Mi Perdición (Con Gabriel Guevara)

Capítulo 5

Gabriel había llevado su auto, así que ambos nos montamos en el y nos fuimos para su casa. Ninguno de los dos decía nada, solo miradas.

En menos de 5 minutos habíamos llegado a la casa. Estaciono el auto y ambos bajamos, ya estando ahí me estaba arrepintiendo, pero ya era tarde. Gabriel me había tomando de mis muslos y me cargo encima de el y me estampo contra una pared, al igual que sus labios. Nuestras lenguas chocaban continuamente hasta que ambos no podíamos más. Bajo mi vientre sentía la dura erección de Gabriel y eso me prendía mucho más de lo que ya estaba, así que siguiendo encima de el, me lleva hacia su cuarto.

Una vez dentro me tiende sobre la cama y el procede a ponerse encima de mi. Nuestros besos iban y venían, pero esta vez sus besos recorrían mi cuerpo junto a su lengua, y mis gemidos no quedaban atrás. Gabriel comenzó a bajar poco a poco hasta llegar a mi vientre, fue a ahí cuando mi cabeza vuelve a caer de lo que estaba pasando, y el lo nota. -Solo dime si tu quieres hacerlo, no voy a obligarte a nada si tu no quieres-

OBVIAMENTE QUE SI QUERÍA, pero había algo que en mi mente me decía que no. Al instante me sapare de él y el me mira extraño. Mi arrepentimiento venia a que sentía que esto iba muy rápido, y ni siquiera llevaba una semana aquí y ya andaba con alguien que apenas conocía.

-¿Hice algo mal?- pregunto Gabriel con cara de no entender. Me quede un rato sin responder hasta que el se me pone enfrente para que lo mire, nuestras miradas se encontraron y no sabia como decirle que lo estábamos por hacer no estaba para nada bien. Tome valor y le dije...

Gabriel, apenas nos conocemos y creo que esto no esta bien. Eres bueno, pero quiero que sepas que no soy como todas esas chicas que caen a los pies de cualquier hombre, y yo solo viene aquí a poder cambiar mi vida, no a arruinarla de nuevo. Gabriel aun me miraba sin entender y no respondía, por lo que tome mi bolso y me dirigí hacia la puerta de su cuarto para irme, pero no pude, ya que la mano de el chico que se encontraba ahí conmigo me detuvo.

G: Antes que nada, para mi eres diferente a todas las demás, y no pretendo apresurar esto, solo fue el impulso de ambos, pero esta bien que aun no quieras.

Mi estomago se revolvía con todas las palabras que mis oídos estaban escuchando. Acaso le gusto?? quiere algo serio?? Me estaba confundiendo con todo esto. Mi intensión no es estar con el, solo fue un momento de calentura y ya, no quiero nada con nadie, pero el problema era de como se lo podía decir...

Escucha Gabriel, la verdad que estoy un poco confundida con todo esto, sinceramente no quiero nada con nadie en estos momentos, y creo que lo mejor para ambos sería que no nos veamos más. Solo quiero que entiendas que necesito estar concentrada en los estudios, que es por lo que vine. Lo siento, pero debo irme.

Logro zafarme de él y me retiro del cuarto, no deje que responda nada, ya que solo quería irme de ese lugar. Y para mi surte este no me siguió. Cuando bajo las escaleras me encuentro con la mu-cama de la casa y esta me abre la puerta para poder irme. Por fin aire fresco para mi rostro, ya me sentía muy abrumada ahí dentro.

Tome rumbo hacia la universidad para poder estar un poco mas tranquila y poder relajar mi mente. Cuando llego estaba Coraline sentada en su cama leyendo un libro y con los auriculares, y ella me mira y deja su libro a un lado. Creo que mi cara me delato...

-¿Que ocurre Bian, te encuentras bien?- No soy de contar mis problemas, pero en este lugar solo voy a estar con ella, y yo creo que para generar confianza deberíamos empezar a hablarnos mas. Así que me siento a su lado y comienzo a contarle todo con detalles. Ella parecía escucharme y entenderme a la vez, a lo que ella me responde...

-Mira, no soy quien para decirte que es lo que debes hacer, pero si quieres un consejo, si tu no quieres estar con nadie en estos momentos esta bien, pero creo que eso no es lo que quieres, sino que es lo que tu tienes planteado en tu cerebro y no quieres escuchar lo que tu corazón dice. Tal vez si están yendo muy rápido, pero no hagas algo de que luego sabes que te puedes arrepentir-

Las palabras de Coraline creo que fueron las gotas que derramaron el vaso, mi mente ya estaba por explotar. Mi cara expresaba lo confundida que estaba, y creo que mi amiga lo estaba notando por lo que esta enrolla sus brazos alrededor de para darme un abrazo. Cuando nos soltamos le dije que me iba a tomar un baño y ella asiente.

Voy por mis cosas y me dirijo para el baño. Me metí a la ducha y el contacto del agua caliente en mi cuerpo hizo efecto, logre relajarme un poco y decidí quedarme un tiempo bastante largo.

Cuando salgo de la ducha me paso mi toalla por todo mi cuerpo y cuando termino voy hacia el espejo, el cual no se veía con claridad ya que estaba todo empañado por el vapor del agua caliente. Cuando paso mi mano para poder verme noto algo que mi cuello...¡MIERDA! GABRIEL ME HABÍA HECHO UN PUTO CHUPÓN EN EL CUELLO Y NO ME HABÍA DADO CUENTA ¡MIERDA! ¡MIERDA! Todo el efecto que el baño me había hecho se había ido, ya estaba estresada por octava vez en el día, pero esta vez decido respirar hondo y termino de cambiarme para ya salir de una vez del baño.

(foto de la vestimenta)

Cuando salgo del baño, tomo mi celular para ver todos mis mensajes y a ver mis redes sociales. Coraline se había ido a comprar comida para ambas para cenar, así que con las almohadas del cuarto, las coloco en el suelo. Quería que sea una noche de chicas, y que Coraline sienta que yo estaba interesada en ser su amiga.

(Foto de como quedo el cuarto)

Cuando mi compañera de cuarto llego, quedo sorprendida con lo que había visto y me dedico una linda sonrisa por lo que yo hago lo mismo. Ambas nos ponemos cómodas y comenzamos a comer la deliciosa pizza. Nos la pasamos toda la cena hablando y ambas nos dimos cuanta de que podríamos ser buenas amigas, por lo que ambas nos dimos un lindo abrazo y fue ahí cuando ambas nos preguntamos si queríamos ser amigas una a la otra.

Ya habíamos terminado de comer, por lo que nos ponemos a recoger todas las cosas. Mientras juntaba las almohadas, mi celular comienza a vibrar, por lo que voy a verlo, cuando veo mis notificaciones me encuentro con el nombre de Gabriel, por lo que mi corazón comienza a acelerarse, otra vez...