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| Cuando un loco parece completamente sensato, es ya el momento de ponerle la camisa de fuerza |

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| Cuando un loco parece completamente sensato, es ya el momento de ponerle la camisa de fuerza |



Edgar Alan Poe













SCARLETT

Estábamos en el hospital esperando a ver que nos decían de Sam. No sabemos nada la madre por lo que Lia sigue aquí con Gus y conmigo. Estamos en unas sillas, Lia está encima de mi, apoyada en mi pecho mientras jugaba con el pelo que se me caía por el hombro y Gustav me había abrazado poniendo su mano en mi cintura dando caricias que hacían que se me cortase la respiración y me pusiera nerviosa.

-¿Sammy se va a poner bien? -pregunto Lia mirando a Gustav sin separarse de mi.

El se colocó ahora poniendo su mano en mi espalda baja y yo tuve que respirar un par de veces.

-Claro que si pequeña -dijo haciéndola cosquillas y está rio -¿Quieres ir a por algo de comer? -le preguntó con una sonrisa y yo sonreí inconscientemente. Se le daban bien los niños, y ponerme nerviosa.

Ellos se fueron. Y yo me quede sentada, mirando hacia todo los lados. Yo movía la pierna impaciente a ver cuando venía el doctor y nos avisaba sobre el estado de Samuel.





GUSTAV

Me lleve de la mano a Lia, para ir a comprar algo de comida. Pobrecita, debió haberlo pasado bastante mal cuando paso todo eso.

-Se que te gusta Scarlett -me dijo Lia mientras andábamos. Yo la mire con los ojos abiertos.

-¿Qué?

-Se que te gusta Scarlett- dijo un poco más alto para que la escuchase. Ya la había escuchado, pero me hizo gracia que lo repitiera alto.

-¿Qué? No, no, tengo novia

Le conté a Kassandra que nos habíamos besado y ella me dijo que siguiéramos fingiendo. No entiendo por qué ya que ella era la primera en decir que la farsa se había acabado.

-Kass no es tu novia, bobo -dijo como si fuera lo más obvio del mundo, me sorprendí porque pensé que no se acordaba de su nombre-No te mientas -me dijo dándome con su mano libre en mi brazo flojito.

Me quede pensando en lo que me dijo, ¿tan mal fingimos? ¿o es muy observadora?

-¿Qué quieres de comer? -la pregunte cambiando drásticamente de tema y ella me miró con los ojos entrecerrados

𝐈𝐦𝐩𝐨𝐬𝐢𝐛𝐥𝐞 // 𝐆𝐮𝐬𝐭𝐚𝐯 𝐒𝐜𝐡ä𝐟𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora