Mirame.
Apareceré en tus sueños y pesadillas. No te dejaré descansar.
¿Quieres descansar? Ayúdame...
Eres el único que puede hacerlo.
Aquellas oraciones se repetian una y otra vez en la mente de Riki mientras iba caminando de regreso a su casa.
Apenas llevaba dos días desde que soñó con aquella irritante chica y su mente ya no podía olvidarla.
El pelinegro se había cansado de pensar en ella en todo el día. Ni siquiera sabía su nombre o de donde provenía, solo sabía que aquella chica quería su ayuda y él no entendía para qué.
"Que fastidio" pensó mientras sonaba la música en sus oídos. Riki amaba caminar escuchando música. Lo ayudaba a no centrarse en los fantasmas que habían en las calles de Seúl.
—Ni siquiera sé quien es o porque soñé con ella —dijo en voz alta, deteniendose frente a la puerta de su casa.
Riki estaba acostumbrabo a tener sueños extraños. Estaba acostumbrado a soñar con personas que no conocía y a escucharlas pedir ayuda. Sabía que cada vez que sucedía era porque aquella persona que veía en sueños estaba a punto de aparecersele en su realidad, pero nunca sabía cuando y cómo pasaría.
Aquella habilidad la había adquirido por parte de la familia de su madre, quienes todos en ella tenían una habilidad parecida que se relacionaba con el más allá. Algunos veían fantasmas, otros los escuchaban, otro podían permitir que tomaran su cuerpo y otros tenían la habilidad de conectarse con ellos.
"Espero que haya cena en casa" pensó en cuanto abrió la puerta.
Debido a su habilidad, su energía se desvanecía bastante rápido y era por eso que gran parte del día la pasaba durmiendo o comiendo.
Riki cerró la puerta de la casa y se quitó sus zapatos mientras observaba todo a su alrededor. La casa estaba en calma lo que significaba que no había nadie en ella. O eso era lo que creía.
Riki dio unos pasos más hasta que llegó a la cocina. En ella, encontró una silueta femenina parada al lado del refrigerador. Aquella silueta no fue nada intimidante ni asustadiza para él, de hecho, le causo cierta molestia encontrarla en la cocina y no afuera de su casa, pues le disgustaba que los fantasmas entraran al lugar que él consideraba como su propio espacio.
Decidió ignorar la silueta y fingir que no la veía. Se acercó al refrigerador y de este saco el jugo de naranja que deseaba beber. Buscó un vaso para poder servir el líquido y en cuanto lo hizo, la voz de aquella silueta se hizo escuchar en todo el silencioso lugar.
—Sé que puedes verme —declaró la voz femenina—. No finjas que no.
Riki no dijo nada. Pretendió no haber oído lo que la fanrasma dijo y bebió el jugo sin ningun pesar.
—¿Me estás ignorando? —cuestionó ella, ciertamente ofendida—. ¿Cómo puedes ignorarme?
"Qué pesada que es" pensó y guardó el jugo otra vez en el refrigerador. Salió de la cocina y se dirigió a su habitación. Cerró la puerta antes de que la fantasma pudiera entrar y se sentó en la cama para comenzar a quitarse el uniforme.
Él ya sabía de quien se trataba. Sabía que la fantasma era la chica con la que había soñado días atras, pero, a pesar de saberlo, no tenía ninguna intención de relacionarse con ella.
—¡No puedes ignorarme! —grito la chica, atravezando la pared y dejando sorprendido a Riki.
Sí, le sorprendió verla hacer eso ya que ningún fantasma había podido hacerlo hasta ese momento. Todas las habitaciones —a excepción de la sala y cocina— tenían una especie de protección mística que una de sus tías había creado para poder darles cierta privacidad a todos mientras estuvieran en casa. Aquella protección era bastante poderosa, por lo que ningún fantasma podía derribarlo.
—Que carajos —mencionó Riki, asombrado—. ¿Cómo...
—¿Ahora si me ves? —indagó la chica, pero Riki no alzó la mirada, solo permaneció observando la pared.
—Creo que le diré a la tía que es momento de renovar la protección —dijo, ignorando por completo la pregunta de la chica.
La fantasma comenzaba a desesperarse. Nunca habia sido muy paciente y como fantasma lo era menos.
—¡Soy un fantasma y puedo lastimarte! —exclamó, irritada, pero no consiguió ninguna reacción de él—. ¿Qué no me tienes miedo?
Riki soltó un suspiro pesado y alzó la cabeza para plasmar su mirada en ella. Se levantó de la cama y caminó hasta llegar a la chica.
—No —le dijo por fin—. No te tengo miedo. Así que, si no es mucho pedir, ¿te largarías de mi habitación?
—¿Qué?
Riki la miro sin expresión alguna y paso de ella hasta llegar a la puerta de su habitación.
—Afuera, ahora —exigió, pero la chica no le obedeció.
—¿Me estás echando?
—Vaya, no creí que los fantasmas pudieran ser tan idiotas —mencionó con ironía, enfadando por completo a la chica—. Sí, te estoy echando.
Ella se acercó a Riki y le sacó la lengua.
—Tienes suerte de que me sirvas, porque de no ser el caso juro que ahora mismo estarías suplicando por perdón.
Riki rió ligeramente, sin tomar en serio las palabras de la chica.
—Escucha, fantasmita insoportable. Mi trabajo como ayudante de almas esta fuera de servicio hasta nuevo aviso. Si necesitas ayuda, puedes recurrir a alguien más de mi familia o a algún chaman de la calle, pero no a mí porque no te voy a ayudar. ¿Entendiste? Ahora, largo de mi habitación o sino voy a tener que usar las campanas y sé muy bien que eso no te va a gustar.
La chica lo miró con odio, pero no le dijo nada. Resignada, se desvaneció y desapareció como el viento, dejando solo a Riki.Él sabía que no se había librado de ella, sabía que aquella fantasma volvería a él, porque así era como funcionaba. Cuando soñaba con alguien se veía obligado a ayudar a esa alma hasta que dejase de soñarlo o pensarlo, pues de no hacerlo, quien sufriría las consecuencias iba a ser él.
Sin embargo, a pesar de saberlo, decidió echar a aquella fantasma de su habitación porque realmente deseaba estar solo en ese momento. Y es que, había terminado su relación con la chica que tanto quería.
[nota]¡Ah! ¡Nueva historia de Riki! Espero de todo corazón que esta introducción les haya gustado mucho. Y espero también que vayan a guardar esto en su biblioteca para que les avise cuando se publique el primer capítulo.
Esta historia será un poco diferente a las otras y, por lo tanto, espero y deseo que la lean y que la disfruten mucho.
~Avy.
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Ghosthing ;; 𝗡𝗶𝘀𝗵𝗶𝗺𝘂𝗿𝗮 𝗥𝗶𝗸𝗶
Fanfiction𝐑𝐊┊Riki es un adolescente que atraviesa su último año escolar entre risas, fantasmas y una familia alocada. ¿Qué harías si un día, de repente, aparece un fantasma en tu habitación y te pide ayuda para cruzar hacia el otro lado? Lo mas probable es...