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Corazón Radiante y Zarpa Brillante salieron del campamento con el objetivo de empezar el entrenamiento.

-Antes de nada, Corazón Radiante- dijo la aprendiza -¿Quién es Estrella Sangrienta?-

Al oír esa pregunta, el pelo del guerrero se erizó y las orejas bajaron.

-É-Él...- tartamudeó con miedo -No es nadie importante...-

Esa respuesta se le hizo extraña a Zarpa Brillante, pero no le dio importancia.

-Bueno, ¿me enseñas a cazar?- le preguntó a su mentor

Aliviado porque su aprendiza no le volvió a preguntar sobre quién era Estrella Sangrienta, suspiró y maulló:

-Sí, vamos-

Corazón Radiante y Zarpa Brillante se pegaron toda la tarde cazando. Cuando terminaron, el sol ya se estaba poniendo.

-No he cazado nada...- maulló tristemente la aprendiza

-Es normal, es tu primera cacería, no vas a conseguir todo a la primera- explicó Corazón Radiante -Ten, por lo menos verán que llevas algo-

Zarpa Brillante cogió el sapo que su mentor tenía en la boca.

-Volvamos- ordenó el guerrero

Cuando llegaron, fueron a la pila de carne fresca y dejaron las presas que habían cazado.

-¿Y ahora qué hacemos?- preguntó la aprendiza mirando a su mentor

Corazón Radiante contestó suavemente diciendo:

-Tú lo que quieras, yo iré con los demás guerreros-

Zarpa Brillante asintió con la cabeza y se fue con Zarpa Nubosa y Rendiño.

-¿Cómo ha ido ese primer entrenamiento?- preguntó Rendiño

-¿Ya te enseñaron a cazar?- añadió Zarpa Nubosa

La joven aprendiza se sintió demasiado emocionada cuando vio el interés de sus compañeros.

-¡Os lo contaré todo!-

Esa misma noche, Garra Sombría llamó a Corazón Radiante, Garra Roja, Orejas de León, Hocico Largo y Cola Blanca para una patrulla especial.

-Guerreros, lamento llamaros a estas horas, pero Colmillo Negro no ha vuelto desde que se fue de la reunión- explicó el lugarteniente -Es por eso que os ordeno que vayáis a buscarlo-

El guerrero Garra Roja interrumpió a su lugarteniente.

-¿Pero para qué quieres que lo traigamos de vuelta si siempre cuestiona las decisiones del líder?-

-Porque si no, tenemos un guerrero menos- dijo Garra Sombría -Y queremos ser suficientes para lo que pueda venir-

-Volveremos pronto, y con Colmillo Negro junto a nosotros- maulló Cola Blanca -Vamos, compañeros-

Así, el grupo de guerreros salió corriendo del campamento. Tras unas horas después, la patrulla de guerreros seguía buscando a Colmillo Negro.

-Hemos buscado por todo nuestro territorio y no lo encontramos- dijo Garra Roja mientras jadeaba -¡Yo me largo!-

-Garra Roja, hay que seguir buscando- ordenó Orejas de León

-¡Pues no! ¿Para qué vamos a seguir? Estamos perdiendo el tiempo por una bola de pelo que siempre arruina las reuniones- siseó el gato rojo

Cuando oyó eso, Cola Blanca giró hacia Garra Roja bruscamente.

-Esa bola de pelo es nuestro compañero, así que si no quieres que le diga a Garra Sombría que no has colaborado, quédate aquí- dijo Cola Blanca mirando fijamente a Garra Sombría

Mientras Cola Blanca lo miraba fijamente, el pelo de Garra Roja se erizó mientras sus pupilas se dilataban.

-Entendido...-

Al ver que Garra Roja había quitado de su cabeza la idea de marcharse, Cola Blanca siguió liderando la patrulla.

Corazón Radiante soltó una pequeña risa hacia Garra Roja.

-Casi te haces pis encima, Garra Roja-

Garra Roja se enfadó al oír eso.

-Eso es mentira, sólo le hice caso porque no quiero problemas, pero no le tengo miedo a Cola Blanca- explicó Garra Roja

-Se nota, sobre todo en tus ojos cuando te habló- ronroneó Hocico Largo riendo

Garra Roja suspiró de impaciencia.

-Vale, sí. Le tengo un poco de miedo-

De repente, Cola Blanca se giró para hablar con Garra Roja.

-No me tengas miedo, amigo. Mientras no me hagas enfadar todo irá bien- maulló Cola Blanca sonriendo -Prosigamos, compañeros-

-La próxima vez, hablad un poco más bajo- ronroneó Orejas de León

Los otros 3 gatos rieron.

Al día siguiente, el sol iluminaba el campamento y la patrulla de guerreros no había vuelto.

Cuando despertó, Zarpa Brillante vio a sus 2 compañeros durmiendo.

-Los dejaré dormir- se dijo a sí misma Zarpa Brillante

Cuando Zarpa Brillante salió de su guarida, vio a Escarcha Gris salir de la guarida de los veteranos.

-Escarcha Gris, ¿sucede algo?- preguntó la joven aprendiza al ver la cara de la curandera, notando el estrés que llevaba encima

-Bueno, faltan algunas hierbas y...- contestó la atigrada bajando las orejas -Uno de los veteranos se encuentra muy mal y necesita compañía-

-¿Pero no hay uno más?- preguntó Zarpa Brillante

-Sí, pero no le sirve- respondió Escarcha Gris -Necesita una compañía que esté bien, no una que esté casi en sus mismas condiciones-

Zarpa Brillante bajó la cabeza.

-Entiendo-

Pero fue ahí cuando a la aprendiza le vino una gran idea a su cabeza.

-¡Lo tengo!-

-¿Qué pasa?- preguntó Escarcha Gris mirando a la joven gata

-Yo le haré compañía- contestó Zarpa Brillante emocionada

La curandera se extrañó al oír eso.

-¿Estás seguro? Eso conlleva una gran responsabilidad-

-Te he dicho que sí, ¿verdad? ¡Pues yo lo cuidaré!- dijo la joven aprendiza

Los Gatos Guerreros: El Amanecer de Zarpa BrillanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora