CAPÍTULO 4

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Dormí irregularmente al principio, pero en algún momento, el peso en mi pecho cesó, y me deslicé hacia un sueño tranquilo.

Desperté después del amanecer. Estaba nuevamente usando mis habituales ropas remendadas, mis pies estaban descalzos y mis botas gastadas yacían en el suelo a un lado.

Cualquier otro día, habría despertado a la madrugada, queriendo saber si tía Um y mis primas estaban buscándome. ¿Se preguntaron dónde yo había ido? ¿Les importaba? Sólo podía esperar que, tarde a la noche, la presión en mi pecho se fuera.

Me detuve a un lado del pozo detrás de la casa para lavarme. Mis pies estaban lastimados y sucios por correr descalzo. Lavé el lodo seco y me calcé las botas antes de entrar.

Supe de inmediato que algo estaba mal, porque podía oír a Jane y Love en la sala, conversando frenéticamente una con la otra. Milli se giró para enfrentarme.

—Buena mañana para que estés fuera — dijo ella. Parecían emocionadas.

—¿Qué sucedió?

Ella hizo un gesto de desdén con la mano y se giró hacia la chimenea.

—Algo sobre el Príncipe y el baile.

Tenía trabajo que hacer y carecía de motivos para interesarme.

Ningún motivo.

Sólo que ella menciono al príncipe y lo que fuese que dejó a mis primas “emocionadas” estaba relacionado con Bible. Sólo pensar en él hizo que mi corazón saltara en mi pecho. Sabía que no iba a conseguir hacer nada hasta descubrir lo que estaba sucediendo.

Love y tía Um estaban moviéndose agitadas por la sala, limpiando, alisando y ordenando. Eso era algo que ellas normalmente dejaban que Milli o yo hiciéramos. Jane estaba sentada en su silla favorita, mirándolas mientras trabajaban.

—No sé por qué se están molestando — dijo ella —Sabemos que él no vendrá.

—No sabemos tal cosa — respondió tía Um —Ellos dijeron que escogió una novia, y que iba a visitarla hoy.

¿Él escogió novia?

Un triste nudo de celos se apretó en mi pecho. Claro que él había escogido una novia, ese fue el propósito del baile. Aun así, después de la forma que me abrazó, y me besó…

—¿Quién es ella? — pregunté.

Todas se voltearon hacia mí. No habían notado mi presencia hasta ahora, y ahora me encaraban como le les hubiese pedido la luna.

—Nadie sabe —dijo Love finalmente.

—Ella huyó — agregó Jane.

—Dicen que el Príncipe la llamaba, pero ella no se detuvo y...

—Sí — dijo Jane interrumpiendo a su hermana —Y es así como sabemos que no será una de nosotras. ¡No seríamos tan tontas como para huír!

Mi corazón se disparó. Sí, había huido porque no tuve otra elección. ¿Existiría la posibilidad que otra muchacha huyera también? ¿Él estaría buscando a otra aparte de mí?

Parecía improbable.

No sabía si debía reír o llorar.

—¿Pero él sabía quién es ella? — pregunté.

—Dicen que él no sabe el nombre de ella, pero tiene una manera de encontrarla — respondió Love —Todo el mundo habla sobre eso.

Una manera de encontrarla.

¿Una manera de encontrarme?

No pude evitarle y me reí.

Por supuesto que me estaba engañando. No podía encontrarla, porque ella no existía. La mujer que él buscaba había desaparecido durante la noche y era nada más que un hechizo. Él podría cazarla, pero nunca iba a encontrar su presa.

CindeRella [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora