mi novio es una momia

Parte 65

Ha pasado casi una semana desde que me desperté.

Ning Mitang miró la fuerte nevada que se había detenido fuera de la casa, pero su corazón no cayó.

En los últimos días, trató de caminar alrededor de la casa para observar la situación y descubrió que las puertas delantera y trasera de la villa estaban custodiadas por guardias de seguridad. La entrada y la salida requerían que pasaran las puertas de hierro de las puertas de seguridad. Pero las paredes de la villa están amontonadas, debido a su altura, no puede salir sin la ayuda de las escaleras.

En este momento, la puerta de la habitación se abrió directamente. Mirando al joven sirviente que entró con la cena, las hermosas cejas de Ning Mitang se fruncieron levemente, "No tengo hambre, puedes sostenerlo".

El sirviente permaneció inexpresivo, con un poco de desdén, y respondió palabra por palabra: "Sr. confesó, necesito ver a la Sra. Ning comer".

Los ojos negros de Ning Mitang la miraron directamente, adornados con estrellas frías, y sus labios rosados ​​se levantaron levemente: "Dije, no comas".

Al ver esa mirada aguda y fría, el corazón de la sirvienta se estremeció, y ella rápidamente bajó la cabeza, sin atreverse a mirarlo. La sirvienta se mordió el labio y dijo un poco molesta: "Entonces voy a informar al Sr.". comida y se la quitó.

"¿que pasó?"

Song Jingchen acaba de aparecer.

"Señor, señorita Ning, ella no cena", informó el sirviente con sinceridad.

Song Jingchen miró en dirección a la chica, "Entonces bájala primero y caliéntala".

La sirvienta dudaba en hablar, miró a la figura que se acercaba ansiosamente a Ning Mitang y tuvo que retirarse.

Bajo la luz brillante, el rostro blanco de la niña es delicado y conmovedor, sus ojos son tan negros como el jade, claros y translúcidos. Llevaba un vestido rojo, rojo brillante y deslumbrante, y su piel era tan blanca como el jade, como si estuviera bañada en luz.

Xuefu y cabello negro, ella se sentó en silencio, la escena frente a ella era como una pintura, y él era quien había entrado en la pintura.

Song Jingchen se paró frente a la niña, proyectando una sombra, "¿Por qué no comes?"

"No tengo hambre", respondió Ning Mitang con calma.

"Mitang, no comiste nada desde ayer. No es bueno para tu salud". Song Jingchen se sentó a su lado, mirándola con ojos ardientes, "Me sentiré mal cuando me lastime el cuerpo".

Ning Mitang no se movió en lo más mínimo, ella lo miró con ojos oscuros, su voz era clara y agradable, "¿Cuándo me dejarás ir?" Ella señaló que no quería volver a dar vueltas con él. Él estará aquí estas pocas noches, y el deseo en sus ojos. Espero que ella pueda ver que necesita irse de aquí lo antes posible.

La chica frente a él tenía ojos brillantes y dientes blancos, y Song Jingchen se movió. Usó su dedo índice para recoger un mechón de cabello negro en el costado de la niña, se lo puso entre la nariz y olió, "Mitang, ¿verdad? ¿Está bien quedarse aquí? "

"¿Cuándo me dejarás ir?" Lo repitió de nuevo con una expresión débil.

"Ya sabes."

La boca de Song Jingchen se llenó de una suave sonrisa, apoyó a Ning Mitang con las manos en el respaldo de la silla detrás de él, la atrapó en sus brazos y poco a poco se acercó a ella, "No puedes ir".

Inclinó la cabeza y quiso besarlo, Ning Mitang volvió la cabeza en un instante, sus ojos negros y claros estaban llenos de hielo, "Vete, eres tan asqueroso".