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Zabdiel levanta la vista de su teléfono y observa como el castaño sale del edificio para dirigirse hacia el, sonrió ampliamente cuando ve que este portaba su buzo.

Christopher se acerca a el y ya que está frente a frente, coloca sus brazos alrededor del cuello del contrario y este pone sus manos en su cintura.

––Buenos días ––dice sonriente el de ojos mieles.

––Buenos días bonito ––respondio para después darle un beso en la mejilla.

––El rojo te queda bien, me gusta como te queda ––le hizo saber mientras colocaba una mano en su pecho, señalando su buzo.

––Soy irresistible lo se, pero déjame decirte que me encanta como luces con mi ropa ––sonrio ampliamente.

Christopher se mira así mismo y luego regresa la mirada al contrario, para terminar asintiendo.

––Siempre me ha gustado tu ropa, pero no encontraba una manera de quitartela.

Zabdiel ríe por lo que dice el castaño y después deja un beso en cada una de sus mejillas.

––Pues me gusta esta nueva faceta, en la que uses mi ropa y te la pongas, te hace ver muy adorable ––le hizo saber.

––¿Así? ¿Estás seguro de lo que estás diciendo? ––pregunta enarcando una ceja.

––Completamente seguro.

––Bien, luego no digas que te lo advertí ––dijo para besar su mandíbula.

Intercambian unas cuantas palabras más y después suben a la motocicleta para así ir hacia la universidad; cuando llegan entran y van en busca de sus amigos, ya que Joel ya había pasado por Erick un poco antes de que Zabdiel llegara, y los encuentran reunidos en el casillero del dominicano.

Saludan a todos y comienzan a entablar una conversación sobre como fue el fin de semana para el mexicano y el dominicano, y lo ansiosos que estaban por las pequeñas vacaciones que tendrían, el rizado les comenta que iría a California a ver a su abuela junto con sus hermanos, Erick se quedaría en Miami pero pasaría tiempo con su hermana y sobrinos, mié tras que el dominicano estaba planeando un viaje con sus hermanos hacia un bosque para acamparán esos días.

El timbre sonó y el rubio camina junto a Chris y los demás chicos hacia su salón, cuando llegan todos toman asiento y se dedican a esperar a que su profesor llegué, pero para su fortuna este se había ausentado, por lo que hacía que tuvieran dos horas completamente libres.

Todos salen de ahí y se dirigen hacia el jardín, dónde los reciben los árboles y el césped podado, además de que se podía observar que habían plantado nuevas flores. Ellos se sientan en el césped mientras que el rubio se sentaba y tenía su espalda recargada en el árbol, haciendo que el castaño se colocará frente a el y reposará su espalda sobre su pecho.

Sus amigos tenían la gran duda sobre si preguntar o no si ellos ya eran novios de verdad, pues desde que los vieron juntos el viernes después del partido del más alto, sabían que había algo completamente diferente entre ellos, pues además de haber visto su beso que se dieron cuando los dejaron solos, después ya que estaban solo ellos cinco solos se seguían toman de las manos y seguían actuando como novios.

O bueno, mejor dicho, es que ellos ya parecían una pareja real e incluso desde la perspectiva del moreno, superaban a la otra pareja en nuestras de afecto entre ellos e incluso en público. Tenían muchas dudas por preguntar, pero algo les decía que si lo hacían quizás podrían arruinar las cosas, o al menos tendrían que ser sutiles, querían ver qué era lo que estaba cambiando.

Fingiendo ser novios [Chrisdiel] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora