CAPITULO I

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¿Qué harías si tú mayor miedo fuera real?... ¿Correrías o lo enfrentarias?

Y. L. Posligua

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DELIA

-Cariño, busca a Delia y sácala por la puerta de atrás...-escucho a mamá decirle a papá.

La silueta de papá aparece por el marco de la puerta haciendo que me levante de la cama, está sudando, tiene manchas oscuras o rojas, creo, en su rostro, hay preocupación en su mirada, no sé por qué, pero me asusta ver a papá así.

-Papi que te pasa, estás sucio...-me levanto de la cama para ir junto a él.

-Cariño, creí que ya estabas dormida, me ensucié con el tizne de la chimenea, pero no es nada pequeña, tenemos que irnos...-me alza en sus brazos.

-Está muy oscuro, afuera, papi no quiero ir...-le susurró.

-Tranquila, corazón yo estoy contigo, tenemos que salir...-me tranquiliza mientras camina por el pasillo seguido baja por la escalera abriendo la puerta trasera de la casa para empezar a correr.

Papá corría muy rápido, jamás creí que él pudiera correr a esa velocidad, mientras nos alejamos de la casa se escuchó una explosión y de la nada unas llamaradas empiezan a iluminar todo a su paso, me giro en sus brazos en dirección de la casa encontrándola envuelta en llamas.

-Papi, detente la casa se está quemando...-me muevo en sus brazos para que me bajara.

Se detiene tan abruptamente que mi cuerpo se inclina hacia el frente, levantó la mirada y su rostro refleja una terrible preocupación.

-Delia, escúchame, te vas a quedar aquí te esconderás entre estos arbustos y no saldrás por nada del mundo, papi tiene que ir a buscar a mamá y a tu hermano, no salgas escuches lo que escuches, yo volveré pronto con ellos.

Me bajo de sus brazos colocándome entre unos espesos arbustos de mora, se inclinó dejándome un beso en la frente y al momento se levantó girando sobre sus talones para correr en dirección de la casa. No tuve tiempo de decirle que tenía miedo, que no quería estar sola.

-Cuídate papi...-susurro para mí deseando que papá pudiese escucharme.

Todo está oscuro no sé en qué parte del espeso bosque me encuentro se oye el grito desgarrador de mamá está gritando mucho de pronto el fuerte rugido de una criatura desconocida opaca sus gritos de dolor me asomo entre los arbustos y las llamaradas de fuego parecen no cesar, como si mi cuerpo tuviera mente propia empiezo a correr en dirección a la casa mis pies empiezan a doler mucho, pero por alguna razón sigo corriendo no puedo detenerme mi cuerpo solo está pendiente de correr siento mucho ardor en mis brazos y en piernas por las ramas que me provocan pequeños cortes. No sé cómo, pero logro llegar por la parte de atrás las brasas del fuego hacen que mi piel sienta un calor casi insoportable rodeo la casa lentamente el fuerte rígido se vuelve a escuchar provocando que todo mi cuerpo se paralice, alcanzó a escuchar un leve gemido entre unos escombros.

Visualizo el brazo de mamá sobresaliendo de estos, me acerco rápidamente y tiro de este hacia afuera su pulsera se rueda por su mano cayendo bajo mis pies, la recojo guardándola en uno de mis bolsillos, no la puedo sacar es muy pesada. Empiezo a botar los escombros que le cubren el rostro, muchas lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas cayendo sobre mamá.

-Mami, despierta por favor...-mis lagrimas aumentan, formando un nudo en mi garganta.

-Hugh... oh, Delia cariño que haces no debiste haber venido, tienes que irte, él no puede saber que estás aquí...-me susurra mientras con mucha dificultad empieza a levantarse.

-Mami, tengo miedo, no quiero estar sola...-suelto envuelta en lágrimas.

-Tienes que ser valiente por nosotros, cariño escúchame, empieza a correr ahora...-como si estuviera bajo un hechizo empiezo a correr sin rumbo alguno no quiero irme sin ella, sin ninguno de ellos dónde está papá y mi hermano no lo sé, pero mi cuerpo no obedece me obliga a seguir corriendo.

Mientras me alejo vuelvo a escuchar la voz de mamá gritándome que siguiera corriendo tan rápido como me fuera posible, que no me detuviera. El furioso rugir de la criatura desconocida se empieza a escuchar a mis espaldas, provocando severos escalofríos en mi cuerpo, cada vez lo escuchó más cerca, fuertes pisotones, sonidos que jamás escuche, apresuró mucho más mi paso a tal punto de no sentir más mis pies entumecidos por el frenesí en mi camino tropiezo con una raíz sobresalida de la tierra cayendo de golpe al frío suelo lleno de hojas secas y ramas los fuertes pisadas se detienen los gruñidos se incrementan siento su aliento en mi nuca el corazón me deja de latir cuando lo escucho rugir fuertemente.

- ¡NO! ...-me despierto sobresaltada con los latidos de mi corazón, a mil estoy sudando y las manos me tiemblan...-Carajo, otra vez la misma pesadilla han pasado quince años, Delia ya olvídalo...-digo para mí misma.

Retiró la sábana de mis piernas y me siento en el borde la cama con las manos apoyadas a cada lado, mi pecho sube y baja esta vez ya más lento observo todo a mi alrededor mi mirada cae sobre el pequeño calendario en la mesita de noche, es hoy el día en el que empieza mi nueva vida, sola lejos de todo, un nuevo comienzo para empezar a escribir mi propia historia y no crean que estoy apresurada por irme de este lugar, apresurada es poco para lo que siento estoy súper ansiosa por irme de este orfanato, en el que solo me explotaban para conseguirles dinero fácil por supuesto que no extrañaré este lugar.

Me levanto de la cama ya siendo las siete y más me dirijo hacia el baño para realizar mi aseo, me doy una ducha rápida, al salir me coloco unos jeans y crop top de tiras con una camisa de cuadros de un verde oscuro, salgo de la pequeña habitación acompañada de una sola maleta de tamaño mediano al llegar a la puerta principal para irme me topo a la mujer más fastidiosa de todo este maldito lugar.

-Señorita René, acaso viene usted a despedirse de mí...-le digo con fingido respeto por cierto de señorita, esta señora no tiene nada.

-Despedirme, ¿yo?... ¿De ti?, no lo creo muchachita, solo vengo a revisar que no te lleves nada, que no sea tuyo...-de un solo tirón me quitó la maleta.

-Señora René, yo no cargo nada en mi maleta que no sea de mi propiedad...-remarcó, el señora, con un tono ya más enojado.

-Muchachita altanera y atrevida como te atreves a insultarme...-ahora sí que la había liado, pero mejor terminemos de cerrar con broche de oro. -

-Decirle señora, no se considera un insulto, además es lo que es, ya tiene cincuenta y seis años, señora, así que espera que le siga diciendo "señorita René", no sea ridícula, por favor...-en mi pausa la mire y estaba que echaba humo, en un descuido le arrebató mi maleta y me acerco a la puerta...-Ahora si me permite me despido espero no tener que volver a verla nunca vieja amargada y consiga marido...-le grito mientras salgo cerrando de un portazo.

Continuará...

🦋Hola querido lector detrás de la pantalla, espero que esté "capitulo" te haya gustado y si fue así espero tu apoyo para que mi historia llegue a más bellas personitas.🦋

🫐Estoy trabajando en el siguiente capítulo, para traerlo lo más rápido que pueda.🫐

Los invito a votar, comentar y seguirme.


PDT: Gracias por leer...
Y. L. Posligua.

 Posligua

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DHAXEL  [SALVAJE #1] *HIATUS*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora