Fin

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La guerra había terminado. Las personas salieron a la calle y aviones pintaban la bandera en el cielo. Llegaron camiones con jóvenes que habían marchado hace dos años y Alexander salió corriendo de la casa con el perro cuando vio uno de los vehículos parar frente a su casa. Su madre no estaba allí, por lo que solo ellos salieron.

Bajaron varios hombres y ente ellos esperaba que John estuviese. Le daría un abrazo, celebrarían y podrían planear su boda. Uno de los hombres tomó el hombro de Alexander y le entregó una caja. —Lo lamentamos, un hombre muy valiente— dijo abriendo la caja con los honores de John y Alexander quedó pasmado. Lo vio hace dos semanas, solo dos semanas.

En aquel momento deseo estar muerto, encontrarse con él, llegaba una presión en su pecho y después de entregarle aquello los hombres se marcharon. —Jack— murmuró fuera de su casa y sentía la mirada de la gente en él por lo que entró a la casa.  Lloró desesperadamente y pataleó como si por eso él fuese a regresar. Lo primero que hizo fue intentar terminar con aquel sufrimiento, pero no le funcionó. Estaba tirado en el suelo de la cocina y llamó a su madre. Le pidió ir a urgencias, aunque maldecía a los doctores ellos hicieron que John regresase a aquel lugar. ¿Por qué le dió el alta?

Rápidamente Rachel llegó y se aterró al ver a su hijo. —Mamá, Jack no está— dijo en un susurro entre todo su llanto. —Son malas personas— murmuró sin poder levantarse. —Lo han dejado morir.

A pesar de eso, tuvo que continuar con su trabajo y su vida. En el plató todos celebraban el fin de la guerra menos Alexander que lloraba cada que se hacía mención. De verdad pensaba que había un cielo y se iba a encontrar con él. Empezó a pensarlo como única salvación.

El estado hizo un funeral al cual Henry acudió, era imposible que no se enterase de aquello. Ni siquiera podía tener un funeral propio, allí habían decenas de familias de jóvenes que habían fallecido. Nunca tuvo un entierro, tampoco vieron su cuerpo, tal vez era mejor recordarle así.

Punto Y Coma | LamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora