Extra II

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HYUNJIN

Era nuestro tercer día aquí de nuevo en Corea, me encantaría decir que estábamos más unidos que nunca con Felix, pero lamentablemente no estaba siendo así. Yo estaba atendiendo cosas de la empresa que recién acabábamos de sacar adelante junto a mis socios y él... Se la pasaba todo él día metido en el hotel.

Sí, hotel, porque se negó rotundamente cuando le ofrecí mi departamento, se cuales eran sus verdaderas razones a pesar de que él dijo que era para "guardar el secreto". Se que Corea no le trae buenos recuerdos, al menos no de los últimos dos años. Pero en parte lo entendía, así que yo tampoco me moleste en visitar mi departamento, solo estaba ahí con él. A decir verdad, la habitación de hotel era espaciosa, la sala, la habitación, el baño, closet, una pequeña cocina y un gran balcón. Adoraba ver a Felix cocinando, pues por la misma cuestión de que no salíamos, él me pedía pasar por las compras cuando yo regresaba de la empresa y el se encargaba de la magia.

Después de mucho tiempo, volví a comer comida coreana casera y sabía de maravilla, Felix no había perdido el toque...

Esa noche, la lluvia era horrible y varios recuerdos me llegaron y se que Felix también, por lo que para distraernos y no pensar en eso, planeábamos ver algunas películas mientras comíamos y bebíamos algo, claro seguramente habría algunos besos de por medio y yo no podía estar más feliz.

Él había terminado de ducharse y ahora era mi turno, sin embargo, mi ida se vio interrumpida por esa llamada en mi celular.

-Buenas noches agente Lim- salude y Felix quedó algo extrañado, si quizás había algo que no le había contado...

"El accidente".

Desde siempre tuve un presentimiento de que eso no había sido un accidente, pues era casi imposible, porque esa tarde antes del accidente, yo había usado el auto de Felix, puesto que él mío estaba en el taller. Hice mis compras y pasé a ver cómo iba la revisión, más de paso, también pedí que revisaran el de Felix y esa tarde todo había salido bien...

Yo guarde esto por todos los meses en que Felix estuvo inconsciente, pues en esos momentos no tenía cabeza para pensar más allá de la pronta recuperación de mi antes prometido. Y cuando se abrió la investigación, todo había quedado como un simple accidente causado por la lluvia, pero yo no estaba convencido. Después de que Felix se fue de Corea, a mi me toco hacer todos los tramites de ventas de nuestros bienes, nuestras pertenencias, la casa que alguna vez compartimos y los autos que estaban a nombre nuestro, uno de esos el que yo siempre usaba. Cuando lo llevé al taller para verificar que todo estaba bajo control, el señor que se encargaba de todo me hizo recordar, qué el había dado el visto bueno al auto de Felix, sin embargo, por una extraña razón, había fallado y fue ahí, cuando decidí reabrir la investigación, hoy había noticias.

Pero el habla e incluso el alma, se me fue cuando escuche quien había estado detrás de todo esto...

-¿Mi-mi padre?- conteste confundido, tanto que Felix se acerco a echarme un poco de aire, seguro por lo pálido que estaba -Voy para allá- dije mientras tomaba un abrigo, daba igual si estaba en pijama, no podía pensar en nada más...

-Hyun ¿Todo bien? - preguntó Felix al verme apresurado-

-Yo... Yo debo irme- estaba por salir, más él me tomo de la muñeca impidiéndome salir

-Tu no vas a salir así ¡¿Ya viste como está el clima?!-

-¡Felix, dije que me tengo que ir!- le grité y se que estaba mal, se que no me justifica, pero estaba desesperado

-Hyun... Por favor no te vayas así- sus ojos se cristalizaron, lo sé, tenía miedo y yo también lo tenía ¡¿Pero como me quito está impotencia?! Necesito ver como el hombre que se hacía llamar mi padre era arrastrado a pagar su condena, sentí como una lagrima bajaba por mi mejilla, pero Felix al instante la limpió -Yo, yo puedo conducir- dijo tratando de calmarme y ese maldito recuerdo a mi volvió.

Yo Sigo Aquí... [Hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora