2: Un niño raro

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10:15.a.m

Hoy el sol se mantenía escondido tras las nubes, y el ambiente húmedo por la lluvia de anoche. Un ambiente agradable de no ser por la situación en el que Damián se encuentra.

Él despertó alrededor de media hora hora antes, demasiado tarde en pocas palabras,su madre no fue delicada en demostrar su disgusto en el fallo del horario establecido al momento de la ausencia de los demás,  la intensa mirada de su madre lo hacía sentir diminuto e insignificante pero demostrarlo sería una ofensa a su apellido como Wayne y como All ghul.

—Se muy bien que dormiste al momento de llegar a tu habitación y aún así das presencia a estas horas del día— su seño fruncido aumento junto a los sentimientos oprimidos de Damián— ¿se puede saber por qué?

—No tengo nada que decir madre, lo lamento...— apesar de su rendición, mantuvo su postura recta y los ojos al frente en dirección a su madre.

—Si sigues con esta rebeldía no me mantendré al margen contigo y lo sabes

—Lo se muy bien— su agarre en la tela de su pantalón se hizo más fuerte— juro no volver a desobedecer y dar vergüenza a la familia.

Al momento de saber que su madre no hablaría más se levantó la manga del brazo derecho, este tenía varias marcas finas de heridas viejas que arrugan la piel desde la muñeca hasta el antebrazo, la expuso a su madre sin dudar; Talia pareció relajar su rostro mostrando una expresión de satisfacción.

El sonido del golpe entre cuero y carne resonó en la sala, su brazo tembló un poco ante el picor de la herida causada por el látigo de su madre, esta era la consecuencia de desperdiciar horas durmiendo demás, aún así su expresión se mantuvo intacta sin demostrar dolor alguno.

Talia no le pareció importar como estaba su hijo, se retiró en silencio mientras mantenía el látigo fuera de vista, en especial la de su padre que desaprueba este tipo de castigo, cuando se aseguró de que este lo suficiente lejos expulsó el aire que contuvo desde el principio y ocultó la nueva marca bajo la manga. Sabía que no tenía todo el perdón de su madre hasta que haya recuperado esas horas perdidas de una u otra forma.

Al pensarlo un momento se retiró del lugar, la mejor manera de demostrar su valía era perfeccionar aquella debilidad suya.

Socializar.

Llego al jardín de la casa en donde supuso que se encontraba su abuelo al ser el lugar favorito de la abuela, al caminar por un rato lo encontró junto a su padre sentados en una banca delante de una fuente. Necesitaba establecer una relación más cercana a su abuelo pero este al parecer estaba sumergido en la nostalgia mientras conversaba con su padre, interrumpir una charla podría ser de mal gusto cuando el momento se volvía especial como ahora; entonces se acomodó a escondidas tras los arbustos y se centró en escuchar de lo que hablaban.

—Recuerdo la vez que decidió dar el primer paso antes que yo, me entrego unas flores de lirio en su confección, fue más valiente que yo a pesar de que en su tiempo era al revés...— la sonrisa en su rostro se contrajo un poco—ella fue alguien diferente a todos

—Mamá siempre fue alguien diferente en varios sentidos

—Lo sé— suspiro y acomodo su postura— ¿por qué no tómanos un paseo?, así tal ves no aburriremos a mi nieto

Damián abrió los ojos sorprendido, no entendía como había sido descubierto por su abuelo, se levantó de su escondite tras los arbusto, un dudoso de que hacer. Ojos verdes confrontan a los azules opacos por la vejez, esta situación pondría de nervios a Damián pero la sonrisa calmada de su abuelo calma su nerviosismo.

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⏰ Última actualización: Dec 01, 2023 ⏰

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