Tae sólo piensa en ayer...

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El menor entraba corriendo a la clase dando pequeños saltitos haciendo que su mochila dé brincos al igual que él.

Jungkook lo estaba esperado ahí sentado. Al verlo, dejó de dar brincos y se sentó en su sitio.

—Buenos días, Taehyung. —sonrió.

—Hola.

«Definitivamente está siendo seco.»

—¿Estás enfadado conmigo? Lo entiendo, y lo siento mucho.

—Tae no está enfadado. Tae sólo piensa en ayer... —abultó sus labios mientras buscaba su cuaderno y su agenda entre sus cosas.

—¿Exactamente en qué piensas?

—En qué decirte sobre el beso de ayer. —encontró su agenda y esbozó una sonrisa cuadrada. Jungkook también sonrió.

Comenzaron las clases y Taehyung pareció más callado de lo normal. Estaba sentado sobre sus piernas para poder ver la pizarra y prestaba atención a la explicación del profesor. No le dirigió la palabra a Jungkook en ningún momento.

—Taehyung. ¿Hoy no me vas a ofrecer mi regalo?

—Tae hoy ha dejado el regalo en casita. —tomó su bolígrafo y empezó a dibujar estrellitas en la hoja, creando un marco de estrellas.

—Oh. —formó una línea en sus belfos y comenzó a parpadear repetidas veces frunciendo el ceño.

Cuando sonó el timbre, Taehyung cerró rápidamente su cuaderno y corrió a la puerta al ver a Namjoon ahí esperándolo. Lo abrazó fuertemente y sonrió.

El corazón de Jungkook se rompió en pedazos y las lágrimas inundaron sus ojos. Inhaló duramente y salió del aula por la otra puerta.

—Namu, el chico mono y muy muy guapo del que te hablo es el que está atrás. —sonreía con emoción.

—No hay nadie.

—¿No? —entonces abrió la boca con sorpresa— Kookie se ha ido... ¿Dónde ha ido Kookie?

—¿Hay algo que tengas que contarme, o ya me lo has contado todo?

—Él besó a Tae ayer aquí... —tocó sus labios— Y Tae no le dio permiso para hacerlo.

—¿De casualidad lo has estado ignorando o algo? —el peligris alzó las cejas curioso.

El rubio gimoteó mientras jugaba con su falda y movía la punta del zapato contra el suelo.

—Tae no lo sabe... Cree que lo hizo un poco, pero Tae aún quiere mucho a Kookie. —hizo puchero.

—Ay por Dios... —sonrió— Ya está. Seguro que él también te quiere. Si te besó habrá sido por algo lógico. —lo abrazó.

—Kookie ayer me dijo que se había enamorado de mí. Me lo dijo ayer en el parque. —abría sus grandes ojos y lo observaba con atención.

—¿Enserio? Pues tenlo claro. Le gustas mucho, Taehyung. No pienses demasiado, porque llegarás tarde.

—¿Llegar tarde a dónde? Tae no quiere llegar tarde a ningún lado. —gimoteó preocupado.

Namjoon no podía creerlo.

En ése mismo instante, el pelinegro iba por el pasillo ignorando a todas esas personas extrañas que querían hablar con él. Simplemente quería encerrarse en un baño hasta la próxima clase. Se le había derrumbado todo a su alrededor. Se le venía el mundo abajo.

Los latidos de su corazón iban demasiado rápido sólo por un malentendido.

Iba a hacer su mayor esfuerzo para superar a Taehyung. Jamás creyó que le pasaría algo como eso. Jamás creyó que el rubio haría eso.

Hyperactive Love -KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora