El despacho de Ogai era un bullicio y un desastre, hojas esparcidas por el suelo, lapiceros derramados y por poco algún cuerpo.
"¡Deberíamos enviar a Lagarto Negro!" Insistían Tachihara y Higuchi
"La idea es no llamar la atención, ver Mafiosos podría alertar a los civiles especialmente si son un grupo..." Dijo Tanizaki
"Ese es mi hermano" Dijo orgullosa la chica mientras abarazaba al chico
"E-ee si-si" Tanizaki casí cae por el abrazo. No paso más de un minuto antes de que incomodidad invadiera al resto que estaba cerca de ellos
"Si...em...bueno además que podrían pensar que el restaurante es algún punto clave de la Mafia cosa que apartir de mentira podría traer perjuicios a los dueños del restutante en algun futuro" Dijo Hirotsu mirando al par de "hermanos" que tenía a la par.
"¡¿Ah?!" Dijo Tachihara
"Viéndolo así tiene vastante lógica..." La rubia que había repensado las cosas. Solo cayó en cuenta de que tenía razón
"Ahora todos contra mi" Dijo Tachihara claramente rendido
"Pero" Dijo Hirotsu dandole esperanzas a Tachihara" No quita que la Mafia debe enviar a alguien o a más de una persona... esta misión no es solo de la Agencia" Dijo Hirotsu limpiando el lente que portaba en ese momento
Dazai y Chuuya ya se esperaban el desastre que podía llegar a ser la Mafia y peor aún si estaba la Agencia presente. Se unieron a los grupos de sus organizaciones como si nada hubiera pasado entre ellos
Ellos solo eran espectadores de la pelea que mantenía los bandos. En este caso ellos serían siempre espectadores, nunca involucrados
Por parte de la Agencia nadie discutía sobre quien iría, todos estaban seguros de que estarían satisfechos con la persona o personas que fueran convocadas o convocada a la misión pero si discutían por quien o quienes la Mafia enviaría
Las organizaciones estaban en "paz" con sus colegas, más eso no implicaba que lo estubieran con la organización contraria. Un caso evidente de eso eran algunos individuos, específicamente dos, que llevan peleándose toda la reunión, talvez no de golpes (como usualmente lo harían) pero si peleaban con expresiones faciales. Un puntiblanclo y un albino llevaban una exótica pelea, una pelea que no era la habitual entre ellos y que a cierto perro de la Mafia no le hacía gracia, él creía que los golpes eran mejor opción que estar viendo a su rival y haciéndole caras pero no podía arriesgarse a que el lugar que alguna vez fue el despacho de su jefe terminara hecho escombros. Mientras, el albino sentía que ciertas partes de su cara se movían por sí solas, más de una cara que le había hecho a Akutagawa no era a propósito sino que era accidental, tanto tiempo compitiendo en su contra le había comenzado a hacer efecto pero estaba feliz de que la situación no favoreciéra al azabache y que no pudiera tocarle ni un solo pelo
En ese momento volvieron los jefes, al mismo tiempo que los presentes guardaban silencio especialmente los mafiosos, mientras que tanto el azabache como el albino dejaban su "pelea" a un lado, pero ellos sabían que era temporal, por ahora su atención debía estar un sus jefes
"Bien" Comentó el médico "Sus gritos se ollen de aquí a tres cuadras por lo menos" todos los mafiosos abrieron la boca para pedir disculpas pero Ogai les interrumpió "Antes de que se disculpen, ya sabemos quienes irán de parte de cada organización"
Comenzó el presidente "De parte de la Agencia irán : Atsushi y Kunikida" Dictó el presidente
"Entendido" dijeron al unísono
"De parte de la Mafia" Dijo por su parte el azabache "enviaremos a Akutagawa-kun y a Hirotsu-San" Ogai sabía que no parecía lógico mandar a miembros de la Mafia de alto rango, más avisar al enemigo de que la Mafia iba en serio era esencial y no dudaría en hacerlo
"Como diga boss" dijeron ambos,
"Ven así de fácil se resolvió" Dijo Ogai viendo el desastre que era su oficina "Pero no creo que limpiar todo esto lo sea" Dando una muy clara indirecta a que comenzarán a limpiar todo lo que estaba en el suelo y más les valía hacerlo pronto
"Rampo" le llamó nuevamente el presidente seguido de un ademán de que dijera lo que harían
"6:30 pm mañana en el restaurante" Fue lo único que soltó el de boina
"Ya escucharon agentes" Dijo el espadachín viendo a todos sus agentes
"Bien, si todo está claro..." Espero a ver si alguien tenía alguna observación pero nadie hablo así que lo dió por hecho "Declaró está reunión finalizada, gracias por venir agentes" Dijo el azabache con una sonrisa
"Nos volveremos a ver aquí mañana dos horas antes ¿verdad Mori-sensei?"
"Correcto Fukizawa-dono"
"Entonces ya nos vamos" Dijo el presidente encamindoce a la salida de la sala seguido por la Agencia
_-_-_
Todos llegaron a la Agencia, cada quien se iba a hacer su parte del trabajo exepto el castaño que ni siquiera volvió a ver su espacio de trabajo y sino fue directo al sillón
"¡No comiences Dazai!" Le regañó Kunikida
"Ya decía yo que era raro que no me regañara..." Dijo Dazai con pereza de siquiera abrir los ojos
"¡¿Dijiste algo!?"
"Nop" Dijo Dazai moviendoce del sillón
Para ese momento ya todos estaban adentro de la Agencia preparandoce para laborar nuevamente sin embargo el presidente tenía otros planes
"Agentes" Mando el presidente
Todos dejaron lo que estaban haciendo para dirigir su atención a este
"Pasen a la sala se reuniones por favor"
Y así fue, todos rápidamente terminaron de organizar lo que hacían o levantarse del sillón en el que estaba. Una vez acomodado todo y levantados se dirigieron a la sala y tomaron asiento
"Seré breve" Dijo el presidente "Todos sabemos que no es una misión de alto riesgo" Tomó aire y siguió " pero no se descuiden" Dijo mirando a los agentes que había asignado "Rara vez tengo un presentimiento de que algo puede no salir como lo planeado y este caso no es la excepción así que, cuídense las espaldas" Viendo esta vez a toda la sala "No bajen la guardia" Dijo "Pueden retirarse agentes, tienen el resto del día libre" Terminó la charla y caminó a la salida
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El Poder Verte...
ActionEl pasado es cosa del presente y no dejará en paz a quienes fueron participes de este... Todo era normal en la ADA sin embargo, una misión, una sola, puede desatar la ira de quienes no deben Decisiones erróneas, desencadenan catástrofes ¿no? La mue...