O2 - alone, new person, happiness

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Jiseok ahora se encontraba vagando por las calles de irwon-dong, había avanzado tanto desde que salió de su casa que ya estaba al otro punto de la ciudad, estaba cansado, tenía hambre y sed, no podía ver bien de lo hinchados que estaban sus ojos, se sentía débil. Se sentía perdido.

Se detuvo en un parque y se sentó en una de las bancas que estaban libres, subió sus piernas y recostó su cara en ellas, soltando por fin el llanto que tanto había aguantado.

Koo Gunil, quién trabajaba en una de las tantas cafeterías que se encontraban en el centro comercial iba pasando por el parque donde Jiseok se encontraba. Notó al chico de cabellos castaños y se acercó.

—Oye, esto es un lugar público, ¿Puedes irte a llorar a otro lado?— Jiseok, con los ojos rojos, volteó la mirada hacia el rubio, quién tan pronto vio la mirada perdida en los ojos del chico se arrepintió —¡Es broma! Lo siento— rió un poco nervioso y continuó:—¿Por qué lloras en el parque a plena luz del día?—

—Perdón— respondió Jiseok cabizbajo, sin mucho ánimo —me siento un poco mal—

—¿Qué pasa? Sé que soy un extraño, pero confía en mi— dijo Gunil mientras se sentaba al lado del chico castaño.

—Me...— se detuvo un momento, tomó una gran bocanada de aire y continuó: —Me echaron de mi casa—

Gunil no sabía que responder, esperaba escuchar eso de un adulto, no de un niño que parecía de apenas 15 años. Puso su mano en el hombro del chico y habló.

—¿Por qué te echaron?— preguntó Gunil con calma.

—Porque...— Los ojos de Jiseok se cristalizaron de nuevo, tomó aire y luego lo soltó —porque mamá se enteró que me gustan los chicos—

Oh, Gunil realmente no se esperaba esa respuesta, sabía que la homofobia era algo común en esa época, sobretodo en la misma Corea del Sur. Gunil se reincorporó y le ofreció una sonrisa calmante al menor.

—¿Cuántos años tienes?— preguntó Gunil, recibiendo una mirada llena de esperanza por parte de Jiseok.

—17...— respondió mientras se sonaba la nariz.

—¡woah! ¡pareces un niño de 14/15 años!— dijo Gunil mientras que Jiseok se reía de a poco, cuando se calmó; Gunil volvió a hablar.

—Mencionaste que no tienes donde quedarte, ¿cierto?— Jiseok asintió con la cabeza —Quédate en mi casa, en lo que buscas algún trabajo o un hogar fijo—

Los ojos de Jiseok brillaron como nunca lo habían hecho, se sentía salvado, es gracioso que un desconocido tenga más corazón que su propia madre.

—¿Estás seguro?— preguntó Jiseok, Gunil asintió y de nuevo, le dió unas palmaditas en la espalda.

—Yo no tengo problema, realmente necesitas un soporte y estoy dispuesto a serlo y ayudarte sea con lo que sea— Gunil ofreció una sonrisa que fue devuelta por parte del menor, luego cayó en cuenta que nunca se presentó —Soy Gunil, Koo Gunil, ¿Tu como te llamas?— dijo mientras estiraba su mano en señal de hacer un estrechamiento de manos.

—Soy Jiseok, Kwak Jiseok— respondió el menor, estirando su mano izquierda para así estrechar las manos con su nuevo compañero y amigo.

Su nueva vida había comenzado.

Wake me Up When Septembers Ends ★ gayeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora