May y Jeremiah siempre habían sido mejores amigos.
May y Jeremiah pensaban que siempre lo serían.
¿Pero... qué pasa si en un verano todo cambia?
¿Podrían lograr volver a ser los de antes? ¿O serían algo más?
Y lo más importante, ¿sería ese su verano...
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No sé ni siquiera por donde empezar... Para mí el verano son mucho más que vacaciones, es la oportunidad de ser realmente yo, sin la presión social del internado. Es mi oportunidad para ser libre de hacer lo que quiera, aunque sea por solo 2 meses.
Todos los veranos que recuerdo los he pasado en Cousins, y sé que los que no recuerdo también. Los mejores recuerdos que tengo giran en torno a ese lugar, como la vez que me caí aprendiendo a usar los patines y Conrad estuvo de sirviente mío por órdenes de su madre; o la vez en que Jeremiah y yo intentamos hacer un pastel para el cumpleaños de Belly y terminamos llenando de humo la cocina.
O, por qué no, cuando el verano pasado, el día anterior a nuestra vuelta a casa, Jeremiah Fisher me dio mi primer beso de verdad. Porque no, para mí los besos de verdad o atrevimiento o del juego de la botella no contaban.
Para mí, Jeremiah era mi mejor amigo, mi compañero de aventuras y mi guardián de secretos. Nunca lo había visto de una manera romántica, es más, antes me asqueaba pensar que podríamos llegar a estar juntos, porque... ¿a qué chica le gusta que le digan que hace buena pareja con su mejor amigo sin que le gustase?
Todo esto había sido hasta el año pasado, porque cuando llegué como todos los años con mi hermano a Cousins, le vi, algo hizo clik en mi cabeza y desde entonces le he vi con otros ojos.
Sobra decir que al principio me negaba, lo evitaba a toda costa para ahuyentar las mariposas que revoloteaban en mi estómago cada vez que se acercaba, y hasta había intentado cambiarme del cuarto que compartía con él desde pequeños porque... ni siquiera sé el por qué.
Como no me dejaron (para no alterar la harmonía de la casa - palabras de Susannah-), tuve que obligar a mis mariposas a calmarse en su presencia y el resto del verano continuó igual, hasta que la última noche Jeremiah me llevó a la playa de paseo y terminamos besándonos. No sé en que pensaba, pero al terminar el beso salí corriendo de allí y le ignoré al día siguiente hasta que nos fuimos como una verdadera cobarde.
No se puede decir que Jeremiah no haya estado intentado ponerse en contacto conmigo, pero mandé a mi hermano a decirle que me habían confiscado el móvil durante todo el año en el internado por miedo a las replesalias que pudiera tener la conversación. Y se podía decir que me había ido bien hasta ese momento, cuando me encontraba en la estación de autobús esperando a que Conrad nos recogiera para ir a la casa y mi hermano anunció:
- Te estaba diciendo que Conrad tiene resaca de anoche y Susannah no le deja conducir, viene Jere a recogernos.
Que verano me esperaba...
author's note: este capítulo va dedicado a nahia ( itsnahiaaa_ ) , por lista y por ser una gran amiga ;)
