ii.☆⋆.·˚·⋆ Dream

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El reloj negro que colgaba sobre el pizarrón escolar se movía tan lento como el sol saliendo en la madrugada, o al menos así se sentía para todos los estudiantes que miraban con ojos cansados la forma en la que su profesor caminaba de un lado para...

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El reloj negro que colgaba sobre el pizarrón escolar se movía tan lento como el sol saliendo en la madrugada, o al menos así se sentía para todos los estudiantes que miraban con ojos cansados la forma en la que su profesor caminaba de un lado para el otro, murmurando cosas sobre la Segunda Guerra Mundial. Cada paso de su anciano profesor era un tortuoso milímetro que la aguja segundera del reloj apenas avanzaba.

Jasper, sentado al fondo del salón, sostenía frente a sus brillantes ojos miel un libro de páginas blancas, ignorando por completo la lección de la que hablaba sin parar el profesor. No es como si él no supiera lo que era una guerra, de hecho, él mismo había participado en varias, no era algo agradable recordar, pero lo hacía. Los sentimientos en la pequeña habitación no eran la gran cosa, Jasper percibía el aburrimiento de todos, pero no había más de qué preocuparse. Era un tiempo para estar en paz, sin tener que soportar sentimientos ajenos.

Cerró el libro y los ojos también, se recostó sobre la mesa ocultando su rostro entre sus brazos y dejando al aire nada más que sus rulos dorados. Los vampiros no necesitaban dormir, no podían hacerlo, pero a Jasper le gustaba fingir que lo hacía, era como meditar, poner en pausa el mundo y concentrarse solo en su propia respiración, su propio pensamiento, su propio sentir. Dejar de lado sus superafilados sentidos y, por un segundo, creerse humano como todos los demás en ese deprimente salón de clases.

Aún faltaban unos minutos para que la estridente campana sonara, su paz acabaría pronto y sería reemplazada por el ambiente casi salvaje de la cafetería. Jasper llenó sus pulmones de aire y luego lo exhaló, preparándose para soportar las intensas miradas que Rosalie le lanzaría a Edward y que, a su vez, estaría mirando a la humana de la que poco sabía pero que afectaba tanto a todo el círculo familiar. No estaba seguro de querer seguir en la línea de fuego de esa guerra no declarada entre sus dos hermanos mayores. Ni siquiera terminaba de entender el problema; después de todo, Bella no parecía un gran problema, de ella no se percibía más que indiferencia y su hermano no podía entrar en su mente. La teoría, según Jasper, es que realmente no había nada que escuchar.

Pero su familia no podía existir sin el drama.

Jasper descartó todos sus pensamientos y se concentró solo en el sutil "Tick Tack" del reloj. Se dio cuenta de que cuando empezabas a pensar en el tiempo, este se volvía más lento, incluso para un ser de miles de años como él, como si el mismo tiempo se detuviera a mirarte y se preguntara qué es aquello que tanto ansías de él. Jasper se sintió sumido en la oscuridad; sus sentidos se bloquearon, todo su cuerpo se sintió ligero y vacío. De repente, los olores, los sonidos y los sentimientos desaparecieron, dejando solo una pequeña sensación de mareo en la coronilla de su cabeza.

Abrió los ojos y lo primero que percibió fue el verde, un verde claro y seco que se extendía metros hacia adelante en un gran campo vacío. Las puntas de la maleza le besaron ligeramente los tobillos, causándole cosquillas. Jasper no se sintió sorprendido ni asustado; una gran calma se instaló en su pecho, como si conociera cada centímetro de esa sabana y pudiera asegurar que ningún peligro lo estaría acechando oculto en la maleza.

LION - Jasper HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora