Flowers| Hobie Brown

Capítulo 2

La sociedad arácnida

Lo miró por unos segundos antes de levantarse y retroceder rápidamente, bajándose de la cama para eso, viendo cómo se metía como si fuera su casa.

—Una decoración aburrida, pero lo aceptaré.

—¿Qué haces aquí? Digo, ¿Quién eres? Eres muy parecido a Spider-Woman, a quien solo veo en las noticias, pero tú eres hombre, eres rojo—y lo vio, cambió de color cuando tomó su pequeño cactus—O verde, y en papel. Eres muy extraño

—No hace falta que finjas, Spider-Woman. ¿O cómo te llamaron? ¿Spider-Rose?

—Ya te he dicho que no soy Spider-Woman

—¿Ah, sí?—ella solo asintió—Se te cayeron tus disparadores—se los lanzó, alcanzando a tomarlos—Sólo vine a devolvértelos

—Demonios, se rayaron—dándose cuenta de lo que dijo—Eso le preocupará a la heroína—sólo alcanzó a ver su expresión seria que su máscara hacía notar—...¡Ay, ya, está bien! Pero, en serio, ¿Cómo me encontraste?

—Te seguí, obvio—comenzó a ver la habitación—

—Eso no habla bien de ti

—Ni esto de ti—levantó un brasier que estaba en el suelo, corriendo hacia él para arrebatárselo, lanzarlo al closet y cerrarlo—

—¿Ya terminaste de esculcar mi cuarto?

—No, aún me falta ver tu cajones. Voy a ver

—¡Por favor, detente!—se puso delante de él, estirando sus manos en señal de que no pasara—¿Quién eres?

—¿Qué acaso no conoces lo de la identidad secreta?

—Para ser justos, yo ya no la tengo frente a ti, es justo que tú hagas lo mismo.

—Así que idolatras la justicia, eh

—No cambies de tema y dime tu nombre

—Bien, sólo porque admiro esa alma justiciera. Me llamo Hobie Brown

—¿Universo?

—¿Es un interrogatorio?

—Sabes eso de mí, yo también quiero saberlo. Necesito entender esto.

—Tierra 138. No es bonita, por si te lo preguntas

—Rostro

—Te deslumbraría—ella cruzó sus brazos y lo miró seria, demostrándole lo segura que estaba—Que genio

El punk se quitó la máscara, mostrándole su rostro. La castaña lo analizó con precisión, su tono de piel era morena, su cabello era alborotado y tenía piercings, algo que captaba la atención.

—Ay, ni que fueras para tanto

—¿Disculpa?

Notando su voz un poco más gruesa, poniéndola nerviosa.
Sí, el repentino cambio la había tomado desprevenida, erizándole la piel.

—¡Okey!—logrando controlarse—Ahora, lo de la sociedad arácnida--

—Es una sociedad encargada de evitar que el multiverso colapse, bla bla bla. ¿Son boing de mango?—pasó a lado de ella para ir a su escritorio, abriendo ese refrigerador de tamaño pequeño transparente para sacar la bebida—Descontinuaron estas en mi universo. Nunca las consumía como se debía, pero eran fantásticas—sólo lo vio tomar, realmente parecía disfrutarlo—Sí, son fantásticas.