Naruto ni Highschool DXD me pertenecen, son de sus respectivos dueños, asi como los animes que salgan aquí.
Sin más que decir se despide su amigo y que comience este jodido capítulo.
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Naruto estaba sentado con sus piernas cruzadas viendo con una sonrisa a una docena de paredes de papel con una sombra humana en ellas.
Ellos eran el mayor dolor de culo de cualquier Onmyouji, corruptos hasta la médula y harían cualquier cosa para mantenerse en el poder.
Naruto no los había matado porque nadie le seguiría, agarrar el liderato con sus manos manchadas de sangre no era algo recomendable.
-Entonces viejos seniles vendrá un semonio de alto rango a visitar-Hablo Naruto con su sonrisa presumida.
"¡No solo te atreves a meter a esos sucios murciélagos! ¡También vendrán más!"
"¡Eres la peor escoria que Onmyouji tiene!"
"¡Con una sola de nuestras ordenes serías tachado de traidor!"
Naruto sostuvo su sonrisa oyendoles despotricar en su contra y maldiciendo el día en que había nacido.
-Y perder a su mayor exorcista, háganlo y no creo que Amaterasu se lo tome a bien....-Hablo Naruto sabiendo la actitud de la diosa del sol.
"......"
Silencio fue lo que recibió a cambio de aquellas palabras.
-Aunque estoy seguro que Gabriel me aceptaría en su santos, ~shiiiiii~ mal negocio perder a un top-Hablo Naruto con burla en su voz sintiendo el aura de todos palidecer.
"¡Esto es inaceptable! ¡Maldito bastardo! ¡No te atrevas a amenzarnos! ¡Recuerda que la remera de tu madre....!"
PAM.
Naruto se golpeo sus rodillas mientras se levantaba y todos palidecieron ante aquello.
-Sea como sea, no les estoy pidiendo permiso, solo les estoy avisando, aquel que intenté hacer algo gracioso en contra de los demonios o de Kuoh será mi enemigo, sea quien sea....-Hablo el ojos vendados mientras caminaba a la puerta.
"¡No hemos terminado de hablar!"
-Yo con ustedes si, recuerdan muy bien lo que le hicieron a los Nekoshou, a esa Belial y a la hija de Baraquiel, se sientan esperando que responda por ustedes, les advierto la próxima ocasión no me meteré en asuntos que no me incluyan, nos vemos viejos esqueletos-Hablo Naruto mientras cerraba la puerta.
Los ancianos se quedaron maldiciendo el insolente exorcista.
Ellos pensaron que sería un perro obediente, le pusieron en bandeja de plata todo pero resultó se igual que su padre.
No se podía controlar y mucho menos derrotar, ese niño había roto la barrera entre la humanidad y la divinidad como si fuera pan de cada día, incluso dioses de alto nivel le temían y no querían tener nada que ver cuando se trataba de él.
A la única que respondía era a dos Yasaka (Por motivos ocultos) y a Amaterasu, el resto solo eran como si fueran simples piojos.
Era como un monstruo sin correa que ellos mismos habían creado, pero ellos estaban a salvo, no los podía matar oh Amaterasu se encargaría de él.
Afuera.
Nuevos reclutas caminaban por el gran pasillo mientras el guía iba hablando con tranquilidad.