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—Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre venga a nosotros tu reino hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo...—El débil rezo que emitía aquel pobre ser agonizante implorando ayuda en medio de una plegaria aún incluso cuando estaba con la cabeza gacha mordiendo el polvo era patético.

Taehyung movió un poco la cabeza, en dirección a aquel chico, se agachó a su altura tomando una parte de la cabellera castaña del mismo y con fuerza la elevó ocasionando que sus miradas chocarán.

Terror.

Eso reflejaba la mirada opaca del chico, el pelinegro sonrió en grande. Después de todo lo que pasó aún seguía el miedo presente en aquel herido cuerpo, soltó el agarre que tenía en este haciendo que su cabeza rebotara duramente contra el suelo y gritó con fuerza al sentir como pedazos de vidrios rotos se incrustaban en la piel de su rostro, sentía como cada trozo lo desgarraba incluso si lograba moverse un centímetro aquellos cristales iban a penetrar su cuello directamente a su garganta.

Pero sabía que no iba aguantar por mucho tiempo.

Taehyung miro de reojo a un lado suyo y sonrió ampliamente, la mirada horrorizada de jungkook viendo el cuerpo del chico, este sollozaba en silencio estando completamente pálido, su cuerpo temblaba sin poder evitarlo el eco de las plegarias y los gritos de dolor seguían reproduciéndose en su mente y el no pudo hacer nada por ayudarlo.

No logró hacer nada por Yungjae.

Su mirada cayó en la figura de taehyung quien se acercó otra vez a lo que alguna vez fue su compañero de trabajo, este lo tomo por ambos brazos colocándolo de pie aún estando este débil, lo acercó a una de las paredes del cuarto apegandolo a ella y colocando sus manos a la altura de su cabeza entrelazandolas entre sí al mismo tiempo que ubicaba un clavo en medio de ellas abrió ampliamente sus ojos al entender exactamente lo que quería hacer taehyung, con rapidez cerro sus ojos con fuerza a la par que llevaba sus manos a tapar sus oídos.

El grito desgarrador resonó en toda la habitación que a los pocos minutos fueron disminuyendo quedando en un inquebrantable silencio. Jungkook quien al no escuchar más nada abrió sus ojos con temor levantando su cabeza y gritó de horror, ganándose la mirada de taehyung, el cual seguía frente a yungjae quien ahora yacía clavado de pies y manos en la pared.

Jungkook se alarmó al ver como taehyung caminaba hacia él agachándose a su altura, su rostro estaba salpicado de sangre junto a sus manos las cuales también estaban manchadas de color carmesí. Desvío su mirar deteniéndose en Yungjae los chorros de sangre se deslizaban desde la pared hasta el suelo creando un pequeño charco de sangre.

La sonrisa plantada en el rostro de taehyung se lo decía todo, lo que acababa de presenciar no era nada comparado al infierno que le esperaba a la gente de este pueblo, las lágrimas de sangre empezarían a brotar que ni siquiera la plegaria más poderosa acabaría con el infierno que un hombre de carne y hueso pudo crear sin ningún poder divino de por medio.

Y es ahí donde entendió por completo. Él sería el gran espectador de aquellos actos retorcidos y también........sería el principal juguete del diablo.

EXTERMINIO ⟨⟨TH&JK⟩⟩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora