Holden: Serie Walsh #1[✓]

Capítulo veintinueve

Luego de lo que pareció ser toda una eternidad sin decir ni una sola palabra, decidió romper con el silencio. Tanta intriga va a volverme loca.

—Antes que todo, tienes que saber que mi verdadero nombre es Holden Walsh. Soy irlandés, en eso nunca te he mentido. Me cambié el apellido antes de salir de mi país por seguridad propia y para que nadie pueda saber dónde encontrarme. Mi familia no es convencional, mi amor. No me siento nada orgulloso de lo que fui, de lo que ellos son y de lo que hice en años pasados. Nací en un mundo diferente, donde la vida de las personas no vale nada, donde las traiciones se pagan muy caro y no hay ley ni gloria. De niño todo lo que veía eran armas, drogas y muertes. No te imaginas las horribles pesadillas que empecé a tener recién mis padres me abrieron los ojos a esa vida donde nací —bajó la cabeza mientras los latidos de mi corazón iban en aumento—. Fui criado para seguir los pasos de mis padres y toda mi familia. En lugar de tener una vida normal, tuve que aprender defensa personal, el uso de armas, e incluso a matar. En el mundo que nací no hay más escuela que aprender para no morir en manos enemigas o de aquellos que anhelan todo tu poder. El dinero y el poder es la peor de las adicciones. Entre más tienes, más deseas y más quieres conseguir. Crecimos con el pensamiento de que, a lo que mi familia se dedica, es algo normal, que nada de lo que se hace allí es malo. Pero con el tiempo empecé a darme cuenta de que todo lo que hacíamos era malo, que asesinar no era lo correcto ni mucho menos lo que debíamos hacer. Cuando abrí los ojos y me di cuenta de la magnitud de mis pecados, era muy tarde, pero la esperanza de salir de ese mundo y ser alguien mejor siempre estuvo intacta en mi corazón —hizo un corto silencio y suspiró—. Estudié bajo la mesa, a escondidas de mi padre para no ganarme ninguno de sus severos castigos. Y, aunque amo a mi familia por más errores que cometan y sean tan malas personas, tuve que esperar hasta que mi padre muriera para ser libre de ese mundo. Maté, asesiné a sangre fría y no hay nada ni nadie que pueda limpiar mis manos, pero el verdadero cambio está en ti. Desde que tomé la decisión de salirme de esa vida y no ser más parte de mi familia, siempre tuve claro lo que quería hacer por y para mí. Deseaba más que nadie tener una vida normal, un empleo como cualquier otro y ser un hombre del común. Caminar por las calles sin sentir ese miedo de que me van a matar. Llegar a este país me ha hecho ver que el mundo en general sí tiene muchas cosas buenas para ofrecerme. Y que, así como existe la maldad, también existe el bien —una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro—. Dejé mi pasado en el olvido, aunque tengo clarísimo que nunca lo podré borrar, para empezar con esta vida que tanto soñé y está siendo la mejor de todas. Conocerte solo aumentó mis deseos de ser un mejor hombre y de dar todo de mí para no rendirme nunca. Sé que no debe ser fácil para ti enterarte de todo esto, pero no podría vivir en paz si no te cuento la verdad. Eres el amor de mi vida, la mujer con la cual lo deseo y lo aspiro todo, y no me gustaría tener que ocultar algo tan importante por el resto de nuestras vidas. No tengo el mejor pasado y mis manos están machadas de sangre, pero con la mano en el pecho te puedo asegurar de que solo deseo paz, tener una familia grande, ser un simple profesor de física y vivir en una casa sencilla junto al amor de mi vida. Mis hermanos no vendrían a la boda por protegerme, para no ponerse en evidencia y porque saben que jamás los invitaría. Desde que puse un pie fuera de la casa, rompimos todo lazo de sangre. Ellos no estaban de acuerdo con que me saliera del negocio familiar, pero tampoco se opusieron a mi decisión.

El silencio que nos envolvió fue brutal. Sus palabras todavía siguen dando vueltas en mi cabeza, como si mi cerebro nos las hubiera entendido a la primera y necesitara procesarlas una vez más para comprenderlas correctamente. Mi mente quedó en blanco tras confesarme su único secreto y respondiendo esas preguntas que me estaba haciendo sin parar.

No puedo ver en él a un mal hombre, ni mucho menos imaginar todo lo que me dijo que tuvo que vivir desde que solo era un niño, simplemente porque me ha demostrado ser alguien de buen corazón y con sentimientos demasiados transparentes. Por más que quiera hacerme una mala imagen de su persona, no puedo.

—Aceptaré si decides romper el compromiso luego de lo que te conté, pero te pido que pienses muy bien lo que vas a hacer, pero te pido que al menos me des el beneficio de la duda. El pasado no lo puedo cambiar, y si pudiera hacerlo, créeme que no dudaría un solo segundo para poder elegir donde nacer. Lo único que puedo forjar es mi presente para tener el futuro que tanto deseo, lejos de ese mundo sucio y del cual no quiero saber absolutamente nada.

Es como si mi cabeza hubiese hecho corto circuito. Su confesión se mezcló con todo lo que he vivido a su lado durante este año y ya no sé cómo ordenar mis pensamientos para darle una respuesta.

—Yo... necesito asimilar todo lo que me acabas de soltar —dije, soltando todo el aire que no sabía que estaba reteniendo—. Creo en ti y en tu amor, pero todo lo que me has dicho es confuso y no lo logro asociarlo contigo. No sé qué decirte ahora mismo, Holden. Necesito pensar.

—Piensa todo lo que quieras, mi amor...

Lo miré por breves segundos y salí de su apartamento al no sentir aire en mis pulmones. Quise abrazarlo, quizás porque su mirada pedía a gritos que lo hiciera para no sentirse a la deriva, pero todo en mi mente está muy confuso. Necesito asimilar todo lo que me dijo y pensar en si esta relación tiene un futuro y un final feliz o, por lo contrario, su pasado nos va a perseguir hasta dejarnos contra la espada y la pared.

Yo lo amo con todas las fuerzas de mi ser, pero son muchas cosas las que debo pensar y también preguntarle. Si ya salió de esa vida, ¿eso significa que está seguro o ese mundo nos puede alcanzar en lo que queremos construir?