Yakgwa [Mumyeong x Jihwa]

Capítulo 8

Jihwa se quedó en el agua unos minutos más sintiendo la vergüenza tirar de él. Quería hundirse hasta la barbilla en el agua y quedarse ahí, decirle a Mumyeong que volviera antes que él y se vieran en la casa pero eso solo haría las cosas más incomodas de lo que ya estaban.

Con cuidado agarró el jabón para no perderlo y aprovechó que Mumyeong seguía dándole la espalda para salir. Agarró lo toalla lo más rápido que pudo y se secó solo lo suficiente antes de empezar a vestirse a toda prisa.

⸺Puedes envolver el jabón con esto.⸺ Mumyeong habló haciéndolo dar un respingo y mirar sobre su hombro, el bufón tenía una expresión en blanco pero mucho más seria que la que tenía normalmente y Jihwa se sentía nervioso, pero aun así agarró el recorte de tela que le ofrecía y envolvió el jabón antes de guardarlo dentro de su ropa.

⸺Gracias.⸺ Murmuró algo incómodo y el silencio se alargó por unos segundos antes de que Jihwa se levantara del todo y fingiera quitarse el polvo de los pantalones. Mantuvo su mirada en los ojos de Mumyeong tratando de seguir su ejemplo y fingir que no estaba mortificado hasta que el hombre extendió el pequeño bote de perfume, dejándolo en la mano de Jihwa pero logrando que sus manos no se tocaran.

Mumyeong, como tantas veces, no dijo nada y una vez que Jihwa agarró bien el frasco, se dio la vuelta y empezó a caminar. Jihwa se apresuró a seguirlo pero se mordió la mejilla interna de los nervios, guardando cuidadosamente el pequeño frasco en sus ropas, cuidando que fuera imposible que se cayera.

El silencio no fue cómodo como cuando se dirigían al lago, en cambio, parecía que una atmosfera pesada se había creado entre ellos. Mumyeong era bastante inexpresivo pero Jihwa no pudo evitar notar como parecía mantener su distancia, yendo tan lejos como para separarse unos metros mientras caminaban a la par, quedando cada uno en las orillas contrarias del camino.

Jihwa pensó por un momento en bromear con eso, señalar con voz alegre que tan lejos estaban uno del otro pero no se atrevió a abrir la boca. Si Mumyeong lo había notado no quería que lo mencionara descuidadamente, nada aumentaría más su vergüenza que Mumyeong diciendo que se había dado cuenta de la reacción de su cuerpo.

O peor, se sentiría mil veces más mortificado si la charla incomoda resultaba en que Mumyeong no se había dado cuenta y Jihwa se lo hacía saber, sería como exponerse a sí mismo y mostraría lo torpe que era en realidad cuando estaba nervioso.

Tal vez Mumyeong estaba cansado por el trabajo, tal vez había tomado su movimiento brusco como que si Jihwa hubiera rechazado que le enjuagara el cabello en vez de darse cuenta de lo que realmente estaba pasando. Había tantas opciones y Jihwa se sentía estresado tan solo de pensarlas.

...
...

Había sido divertido para Mumyeong molestar a Jihwa en el lago un poco a pesar de todo y, como tantas veces antes, se sintió natural preguntarle si quería que lo ayudara a lavar su cabello.

Era bueno ver a Jihwa más feliz y más receptivo que en los días más tristes donde Mumyeong solo podía ofrecerle un consuelo silencioso mientras se sentaban sobre el pasto.

Mumyeong se había encontrado sin palabras durante esos momentos, sintiendo de pronto que el pasado volvía con fuerza y recordando de una manera discordante como a él mismo no se le había permitido llorar en su tiempo. Las lágrimas habían salido solamente cuando un castigo físico era demasiado largo y doloroso, pero incluso las lágrimas de dolor se habían desvanecido cuando entró a la edad adulta.

¿Tal vez por eso gravitaba tanto alrededor de Jihwa? ¿Por ello se sentía tan enredado por sus lágrimas?

No se atrevió a responderse esas preguntas ni a sí mismo y empujó esas sensaciones al fondo de su mente, ignorándolas.