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Los primeros días, después de la visita que le hicieron a MinJeong, TaeHyun estuvo muy bajoneado y deprimido. BeomGyu notó enseguida su cambio de humor, no solo por el enlace que ellos compartían, sino también porque era evidente: no bromeó demasiado, dormía más de lo normal y se la pasaba abrazando a JungWon cada vez que podía, como si temiera que fuera a desaparecer de un día para otro.
BeomGyu lo entendía por completo, ¿cómo iba a juzgarlo? Él sabía que JungWon era su vida entera. Sin embargo, no quería que ese miedo lo consumiera y acabara con su novio, no podía permitirlo.
— ¿Cómo? — preguntó TaeHyun al oírlo, un poco aturdido. — ¿Quieres que me mude contigo, ahora?
— Claro, ¿acaso no lo teníamos pensado? — dijo BeomGyu, agarrándole la mano y dándole un beso en los nudillos. — ¿O es que ya te olvidaste de eso?
— ¡No, por supuesto que no! — tartamudeó, pero el Alfa sabía que, en ese momento, eso debía ser lo último que pasaba por su mente. — ¿Estás seguro, Gyu?
BeomGyu solo sonrió, asegurándole con eso que él estaba más que feliz de recibirlo en su casa. Los labios de TaeHyun temblaron, viéndose demasiado afectado por su propuesta, y se abrazaron unos segundos.
— Gracias, Gyunnie — susurró el Omega.
— ¿Cómo que "gracias"? — bromeó el mayor. — Esto te lo cobraré en la cama.
TaeHyun ahora soltó unas carcajadas al escucharlo, teniendo bastante claro que era una simple broma. BeomGyu jamás le presionaba para tener sexo, era muy preocupado por él, y entendía por completo que no tuviera muchas ganas, como en esos días.
— Papá — barboteó JungWon, llamando la atención de ambos, que caminaba hacia ellos con un autito en la mano. — ¡Toto! — gritó, levantando el juguete. — ¡Brum, brum...!
BeomGyu lo tomó en brazos, haciendo que el niño gritara por la emoción. Nada parecía gustarle más que ser acurrucado contra el Alfa.
— ¿Mmm? ¿Quieres que juegue contigo, Juju?
— ¡Sí! — gritó JungWon. — ¡Brum, bruuuuuuuuum! — añadió, como si eso fuera suficiente para hacerse entender.
El Omega lo vio ponerse de pie, sonriendo con suavidad ante la escena: le gustaba mucho eso, ver a BeomGyu interactuando con el cachorrito como todo un padre. A TaeHyun todavía le costaba creer un poco en lo que observaba, en el hecho de que su Alfa reconociera al cachorro como suyo. Cuando tuvo al bebé, TaeHyun se había medio resignado ante el hecho de estar soltero gran parte de su vida, después de todo, ¿qué Alfa querría como un hijo al niño ajeno?
Tal vez fue esa escena, el ver a BeomGyu arrodillado, usando los juguetes de JungWon para interactuar con él, metiéndose en su papel de conductor de autitos, lo que lo convenció totalmente de irse a vivir con él. Sí, ¿qué estaba esperando? Ni siquiera tenía que pensarlo, porque se dio cuenta en ese momento que quería estar toda su vida con BeomGyu.
