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3 Semanas después

Por fin en casa, regresar de Italia después de un viaje largo se siente demasiado bien, las ultimas semanas fueron locas, entre que tuve que viajar antes de tiempo, por unos detalles en mi contrato y sobre el auto, no tuve ni tiempo de entregar mis trabajos atrasados.

Después de unas cuantas firmas y negociaciones de por medio, obtuve un contrato de tres años en la escudería, me aseguraba estar dentro del equipo independientemente de la categoría, aunque si lograba ganar este año la f3 verían la posibilidad de subirme a f2 y así estar cada vez más cerca de la máxima categoría del automovilismo mundial.

Dado que solo compiten los mejores 20 pilotos del mundo, debo aprovechar cada oportunidad que tenga, sin cagarla demasiado.

El único problema que tenía o me disgustaba bastante era que si me promovían a f2, me tendría que mudar a Europa y eso significaba alejarme de cierta castaña de ojos verdes. Además de otros problemas como el hecho que me tendría ir solo a Italia, no sé como sobreviviría a toda esa soledad si es que llegara a pasar, mis padres no se pueden mudar por sus trabajos, y no puedo estar viajando de una parte del mundo a otra por el trabajo que pueda tener fuera de la pista, agregando el entrenamiento y costes de aviones, que aunque lo tercero no es mucho problema por que me aseguraron un contrato de trescientos cincuenta mil dólares al año, con ciertas recompensas económicas en caso de lograr algunos objetivos que el equipo me proponga.

Con quien, por cierto, no había tenido muchas oportunidades de entablar una conversación fluida debido a las marcadas diferencias de horario. Mientras ella se sumía en sus clases matutinas, yo me sumergía en entrevistas y diversas actividades, con la incomodidad adicional de una brecha horaria de 7 u 8 horas entre nosotros.

Fue un desafío establecer una conexión significativa durante mucho tiempo. Para ser sincero, la extraño. Hay algo liberador en pasar tiempo con alguien que no sea ni Scar ni mi familia. No es que tenga quejas sobre ellos, pero todos necesitamos momentos de escape de las personas con las que compartimos la mayoría de nuestro tiempo, y con ella, me siento más feliz, más libre de todo.

Dejando de lado estos pensamientos, solo pienso en la única cosa que me gusta mas que Lizzie ahorita mismo, dormir.

Al despertarme algo tarde, no me encantaría levantarme para ir al instituto. Sin embargo, se me ocurrió mejor la idea de sorprender a Lizzie en el momento de la salida. Puedo ofrecerme a llevarla a casa y aprovechar la oportunidad para compartir más sobre el viaje que mencionamos la última vez.

Después de explicarle que todo estaría cubierto y que estas vacaciones eran mi regalo de cumpleaños, queda la esperanza de que acepte la propuesta y podamos compartir un tiempo más cercano. Esperando que ojala pueda pasar algo mas entre nosotros.

Aunque Lizzie no me a dicho nada acerca de eso, espero que pronto tenga una respuesta de su parte....

Cruzo los dedos para que suceda.

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Lizzie

-Saben.... no sé por que estás ultimas semanas me eh estado sintiendo rara- comentaba con Hailee y Florence mi inquietud.

-Bueno tal vez haya alguien específico.... un corredor sexy, no?- dice Florence levantando sus cejas.

- Y a ti desde cuando _____ se te hace sexy? La ultima vez que tu boca pronuncio su nombre fue para darme el estúpido reto de empezar a hablar y salir con el

- Que agresiva con tu comentario....y se me hace sexy desde que vi sus historias destacadas de Instagram sobre sus entrenamientos. Acaso no los haz visto?!!

- Claro que los eh visto - sinceramente no me eh interesado mucho en eso, solo la eh visto una vez....solo digamos que me interesa más Tom

- Agghh ahí esta perdida como siempre con Tom...

- Eeyy sigo escuchándote

- Perdón pero pensé que ya te teníamos perdida en Hidlleslandia

- Estúpida

Es que Tom es aaaaahhh....ni como explicarlo, esos ojos, ese físico y su exquisito acento me ponen mal, en ocasiones que me invita a sus entrenamientos de futbol y se levanta su playera es un deleite para mis ojos.

-Ya ves sigues pensando en el....ya cásate con el Lizzie

-Ya cállate Florence mejor...

-QUEEEE??! yo solo comento lo ilusionada que te trae, por él si que cambias a ______

- Sin pensarlo - asegure sin duda alguna - quien no lo haría

- Mmm creo que tienes un buen punto, aunque que no perdería nada en probar con el piloto - comento al final Hailee

Nos quedamos un rato más hablando sobre el instituto, hasta la hora de salida.

Me despedí de las chicas para dirigirme caminando un poco más alla de la salida, estaba poniéndome mis audífonos para escuchar música, hasta que note que un auto pasaba un poco cerca de mi, levante mi cabeza y me encontré con Tom que conducía.

- Lizzie....te llevo tu casa?

- No te preocupes Tom seguro tienes cosas más importantes....además me viene bien caminar

- Venga Lizzie, por favor para mi seria un honor llevarte, vamos que salimos por un café y de paso te dejo en tu casa

- Me estas convenciendo con el café...

- Vamooos es un excelente plan, aprovecho para decirte algunas cosas

- Esta bien - digo abriendo la puerta de su auto subiéndome - que son esas cosas que quieres decirme eh?

- Primero vamos por el café y ahí te digo te parece?

- Si ese es tu plan pues supongo que esta bien - apunto de arrancar nos pasa un auto rapidísimo.

- Wooow como maneja ese tipo, vaya que su auto si que corre - dice Tom un poco sorprendido por el auto que ni siquiera vimos que venia

- Un loco total - dije un poco molesta, es una zona escolar y un estúpido pasando así por acá puede provocar un accidente.

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Mientras avanzaba hacia el instituto, el ritmo de mis canciones favoritas me envolvía, creando una burbuja de perfecta armonía alrededor de mí. Era como si estuviera protagonizando mi propia película, donde todo fluía y la melodía marcaba el compás de la vida.

Sin embargo, ese idílico escenario se desmoronó abruptamente al llegar a las inmediaciones del instituto. Una sensación desagradable, como un nudo en el estómago, se apoderó de mí al percatarme de la escena a lo lejos: Lizzie, la chica que ocupaba mis pensamientos, estaba conversando animadamente con ese chico, Hiddleston. Siempre era él, el foco de atención de todas las chicas del instituto. La lógica dictaba que alguien como Lizzie, una de las chicas más populares y hermosas, eventualmente se sentiría atraída por él. Era solo cuestión de tiempo.

Mis pensamientos se atropellaron entre sí durante unos eternos segundos que parecieron horas. No tuve el valor de presenciar más la escena, así que aceleré el paso, tratando de pasar desapercibido y evitando que me reconocieran. Mi única meta en ese momento era llegar a casa lo más rápido posible, escapar de esa realidad que se volvía incómoda y confusa.

Un Amor DifícilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora