6

2.9K 330 9
                                    

Naruto ni Jujutsu Kaisen me pertenecen son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.

Sin más que decir se despide su amigo y que comience este jodido capitulo de mierda.

----------------------------------------------------

Yuto Kiba se consideraba un hombre que no le gustaba la violencia, no tenían que confundir su pacifismo con dejación ya que no dejaría que nadie le pasara encima ni tampoco a sus seres queridos.

"Sempai, hemos llegado"

La suave voz de su amiga y compañera de nobleza Koneko hizo a Yuto salir sus pensamientos.

Era un lugar era un viejo edificio.

Kuoh tenía ese problema, habían varias docenas de edificios en construcción o abandonados por lo que este tipo de lugares no era tan irregulares.

Pero el ambiente era otra cosa.

Todo estaba en silencio, pero no un silencio normal, un algo así como un tercer silencio presente.

El primer silencio era el de ellos, Koneko era poco habladora y él prefería que fuera así ya que tampoco le gustaba hablar mucho, el segundo silenció fue el generado por el ambiente, no había nadie alrededor por lo que todo estaba en paz y tranquilidad.

Pero había un tercero, un silencio asqueroso que abrumaba a los otros dos, era sofocante como si te obligara a no hablar o hacer algún sonido.

Algo peligroso había aquí.

-Estas segura de la información-Hablo Yuto decidiendo romper aquel ambiente sofocante.

-Si, mi contrato me ha dicho que hay algo aquí, que no les deja trabajar tranquilos, que por favor me desaga de ellos, nadie ha muerto, por lo que debe ser una maldición menor-Hablo Koneko ya que aquello según la historia debía ser un hechizo de maldición de bajo rango.

No vio la necesidad de llamar a Rias, después de todo era su contrato, además que ese tipo de maldiciones eran demasiado fácil de romper.

-Muy bien-Hablo Kiba pero sentía la piel de gallina, al menos problemas ellos se irían de aquí.

Koneko se ajusto los guantes de 5 libras de sus manos mientras que Kiba dio paso para adelante.

Slash.

Kiba soltó una bocanada de sangre cuando su pecho fue destrozado dejando un enorme agujero en medio de este.

Kiba dio un jadeo mientras que saltaba para atrás bajo la mirada de impresión de Koneko quien se preguntaba que había sido eso de Kiba.

-¡Koneko en guardia!-Grito Kiba mientras que en su mano aparecía una espada.

La espada era simple, no tenía ornamenta alguna y se veía que era práctica, fácil de crear y sobre todo que cumplía su propósito que era el de matar.

-Sempai que...-Koneko dando media vuelta viéndole pero entonces no pudo terminar de hablar porque se congelo.

"Tienes buenos instintos niño, te doy eso"

Koneko sudo frío al oír una voz a menos de cien metros, sus instintos le gritaba que huyera pero su cuerpo se negaba congelado donde estaba.

Lentamente Koneko giro su cabeza mientras que Kiba observaba a alguien salir de entre las sombras de aquel lugar.

Las sombras no eran sombras normales, incluso con su visión nocturna no podían distinguir nada, entonces Kiba maldijo su error por tener el pensamiento de un humano ya que sintió que algo lo cuadraba y era esto.

Corazón de infinito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora