O1 - numb little bug

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Jiseok se encontraba caminando en dirección a su hogar, pues ya había salido de la preparatoria. Al llegar y entrar a su casa, vió que su madre se encontraba sentada en la sala, completamente en silencio.

No era normal, pues lo normal era que Jiseok entrara y encontrara a su madre en la cocina, con la radio en la misma estación de costumbre. Jiseok pensó en todas las cosas que pudo descubrir su madre mientras él no estaba.

Por ejemplo, pudo descubrir que se escapó más de 5 veces de la preparatoria a verse con sus amigos, o pudo descubrir que tenía algunos labiales que según su madre 'estaban desaparecidos por la casa'. O peor aún; tal vez descubrió que era gay.

—Jiseok, quiero hablar contigo. Siéntate— dijo por fin su madre con un tono tranquilo, tan tranquilo que asustaba. Jiseok tragó duro y rápidamente obedeció a su madre, como siempre lo había hecho. Se dirigió cabizbajo al sillón donde su madre estaba sentada y, lentamente, se sentó cara a cara con la misma.

—Jiseok— volvió a llamar su madre, haciendo que el mencionado volteara de reojo hacia ella. -¿Eres gay?- preguntó, sin quitar su mirada y expresión sobre Jiseok.

Jiseok empezó temblar y su corazón latía fuertemente. Respiró profundo y levantó la mirada. -Si, mamá. Soy gay.

La expresión de su madre cambió lentamente, de una expresión firme pero con poco de esperanza cambió a una expresión de total decepción. Lentamente se levantó del sillón y miró fijamente a Jiseok para luego agarrarlo muy fuerte del brazo y levantarlo a la fuerza del sillón.

-Ya habíamos hablado sobre esto Jiseok. Te dije una y MIL veces que te alejaras de esos vagos a los que llamas amigos. TRATÉ de convencerte A TI y A Mí de que no eras un enfermo más. TE HE DADO LO MEJOR DE MÍ, ¿Y ASÍ ME AGRADECES? ¿SIENDO UN ENFERMO COMO TUS AMIGOS?

Los ojos de la mayor se llenaban de lágrimas, lágrimas de ira pura. Mientras que los ojos de Jiseok se llenaban de lágrimas de dolor, el dolor de escuchar esas palabras provenientes de su madre. Le dolía escuchar que su madre le gritaba en la cara 'enfermo', ¿Ser gay era estar enfermo?

Finalmente lo soltó, Jiseok, al soltarlo, solo miró para abajo con los ojos cristalizados. Su madre se alejó lentamente y tomó al menor del mentón, haciendo que levantase la mirada. Hecho eso, le dió una cachetada, lo suficientemente fuerte para dejarle rojo el cachete derecho y que a Jiseok se le salieran solas las lágrimas por el impacto.

-Agarra tus cosas y vete- dijo su madre, seca, sin ningún sentimiento en sus palabras y en su corazón. Jiseok volteó a verla con los ojos abiertos, asombrado en su máximo esplendor. ¿Había escuchado bien?

¿lo estaba echando de casa?

-Te dije que agarres tus cosas y te vayas. Si te crees tan maduro para venir y decirme que eres gay en la cara, también lo eres para empezar una nueva vida, ¿Verdad?- la mirada no se despegaba de Jiseok, esa mirada de desprecio y decepción quedaba más que claro -Para mi- Se puso al lado del menor y continuó:- estás muerto- terminó la oración antes de irse al piso de arriba, unos segundos después se escuchó que azotó la puerta, tan fuerte que resonó en toda la casa.

Jiseok finalmente lo soltó, soltó las lágrimas que había ocultado en todo ese momento. Nisiquiera se molestó en subir y agarrar un poco de ropa, más bien; sacó una libreta y escribió una nota. Sabía que la ropa venía gracias al dinero de su madre, apartir de ahora no quería nada de ella.

-Mamá, ¿Te decepcioné?
De verdad que lo esperaba, y no quería que el día en que te enteraras que era 'otro enfermo más' llegara. Pero finalmente llegó.
¿Te molesta? Me alegro, me alegro mucho de que cuando finalmente he decidido y reflexionado sobre algo que me corresponde a mi te haya decepcionado.
Tus palabras eran mucho mejor de lo que esperaba, pensaba que en vez de argumentar me matarías o me golpearías hasta que muriera, como siempre imaginé que lo harías.

Finalmente soy libre de tus garras, de todas las órdenes que recibí y obedecí sin recibir nada a cambio. Cuando al fin dejé de hacerlo ¿qué recibí? Que me quitaras mi único techo y mi única familia. Pero a decir verdad, prefiero pasar hambre, frío y soledad antes que vivir con el remordimiento de que mi propia madre nunca me va a aceptar y me odiará por el resto de mis días.

No te odio, más bien siempre te amaré, por más que me odies y me desees la muerte.

Gracias a ti sabré lo que no debo de hacer y decir como alguien adulto.

Buena suerte, mami.
Te amo.-

Jiseok no pudo evitar detenerse a llorar, la carta no decía ni la mitad de cosas que en realidad quería decir, pero con eso bastaba. No dudaba en que, al igual que él, su madre no quería saber nada de su hijo, como ella había dicho ahora está muerto para ella.

Dobló la hoja y la dejó en un lugar visible, volvió a meter la libreta en la mochila y se puso de nuevo la misma. Observó de lejos las llaves, pensó en tomarlas, pero recordó que saldría para ya no volver. Se despidió de su hogar, de dónde había vivido todos sus 17 años de vida junto con su única familia y compañera: Su madre. Soltó un suspiro y dió la vuelta, cuando estaba a punto de girar la perilla notó que su mano temblaba, temblaba en su máximo esplendor.

Volvió a respirar y a soltar todo el aire. Tomó la perilla de nuevo y la giró, salió y la azotó, lo suficientemente fuerte para que el sonido llegara a los oidos de su madre, quién se encontraba sentada en la orilla de su cama, con la esperanza de que su hijo abriera la puerta y de su boca saliera 'Reflexioné y sé que estoy mal, sé que estoy en el camino equivocado'.

Wake me Up When Septembers Ends ★ gayeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora