Cap 36

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Comienza el fin

Will no regresó al consultorio del doctor, se encontraba desesperado, no podía creer lo que le estaba sucediendo, su vida terminaría muy pronto, ahora que todo era felicidad él se tendría que ir, era muy joven para morir, no estaba dispuesto a perderse el crecimiento de sus hijos o dejar al amor de su vida, pensaba que la vida estaba siendo injusta.

Durante varias horas camino por las calles, llamo a su chofer y le dijo que regresara a su casa, que el después llegaría, cada segundo que pasaba era una tortura, imaginando futuros que el ya no conocería.

Alrededor de las 10 de las noche Will llego a su hogar, se había perdido el desayuno, la comida y la cena, pero hasta ese momento fue que reunió el valor suficiente para ingresar a su casa, durante todo ese tiempo estuvo sentado en un parque viendo la gente pasar, dejando que su dolor saliera

—- Papi – dijo Fleur siendo la primera en verlo cuando paso por la puerta del comedor

En ese momento Will trago en seco, sintió un nudo en la garganta y con una sonrisa fingida se acercó a la mesa, donde estaban sus hijos, sus sobrinos, su hermano, su esposa y el amor de su vida

Freen se levantó y fue hasta donde se encontraba, ella se imaginaba que algo estaba pasando, ya que se sentía extraño.

—- Amor, ya me tenías preocupada, ¿estás bien? –preguntó ella abrazándolo, dándole un beso en la comisura de sus labio

Will la vio a los ojos y sin poder evitar que se cristalizaran, recordó ese bello momento cuando choco con ella y su mundo se puso de cabeza, dándole las mejores alegrías – sí, amor estoy bien, me siento un poco cansado iré a acostarme

—- Está bien, acabo de cenar y voy contigo- hablo Freen comprendido que él quería estar solo, después de 10 años conocía bien sus actitudes

—- Papi, pero dijiste que hoy me ayudarías con mi tarea – dijo Samantha quien era muy demandante con el

—- Cierto, lo olvide corazón, voy a darme una ducha y te ayudo- dijo Will quien era incapaz de negarle algo a los niños

—- Yo también necesito ayuda – dijo Mon quien era una buen estudiante, por lo que siempre le gustaba que todo estuviera impecable

—- Claro, no tardo – dijo Will quien se sentido sofocado necesitaba salir de ahí

—- ¿Seguro que estas bien? – preguntó Nathan quien realizó la pregunta que otras personas realizaban hacer, ya que era extraño que Will saliera todo el día sin decir donde estaba, que no contestara el teléfono o que olvidara que prometió algo a los niños

—- Si estoy bien, Nathan no quiero más cuestionamientos – respondió Will ya de forma seria, dejando a los adultos sorprendidos, él no era así

Mientras se encontraba en la ducha y sentía el agua caía por su cuerpo, Will dejo que varias lagrimas cayeran de sus ojos, camufladas por las gotas de la regadera , pensaba en el pequeño que abandonaría siendo muy pequeño, en los cuentos que ya no contaría a Fleur, ya no sería quien la protegiera y diera valor, en la tardes que se perdería con Samantha, los helados que ya no compraría, en las charlas que ya no tendría con Monica, ya no sería su confidente y en todas las veces que haría el amor con Freen, ya no recorrería su cuerpo nuevamente.

Sin embargo, logro reunir el valor necesario bajo para reunirse con su familia y se mostró de los más normal, con el firme propósito de valorar cada instante.

Por la noche Nathan y Freen quisieron saber que había pasado con Will, pero el solo dio evasivas sin decir absolutamente nada.

A partir de ahí los días transcurrieron de forma rápida, Fleur siguió con visitas semanales al hospital siempre acompañada de sus padres y abuelos, Grace y Garrick iban casi diario a casa de Freen para convivir con sus nietos, la recuperación de la niña era buena sin problemas, Rebecca llamaba todos los días para saber cómo estaban, Freen conversaba con Becky y le contaba de los niños y preguntaba sobre los hijos de ella.

El error que cambio todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora