estaban destinados
A las 6am ella se fue caminando con el en silencio, sin un nadie omita una palabra.
El la agarro de la mano y ella no se negó.
La extrañaba.
Para ella no existía un hombre más hermoso que el, era su vida.
Y el no quería perderla otra vez.
– amor – habla por primera vez el
– que pasa lu? – Preguntó ella
– mañana vamos a hablar bien de el tema pero quiero que aunque sea quedemos como amigos, vos sos la mujer de mi vida y no te quiero perder del todo – le pide el
– mañana hablamos bien lu – dice ella esquivando el tema
Y el camino siguió en silencio.
Al llegar a la casa de el fueron directamente a la habitación donde el le dio ropa para estar cómoda.
– duermo en el living si queres – le tira el con ganas de que ella lo invite
– no, vos dormis acá – le dice ella
– no gorda, vos acá quiero que estés cómoda – le insiste el
– dormi conmigo – le propone ella
– segura? – Preguntó el
– si lu, quédate – le ordena
Y así fue como durmieron juntos después de tantos meses.
Ambos sintieron algo en su corazón a vivir esa experiencia después de tanto.
El olió su cabello, como amaba su olor.
Es la mujer perfecta, pensaba el.
Estaba enamorado, enamorado como cuando la conoció.
Enamorado de su risa, de su cara de orto, de sus enojos, de sus ojos, de su personalidad, estaba enamorado de ella.
Era el amor de su vida, pero la dejo ir.
