Mi historia

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Adam

23-12-2018

–Todo empezó a finales de Diciembre del pasado año, era el cumpleaños de mi hermana pequeña, cada vez que lo era mía padres organizaban una gran fiesta de etiqueta. Invitaban a todos sus amigos, los suyos, los de ellos no los de mi hermana, hacían lo mismo cada cumpleaños, el suyo o el mío.

»Aquel Diciembre decidí hacer algunas invitaciones de más e invitar a los que yo creía que eran más amigos de Lola, cuando llegaron a mis padres no se les ocurrió una mejor idea que echarles a gritos, llamándoles incultos, maleducados... en fin insultos de su nivel de sociedad, les llamo yo.

»Siguieron la fiesta como si no hubiera pasado nada convirtiéndose así en la comidilla del vecindario por gritar a unos pobres niños de nueve años. Al acabar la fiesta sobre las diez y media de la noche los empleados de la casa comenzaron a limpiar todo, mientras tanto llamaron a mi hermana por su nombre completo (María de los Dolores) con un tono bastante poco hostil y agradable para que fuera a su despacho de supuesta "pareja feliz" y le echaron la bronca por "invitar a unos fracasado de familia pobre y sin dinero que les haría quedar mal enfrente de todos"

»Lola salió del despacho media hora después de haberles repetido al menos veinte veces que ella no les había invitado.

»Mamá y papá le prohibieron volver a verles y yo me lleve el secreto a la tumba por miedo.

»Desde ahí todos sus "amigos" empezaron a separarse de ellos por el supuesto rumor de abusadores– Si, lo único que hicieron fue gritarles a unos niños, pero uno recoge lo que siembra.– Eso hizo que se convirtieran en unos padres muy estrictos; amistades forradas, buena gente, buen comportamiento, buenas notas, buena familia, bueno, bueno, bueno. Todo debía de ser bueno para que nosotros pudiésemos relacionarnos con ellos. Todo esto me llevo a conocer a Noah, en poco tiempo nos convertimos en buenos amigos, hasta que llegamos a ser mejores amigos.

»A mis padres les caía genial, (por su procedencia suponía yo) y siempre me decían que no debía separarme de el, y que intentará parecerme en lo más mínimo ya que era un buen chico.

Todo esto nos lleva a hace casi un mes, cuando era el último día de instituto y decidí cambiar mi elección de carrera, a Noah no le pareció bien, y a papá y mamá menos. Me echaron de casa, y ahora estoy viviendo en casa de mi abuela mientras busco trabajo para poder reconstruir mi vida poco a poco.

–Lo siento– Dijo ella con cuidado.

–No es tu culpa, ya lo sabes.– Lo pensé antes de decirlo, pero quería saber más de aquella chica.– Se me hace raro contarle la historia a una desconocida.

–¡Oye! Yo no soy una desconocida, soy tu nueva psicóloga– Dijo ella fingiendo estar ofendida y poniendo cara de satisfacción respecto a ser mi psicóloga; la razón se me escapa de las manos.

–Sigues siendo una desconocida, ¿No te tocaría contarme ahora tu historia?– Dije intentando poner una cara adorable. Lo que me hizo soltar un carcajada. Me sentí orgulloso.

–La sesión acaba en pocos minutos, ¿en serio quieres desperdiciarla hablando sobre mi? Estarías tirando tu dinero.

–Pues va a ser que si quiero.

–Pues va a ser que no.– Dijo ella intentando no sonreir– Déjame que apunte unas cosas y seguimos.

–Ni siquiera sé cómo te llamas– Solté sin pensar.

– Te lo he dicho antes que entraras .

–Pues ya no me acuerdo.

–Es Aur...

–¡Aurora! Eso quería decir yo.

–Aura.

–Bueno es lo mismo, bonito nombre por cierto.

– Si, si guardate tus tontería para otra chica– Dijo todavía sin levantar la cabeza del papel.– Ya está quedan cinco minutos, por hoy no hay mucho más que hacer, te puedes ir si quieres.

–Vale– Me levante y cogí mi mochila, ella copio mi gesto y me acompaño hasta la puerta.

–Espero verte en la próxima sesión.

–Si, yo tambien.

                               * * *

Al llegar a casa después de coger varios buses me tumbe en el sofá de la habitación de invitados a revisar mi teléfono. Tenía dos mensajes de mi hermana

Lola
Que tal vas con tu aventura?

Te fuiste tan rápido que ni te despediste de mí.

Adam
Voy tirando, cuando puedas te recojo y vamos a la heladería.

Que tal vais por ahí?

Deje el móvil en la mesa de noche y baje a prepararme algo de merendar.

Terminé cogiendo algunas galletas y me senté a ver la televisión tiempo después me quedé dormido.

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He intentado hacerlo más largo, aunque siga siendo corto, prometo que iré mejorando.

L.Rodríguez

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