Capítulo 4.

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Cuando amaneció, el azabache se despidió con un casto beso sobre el rubio, diciendo que tenía un asunto con su representante pero que volvería con el desayuno. Esperaba que no le tomara demasiado tiempo, sería directo y esperaba que por lo menos Namjoon meditara sus palabras antes de tomar una decisión definitiva.

Jungkook había acudido al recinto mientras veía a los nuevos reclutas entrenando duro arriba del ring. Sonrió al recordar sus días de novato, no había sido fácil estar entrenando día con día hasta convertirse en el boxeador que era hoy en día. Con una última mirada nostálgica se dirigió hacía la oficina de Namjoon, tocando la puerta antes de recibir un "pase", abriendo la puerta.

—Buenos días, hyung.—Saludó antes de tomar asiento frente a él.

El mayor retiró las gafas de su rostro y los colocó sobre su cabeza, aplacando su cabello.—Buenos días, Jungkook. ¿En qué te puedo ayudar hoy?

El azabache mordió su labio, sin saber cómo abordar el tema.—Sabes que ya habíamos planeado mi retiro después de estos años que llevo boxeando.

—Claro, tu última pelea está programada para tu aniversario número once, dijiste que te gustaría finalizar el día que iniciaste y respeté tu decisión, ¿Qué pasa con ello?

—Yo... Quería cambiar la fecha de mi retiro, si es que aún se puede.—Cuando el mayor cambió su expresión a un ceño fruncido y sin saber que decir, se apresuró a continuar.—Son 10 años desde que empecé en esto, pero con el entrenamiento y la preparación, además del tiempo que tomé para esta decisión se le suman más años. Quiero hacerlo lo más pronto posible, mi aniversario es a finales del año y me gustaría que fuera para ese entonces.

Namjoon no mencionó nada en los próximos minutos, solo se quedó en silencio mientras miraba los papeles delante suyo. Jungkook esperó una respuesta mientras jugaba con el piercing de su labio.

—¿Lo estás haciendo por el modelo? ¿Estás adelantando tu retiro por los rumores que han surgido en estos últimos días?

Ahora fue turno del menor de tardar en contestar, asintiendo lentamente.—No pretendo que me entiendas, no espero que alguien me entienda, pero pasé mis mejores años de mi juventud dedicándome a esto solo porque me divertía, me hacía sentir querido al escuchar mi nombre coreado por el público, los regalos, las felicitaciones por todos lados, pero ahora... Ahora solo lo quiero sentir por medio de una persona, solo me interesa sentirme querido por una sola persona y se trata de él. Quiero pasar mis siguientes mejores años a lado de él, quiero que no sienta miedo por lo que puedan decir cuando él esté listo para anunciar nuestra relación, quiero que se sienta cómodo con ello.

—Pero Jungkook, si te retiras antes de tiempo por ese anuncio de su relación, el que te retires no significa que solucione las cosas. Tu carrera como boxeador siempre quedará en tu historial, darte tu retiro no borrará tu historial, todas tus peleas, todos aquellos trofeos, solo le dará un fin precipitado. Tu retiro no anuncia que toda prueba de tus peleas queden borradas, en cambio posiblemente saquen muchos más vídeos al respecto.

—Lo sé, pero también estoy seguro que si doy fin a mi carrera por lo menos no podrán molestarlo con que sigo dedicándome a ello. Nunca inicié mi carrera para lastimar a las personas con los que me enfrenté, pero nadie lo entendería. Si pongo fin, por lo menos sabrán que ya no hago nada de ello, que cerré ese capítulo en mi vida y así podré hacer algo más en el cual enfocarme.

—¿Y qué harás? ¿A qué te dedicarás si precipitas tu retiro? Debes de tener un plan de respaldo, no solo darle fin a todo. Perdón Jeon, pero todo esto me parece un pésimo plan que no te funcionará como quieres.

—Hyung, ya lo estuve pensando desde hace meses, no es algo que surgió de la noche a la mañana. Confía en mí, solo avísame si aceptas mi propuesta de mi retiro y yo me encargaré de lo demás, ¿No lo he hecho antes?—Sonrió antes de levantarse del asiento, dispuesto a retirarse.

Namjoon lo miró con una expresión de seriedad, y antes de que abriera la puerta lo detuvo con un llamado, cuestionándose si estaba bien hacer aquello.

—Arreglaré las cosas para ti y definiré la fecha de tu última pelea, pero espero que seas consciente que adelantar tu retiro te robara mucho tiempo. Tendrás que hacer en lo que resta de este año todo lo que teníamos planeado para un año y medio, ¿Crees poder hacerlo? Todas las entrevistas, las peleas programadas, los promocionales, las invitaciones, es todo en conjunto. ¿Podrás resolverlo, Jeon?

—¿No te lo he dicho antes, hyung? No le temo a nada, lo resolveré tan bien que te arrepentirás de dudar sobre mí. Sé el cargo que tiene todo esto, y así como vine a decirte todo esto, ten la certeza que también me encargaré de ello, no vine aquí sin ningún plan de respaldo.

Salió de la oficina con una gran sonrisa mientras sacaba su celular. Debía de reunirse con un par de personas, seguir con los preparativos y si todo estaba bien, el siguiente fin de semana le podría dar la noticia a Taehyung. Su retiro estaba a la vuelta de la esquina, y cuando levantó la mirada hacia el ring donde aún entrenaban los nuevos boxeadores bajo el mando de su manager Kim, sonrió con nostalgia una última vez antes de salir del lugar.

Amaba boxear, sentir la adrenalina del ring y el grito del público. Pero justo en esos momentos, entendió que ya no necesitaba nada de ello porque todas esas emociones se las brindaba una sola persona. Taehyung había llegado a su vida de una manera inesperada, y aunque él ya sabía del modelo por la fama que había cobrado de manera considerada, encontrarse frente a frente y convivir había sido una locura. Recordaba aún como se había presentado frente suyo con la intención que lo enseñara a defenderse después del último mal momento que había vivido, aún se preguntaba porqué un hombre le había querido hacer daño, se agradeció por haber estado cerca o de lo contrario no quisiera imaginar como habrían acabado las cosas.

Las sesiones de entrenamiento habían sido fáciles, Taehyung tenía buen dominio sobre sus golpes y los puntos claves para atacar, era bueno siguiendo instrucciones y fueron semanas para que lograra derribarlo sin siquiera proponérselo. Para ese momento, Jeon era consciente que Kim podría pedirle cualquier cosa y él estaría dispuesto a entregárselo, fuera lo que fuera, aunque no sabría si era correspondido después de saber de la notoria indiferencia que tenía Taehyung con todo lo relacionado con la violencia.

Habían sido un par de semanas más cuando aceptó una cena por parte suya, y cuando menos esperaban, las cosas se habían dado de manera natural. Ahora, un par de años más tarde , aunque las cosas podrían parecer complicarse, sabía que estarían bien. Había pasado los mejores años de su juventud queriendo sentirse querido y el público lo hacía sentir de esa manera, pero tan pronto como se había fijado en Taehyung, solo se permitió sentirse querido estando con él. No era una decisión que se tomara a la ligera, pero si tenía que decidir a cual de los dos aferrarse, escogería definitivamente a Taehyung por el simple hecho de amarlo y saber que era correspondido, teniendo la certeza que las emociones que sentía arriba de un ring era lo mismo que podía sentir a su lado y no lo cambiaría por nada en el mundo.

Solo esperaba que Taehyung entendiera su decisión y todo lo que conllevaba, temía que pudiera malentenderlo y empeorar las cosas con el rubio. Pero como había repetido anteriormente, ya tenía un plan de respaldo para todo.



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