profesora Kim Jennie casi tenía que sacarme de ahí para mirar la luz del sol. Siempre trate de ser el mejor.

A lo que recuerdo, un par de veces Hyunjin asistió a mis desfiles de proyectos finales, supongo que era algo relacionado para su carrera o solamente iba de acompañante, no tengo idea. Nunca le hable, ni siquiera creo que en esos años supiera de mí, pero ahí fue donde lo llegue a mirar de reojo.

Era tan guapo... Y también había muchos rumores sobre él, pero a mí me daba igual.

Yo me gradué con 22 años, unos meses antes que él, después de eso le perdí la pista.

Con Seungmin nos hicimos socios y fundamos nuestra marca, abriendo así nuestra primera sucursal. Estábamos en busca de inversionistas, ¡porque en verdad teníamos talento! pero muchos se negaban porque nos faltaba experiencia, la ropa que vendíamos solo era entre las señoras del barrio.

No fue hasta que un año y medio más tarde nos reuniríamos con un socio interesado en la marca, ambos estábamos emocionados, lo único que sabíamos era que nuestro inversionista era el dueño de una cadena entera de boutiques.

Mi secretaria, me dio el aviso de que el dueño no había podido venir, pero que había mandado a su hijo en su lugar.

Seungmin había tardado mucho y se me hizo de mala educación hacer esperar al joven, así que camine lo más rápido que pude para empezar a hablar. Pero casi me voy de espaldas cuando entré a la sala de juntas y ahí estaba nada más y nada menos que Hwang Hyunjin.

Su cabello aún era negro azabache, estaba un poco largo a comparación de la última vez, pero lo mantenía prolijamente peinado. Sus ojos, esos ojos verdes tan malditamente hermosos hacían contraste con su piel pálida y muy bien cuidada. Sus labios gruesos con algo de tinta en ellos, eran tentadores y esa sonrisa tan descarada pero que hacía que cualquiera se pusiera a sus pies, incluyéndome. Sí, ese era Hwang Hyunjin.

Y digo, ni hablar de cómo iba vestido, tenía un estilo que estaba para morirse.

Con mi trabajo, aprendí a apreciar la belleza humana y él era esa palabra en todo su esplendor.

Aquella vez traté de mantener la cordura, no niego que fue difícil, sus labios se veían tan tentadores. Ni siquiera recuerdo de qué hablamos aquella vez, lo único que recuerdo es cuando firmamos el contrato, de milagro era alguien confiable. Quería ponerle atención en cada detalle de su rostro, porque seguramente después de esa reunión no volvería a verlo.

Pero me equivoque. Luego de esa reunión él me invito a una salida donde hablamos de cómo casi yo quería comerlo con la mirada.

En ese entonces fue algo vergonzoso, pero ahora era un recuerdo feliz, uno con el que Hwang me molestaría por mucho tiempo... Porque así, es como inició nuestra historia, una historia que recién hace un par de meses había cumplido 3 años y tras celebrar nuestro aniversario en una bonita fiesta para nada sospechosa.

¡Él me pidió que nos casáramos!

Mis padres y los de él estaban felices, el señor Hwang (su padre) estaba muy emocionado, decía que yo era alguien con talento y que su hijo irradiaba felicidad cuando estaba conmigo.

No lo niego, es hermoso estar a su lado, trabajando juntos y apoyándonos el uno al otro, dedicándonos el tiempo adecuado para satisfacer nuestras necesidades. Y dios, esa noche es como si me hubiera adelantado la luna de miel, eso sí es algo que jamás olvidare.

Después de eso... No sé qué ocurrió.

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