III. Que insistente.

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Narra: Chico raro

Al día siguiente como siempre hice mi rutina diaria, me levante, me duche, me vestí y por último solo me di una pequeña probadita y a colocarme mis lentes de sol. Salí de mi departamento rápidamente despidiéndome de mi mamá, realizó mi caminata diaria, sentía que algo se me olvidava y entonces escuché un rugido, si, mi estomago, camine a mi cafetería favorita donde solo pedí un mocca y un cuernito, algo simple pero aquella sensación aún seguía presente, "¿que olvidé?" me pregunté a mi mismo, caminé por un rato más hasta que llegue al vecindario y entonces recordé a la chica... ¡LA CHICA!.

Se me había olvidado por completo, fui rápidamente a su casa, aún era temprano y quien sabe si estaba en casa o si seguía dormida, aunque dudo muchísimo que ella salga.
Camine súper discreto frente a su casa, el auto negro que vi el día de ayer no estaba y como si el destino estuviera de mi lado, la ventana del segundo piso se abrió y ahí estaba, una pequeña bruja que maldiciéndonoslo a su pobre cabello negro, ¡enserio! ella tenía una cosa gigante, con una sonrisa y un buen humor me dirigí a la puerta, solté un suspiro y toque la puerta, si, así sin más.
Tardaron un poco, pero un chico me abrió, realmente se veía igual a la chica solo que... En hombre... Wow si me lo daba, espera, eso no sonó muy hetero de mi parte, bueno ya que.

-¡Hola!, de casualidad está tu... mmm... ¿hermana?-espero estar en lo correcto, se parece bastante a ella así que, si debe ser su hermana.

-¿Eres amigo de ella?-pero que directo y frío sonó eso.

-¡Por supuesto que si!-mi sonrisa aún persistía  o al menos eso intentaba-Hasta se podría decir que ya soy su mejor amigo-"dios ya mátame", pensé-Hable con ella ayer, ¿le podrías decir que estoy aquí?

El chico me miro de pies a cabeza y de cabeza a pies, "enserio que son hermanos, ¡dios!", me miraba con cara de no creer nada de lo que había dicho, ¡para el colmo me lo recalcó en la cara cuando me cerró la puerta y quede como un idiota otra vez!, supongo que fue a comprobar que lo que dije era verdadero.

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Narra: Jess
Me desperté hecha una mierda, primero el sol entrando por la ventana por un pequeño espacio, luego el no poder reconciliar el sueño, lo peor fue levantarme de mi cama y sentir un dolor terrible en mi espalda. Estamos empezando el día muy mal, fui al baño de mi habitación para lavarme la cara y ahí estaba, una horrible criatura que le hicieron un remolino en mi cabello, "¡que maldición es esta!", suspiré molesta y cepille mis diente, trate de arreglar mi cabello pero fue inútil, que puedo decir son cosas de la vida.

Me dirigí a la ventana para abrirla y dejar entrar el sol y la pequeña brisa, no me gustaba la idea de estar a oscuras en mi habitación.

Entonces volví a recostarme un poco y decidí ver mi teléfono, "¡¿nueve por siento de pila?!".

Di un respingo al escuchar cómo cerraban fuertemente la puerta de la casa, me senté rápidamente en la cama, iba a ir por mi cargador pero aquel ruido me lo impidió y la interrupcion brusca de mi hermano al abrir la puerta de mi habitación también, mi mala cara se hizo presente y antes de que pudiera reclamarle me dijo.

-¿Desde cuando eres tan sociable?-la expresión de su rostro horrorosa, parece que no soy la única que está empezando mal día.

-¿Que?-de donde sacó eso tan de repente.
-¿Que si desde cua-
-Si ya escuché-Interrumpí antes de que terminase-pero, ¿porque lo dices?-pregunte antes de levantarme de mi cama y buscar mi cargador.

Mi hermano se cruzó de brazos y se recargó en el marco de la puerta.

-Hay un tipo en la puerta diciendo que son "Mejores amigo" y que hablo contigo ayer-su tono j
era algo molesto.

Me quede unos momentos en silencio," ¿Un tipo?... ¡El chico raro que me llamo preciosa!" debe ser una maldita broma.

Aventé mi cargador a la cama y sin querer empuje a mi hermano para salir corriendo de mi habitación, no tuve el tiempo ni de pensar en lo que estaba haciendo, baje las escaleras como pude corriendo y casi me caído, ya estaba abriendo la puerta, ahí estaba con sus estúpidos lentes de sol y boba sonrisa, "¿en serio no puedo tener una mañana normal?"

-Oh, ¡buenos días preciosa!... Bueno no son buenos para tu cabello-otra vez su tonto apodo y su típica estúpida sonrisa.

-¿Que haces aquí?, ¡¿acaso me estás acosando?!, llamaré a la policía si no te-

-Hey, hey, ya quisieras que te acosara, ademas ¿porque querría acosar a tu nido que tienes en la cabeza?-ahora si está muerto, pensé en cerrarle la puerta en su cara pero él me detuvo en el instante.

-Espera, es broma, no te lo tomes personal-su risa es irritante, ademas ¿quien se cree para insultar a mi nido?... Digo, a mi cabello, "Ñi ti li timis pirsinil"
-¿Que quieres?-mi tono fue frío y seco.
-Solo quería terminar lo que empece ayer.- ahora que mosco le pico-ya que me dejaste como un estúpido, que quería hablarte pero pusiste tu cara de amargada.
-¿Disculpa?-me ofendí y moleste por eso, algo que él noto a simple vista.
-Solo digo que no empezamos con el pie correcto, me llamo Félix.-extendió su mano y me dedicó una sonrisa amigable.

"¿Porque este tipo quiere hablarme?", no lo entendía, era muy raro, pero se veía que tenía buenas intenciones, "¿Realmente quiere ser mi amigo sin siquiera conocerme?", veamos cuánto dura esto y cuando se aleja de mi. Le di la mano insegura las cuales estréchanos.

-Soy Jess-mi tono ya no era del todo frío y seco.
-¿Vez que era así de fácil, Jessesita?-su sonrisa aún persistía.-¿porque ni salimos?-este chico si que era insistente.
-¿Que?, ¿porque?-pregunte pues no tenía pensado salir.
-Eres muy preguntona, dios, para pasar el rato, ¿pues para que más?-alzó una ceja.
-si bueno, lo siento, hoy no tengo ganas de salir, así que, será otro día.-agarre el extremo de la puerta y lo mire, apenas me doy cuenta de sus ojos color verde.
-Ósea nunca-se cruzó de brazos y me miro.
-Exacto-intente cerrar la puerta.

Félix me detuvo, "¿No piensa rendirse o que?"

˚。⋆˚ǫᴜᴇ ᴘᴀsᴏ ᴄᴏɴ ᴍɪ ɢɪʀʟ˚⋆。˚ ⋆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora