My Lovers / One Shots Multifandom | Pedidos Cerrados

Preview - Kiara the Inmortal

—Veo que la lluvia es más interesante que yo, ¿no, Kiara? —la mencionada giro con pesadez su mirada junto a su rostro hacía la voz de su ahora compañero de casa, Edward.

—Que importa, sigue hablando de lo que sea que hablabas —respondió con tono fastidioso, volviendo su mirada hacía la ventana, apreciando la manera en que las gotas de lluvia caían con rapidez y fuerza al piso de tierra, creando charcos y pozos que tendrian que rellenar después.

—Se que la extrañas, pero no debes de vivir pensando en que debiste de hacer algo más —Kiara miro rápidamente al hombre, mirandolo a los ojos de inmediato.

—¿Porqué lo dices? ¿Tratas de volver a coquetearme o algo similar? Sabes muy bien que no caere en lo que sea que intentes —con una mirada desafiante y con el ceño fruncido sentencio a que Edward escogiera con cuidado las palabras que debería usar a continuación.

Mientras tragaba saliva, trato de tranquilizarse, subiendo sus manos al nivel de su rostro. Dio un suspiro, con el cual, se calmo todo lo que podia calmarse con la intensa mirada de la adulta en sus ojos.

—No quiero hacerlo, aprendi a que debo darle tiempo. Pero, lo que trato de decir es... —paro un momento, tratando de buscar las palabras adecuadas para darse a entender de buena forma —no deberías pasar todo lo que te queda de vida lamentandote por lo que le sucedió a Anna, se que la amabas y que ella te amaba a ti, pero eso no debería de detenerte.

La de cabellos negros miro a sus pies, recordaba con exactitud las palabras que Anna, su amada, le había dedicado antes de morir.

《Continua tu vida aunque yo no este contigo, vuelve a enamorate, se libre. Además, nos podremos encontrar en la siguiente vida, lo prometo》

Kiara se mantenia de cierta forma fiel a aquella promesa, pero, solo estaba cumpliendola a la mitad; el recuerdo vivido de no haber sido la última persona en verla y hablar con ella la carcomia completa. El recuerdo de la hermosa bruja no la dejaban continuar con su pacifica vida actual.

—Y además, no creo que tu bisabuelo hubiera querido que te quedaras estancada en tu deprimente vida amorosa, oculta en una cabaña alejada mil metros del pueblo más cercano con el tipo que tiene el mismo "poder" que el tuyo —el hombre logro escuchar una ligera risa proveniente de la mujer; sonrio para si mismo, notando qué, aunque tenia razón y había elegido las palabras correctas, la había hecho darse cuenta de lo estancada que estaba.

Y eso le era reconfortante, aunque Kiara era una mujer bastante terca, caería en cuenta en algún momento de su situación, así como lo había hecho cuando salio de su antiguo pueblo, y así como cuando la conocio, y eso amaba de ella.

Con una energía renovada, Kiara se levanto de su lugar en el sofa de tres plazas y camino hacía Edward, proporcionandole un casto beso en su frente en forma de agradecimiento.

—Gracias, caballero sin cerebro —dejando al hombre con sentimientos revueltos después de haberle dicho aquel apodo que le decía cuando eran "aventureros", la mujer camino hacía su habitación con alegría, aunque aún triste.

En su mente, repetía la promesa que le había hecho a su amada y, por fin, treinta años después, la cumpliría al pie de la letra, pero, ahora con la compañía del antiguo caballero "humano" que se volvió en su aliado y amigo con el paso de los años.

El caballero se levanto para acercarse al sofa más cercano a la chimenea para calentarse un poco; inocentemente, creyendo que el cambio repentino de Kiara lo había logrado con sus palabras.

Al contrario de lo que pensaba, la susodicha apenas había cerrado la puerta de su habitación, pequeñas lagrimas comenzaron a acumularse en sus ojos, creando así su llanto, un llanto guardado por poco más de treinta años en los que estaba mentalmente sola.

Cada noche, mientras la luna se encuentra en lo alto, recuerda los momentos más felices que pudo pasar junto a su querida Anna; la luna fue, es y será la confidente del amor tan profundo que ambas se tenian, un amor que no podrian demostrar por todos los que las juzgarian.

Mientras la bruja vivia, ella y la inmortal aseguraban que eran almas gemelas, pero, aunque este concepto no sea un hecho real, era notorio que estaban hechas una para la otra.

Con esfuerzo, Kiara se acerco a su cama para tumbarse, abrazar la almohada más cercana a ella y ahogar su llanto; con el dolor en su pecho, logro calmarse y dormir un poco.

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Estoy escribiendo una historia completamente desde cero y quería mostrar un poco de ello.

Que les pareció? Cualquier comentario es bienvenido, excepto los de odio.

Besito en la nalguita derecha

Bai bai 😘