Capítulo 2

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Los días siguientes fueron bastantes normales.

Yo me pasaba casi todo el día en casa aunque aveces salía a darme una vuelta y para así conocer mejor el vecindario.

Aveces los días se me volvían un bucle .
En Milan , cuando me aburría, simplemente tenía que hacer una llamada y ya tenía plan , pero ahora no tengo a quien llamar y la verdad esque se me están acabando las cosas para hacer.

Me he leído 2 libros enteros, he estado en la piscina, he hecho ejercicio, he cocinado miles de recetas e incluso he pintado un cuadro . ¡¿Qué más puedo hacer?!

Mientras estaba tirada en el sofá comiendo palomitas de bolsa con Bob , mamá se acercó y se sentó al lado mio.

- ¿Qué te pasa hija?- preguntó mi madre con un tono algo triste , como si me tuviera lástima.

- ¿Que se supone que me tiene que pasar?

- Estás todo el día dando vueltas en casa . ¿Por qué no sales un rato?

- Mamá , no tengo con quien hacerlo.- dije algo sería.

- Conmigo y con Bob.

- Mamá , tu aveces estás trabajando o quieres descansar . No puedo obligarte a acompañarme .

- Bueno pues ve al parque y conoce gente. De echo yo ya estoy haciendo amigos.

- Mamá no es tan sencillo.

- Si yo lo he hecho , tú también puedes hacerlo.- dijo convencida- Además, ¿Sabes lo que vamos a hacer?

Solo la miré.

- Te presentaré a los hijos de una compañera de trabajo. Siempre está hablando de ellos y por lo que sé, son muy simpáticos.

- Mamá no hace falta, ya me buscaré yo mis propios amigos.- le respondí en un tono amigable.

Me daba bastante vergüenza que mi madre tuviera que buscarme amigos. Además sería muy incómodo ir a casa de unos desconocidos para " entablar una amistad" con ellos.

- Tarde. - soltó sonriendo - Ayer Isa me invitó a su casa para comer este finde y me dijo que estabas invitada , asique este sábado tenemos plan.

- Pero mamá -

Apenas me dejó seguir.

- No, mama no. Estoy cansada de verte dando vueltas sin sentido por la casa asique tu te vienes conmigo. No hay más que hablar- soltó e inmediatamente se levantó y salió del comedor.

Me daba algo de vergüenza pensar que en dos días iría a casa de unos desconocidos. ¿De qué se supone que debería de hablarles?.

No quise pensar mucho en eso , por lo tanto, encendí la tele y continúe con lo que hacía unos minutos antes.

Permanecí en el sofá el resto de la tarde.
Cuando anocheció decidí salir un poco al portal a tomar el aire y dibujar un rato.

Cogí mi iPad y me senté en las escaleras.
Comencé a dibujar a una señora que estaba sentada en una silla junto a otras dos mujeres en la entrada de la casa.

Me sorprendió la de gente que salía a pasear a esas horas de la noche.

Mientras comenzaba a detallar mi dibujo , escuche una voz.

- Ey .Tu eras Lea ¿No?- dijo una voz que me resultaba familiar.

Al levantar la mirada pude ver al chico que conocí una semana antes en el supermercado .

- Si.- respondí amablemente.

- ¿Te acuerdas de mí, no? - preguntó algo confuso.

Claro que me acordaba de él pero se me había olvidado por completo su nombre. Era Unai o algo así ¿no?.

- Si, perdona. Aunque no recuerdo tú nombre.- le dije algo avergonzada.

- Me ofende un poco que no te acuerdes de mí nombre- dijo en un tono burlón mientras se sentaba en las escaleras junto a mi.- Soy Arnau. ¿Crees que te acordarás mañana?

A pesar de habérmelo dicho de broma , noté que estaba siendo un poco borde .

- Eso. Perdona Arnau, intentaré no olvidarme de tu nombre .- le espete con un tono simpático .

- Espero que no porque yo no me olvidaré del tuyo- soltó.

Entonces nos miramos .

Sentí que me perdía en sus ojos marrón chocolate .

Su mirada me iluminaba a su vez que me reconfortaba.

Realmente sentí que ya lo conocía.

Y eso de cierto modo, me gustó.


De repente sonó un teléfono .

Y la magia se esfumó.

- Perdona , me tengo que ir - dijo todavía mirándome.

- Tranquilo, no te preocupes - le dije mientras le dedicaba una media sonrisa.

El me tendió de nuevo la mano y yo se la di.

- Bueno , pues me ha encantado verte de nuevo Lea. Espero verte por ahí - y sonrió.

Sinceramente no sé ni cómo pude responder porque simplemente con el contacto de ese hombre mi corazón empezaba a latir fuertemente y creo que eso sería un gran problema.

- Lo mismo digo , Arnau- le devolví la sonrisa.

Entonces se levantó y se fue.

Yo me quedé un poco pensativa pero no quería darle vueltas al asunto a pesar de saber que mientras lo miraba mi corazón latía más fuerte de lo normal .

No me gustaría enamorarme de nuevo.

La última vez que lo hice no salió nada bien y no me gustaría volver a sufrir. Ya tenía bastante con lo de mi padre asique decidí guardar esos posibles sentimientos que me podrían empezar a surgir con Arnau.

Me levanté y me dirigí de nuevo a casa.
Para mí sorpresa, estaba mi madre esperando en la puerta con una gran sonrisa en la cara.

-¿Mama? ¿Qué haces aquí?- pregunté algo confusa.

-¿Quien era ese chico? - Me preguntó aún con la sonrisa en la boca

- Nadie especial. - Respondí algo dudosa por el comportamiento de mi madre.

- A mi si me parecía alguien especial- soltó - Hasta yo me he podido percatar de como os mirabais.

- Mama ,¿Estás loca? . Apenas lo conozco.

Me parecía surrealista las palabras que salían por la boca de mi madre.

- Pues para no conoceros os mirabais como si estuvierais enamorados- dijo todavía sonriendo.

- Mama , has visto demasiadas telenovelas. Dejemos este tema.- respondí cortante.

- Está bien . Si no quieres aceptarlo , no lo aceptes pero es la realidad.

No entendía el comportamiento de mi madre. ¿Por qué era tan insistente? . Creo que está deseando que salga de casa por algún motivo y busca cualquier excusa para que socialice.

- Venga, vamos a cenar.

Nos dirigimos a la cocina y no saquemos más el tema.

Tras cenar , me fui a mi cuarto y descansé.

El día siguiente fue bastante normal.

Simplemente estuve en la piscina, dibujé un rato y cociné unos brownies.


Al día siguiente era la esperada comida en casa de la compañera de trabajo de mi madre y estaba bastante nerviosa.

No pensé mucho en ello y seguí con mi día.














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