Antagonista: Britney Diamonds [BORRADOR]

Capítulo 1

Capítulo 1: La cena.

Britney Diamonds

—Solo escoge una Britney —indica la rectora fastidiada.

—Escojo a la más próspera y famosa—contesto más fastidiada que ella.

—Esta bien te pondré en....

—No me importa, ponme donde te de la gana, solo quiero irme a casa, mándame la ubicación y mañana temprano estoy allí —la corto.

—Britney, no te puedes comportar como una malcriada —me reprende—. Esto es importante para ti, y si te lo digo es porque me importas y quiero más que nadie que te gradúes con honores.

—Bien —volteo los ojos —, nos vemos mañana Mary.

—¡Procura no arruinarlo! —grita a mis espaldas.

Sabe que no lo haré.

Si hay algo que me preocupa más que mi yo del presente es mi yo del futuro. Soy extra cautelosa con todo lo que tenga que ver con el, con el futuro digo. Pronto entraré en un mundo de fieras, un paso en falso, y mi vida quedará arruinada.

Pero resulta que ahora tengo que hacer una pasantía para poder obtener el título, cosa que me pone de mal humor, pues me robará tiempo y mi tiempo es oro.

Salgo al estacionamiento de la universidad buscando mi auto, lo encuentro fácilmente, es el más llamativo acá, no por ser el más caro si no porque es completamente rosa con un letrero negro delante que pone grande y claro "Britney Diamonds". Me gustan las cosas personalizadas, es un humilde Mustang Shellby, pero en esta universidad hay muchos mejores que los míos.

Yo estoy aquí por una beca. Vengo de una familia adinerada, pero esas personas asquerosas ya no forman parte de mi vida. Cuando salí de esa casa apenas tenía dieciséis años, lo importante es que logre sobrevivir, y ahora, estoy aquí en una de las mejores universidades del país a punto de graduarme en derecho.

Desactivó la alarma y me subo al asiento del piloto. Por el alta voz comienza a sonar "7 rings" de Ariana Grande, sonrió pensando que es la más delicada para este momento.

Voy a conseguir ese título que tanto he anhelado.

Ya no más niña débil.

Ya no más niña de papi.

Ya no más niña dependiente.

(...)

Llego a mi lujoso pero pequeño apartamento, me lo he podido pagar gracias a mi trabajo de medio tiempo, me ha sido muy útil en este tiempo, me ha alcanzado para mantener más o menos el estilo de vida al cual estaba acostumbrada.

Aparte del departamento, me ha permitido pagarme el coche, la mitad de la beca, viajes en primera clase, ropa y accesorios lujosos, restaurantes, hoteles, no me quejo de mi estilo de vida, pero no pienso quedarme toda la vida de acompañante.