5. | Sé tu mismo y brindale confianza

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Aemond no podía creer que había hecho un avance real con Lucerys, bueno al menos ya no huía o se comportaba como si le incomodara.

Ahora habían pasado unos días desde el cumpleaños de Joffrey y estaba algo estancado, claramente tenía que poner en práctica el paso seis y siete.

Pero había un problema, dado que bueno "Ser el mismo" era exactamente lo que lo llevó a este punto, de tener que tomar consejos de una estúpida revista (que para ser sincero funcionó un poco)

—¿Cómo vas hermano? —Aegon se apareció en su habitación y como otras veces, seguro quería algo.

—Solo dilo y deja de hacer que pierda el tiempo —soltó mientras fingía concentrarse en el libro.

—Rhaenyra le pidió a Helaena cuidar de Egg, Visenya y Viserys, porque ella y su esposo tienen una reunión esta noche, Jacaerys saldrá tarde y las gemelas fueron invitadas a una fiesta —Aemond miro con confusión a su hermano —, ella aceptó pero es el mismo dia que la gala de beneficencia, a la que aceptó ir con nuestro padres. Y ahora no puede cuidarlos.

—¿Y por qué no lo hace Lucerys o Joffrey? —pregunta revisando su teléfono este anuncia un mensaje.

—Verás, Lucerys y Joffrey vendrán conmigo y Daeron, es el día de tíos y sobrinos —anuncia Aegon

—¿Y por qué no voy también?

—Uno nunca quieres venir, dos estas enamorado de Lucerys, tres casi siempre te quejas de nuestros gustos. —Aemond lo considero un momento antes de darse cuenta que su hermano tenía razón.

—Si tiene sentido, y ahora volvamos al inicio. ¿Por qué estás aquí? —Aegon casi corrió hasta la puerta.

—Le dijimos a Rhaenyra que te ofreciste a cuidarlos. Fue idea de Helaena —sin más salió de su cuarto cerrando con fuerza la puerta.

—¡Aegon! —gritó bajando las escaleras. Lo mata, jura que los va matar a los tres.

¿Por qué su mamá tuvo tres hijos defectuosos? No, no, esos son genes de Viserys.

No sabe nada de niños, y ahora tiene que cuidar de tres, solo, SOLO por el amor de todos los dioses.

Esta preparándose para enviar a sus hermanos con los dioses, cuando suena el timbre, mira a ambos lados esperando al mayordomo.

—De que sirve tener sirvientes, si no hacen su trabajo —murmura mientras camina hacia la puerta.

Queda estático cuando ve a Joffrey y Lucerys, junto con los niños.

—Nunca más te dejaré manejar —le dice Lucerys a Joffrey.

—Acabo de sacar la licencia, no me culpes. —responde el muchacho.

Hasta Joffrey aprendió antes que Daeron, definitivamente había algo mal con sus hermanos, culpa de su padre, claro está.

—¡Tío Aemond! —Visenya extendió sus pequeños brazos mientras corría hacia él.

__________

Para ser sinceros, Lucerys no creía lo que Aegon le dijo a su madre, Aemond no era ese tipo de persona, al menos no que él haya visto.

Joffrey tampoco estaba convencido pero eran órdenes de su madre, además máximo serían tres o cuatro horas, les aseguró Jacaerys.

Ahora están parados en la puerta, mirando a Visenya descansar en los brazos de Aemond, parece sorprendido de verlos, lo cual les hace sospechar más.

—¡Llegaron! —dice Daeron entrando y sonriendo —. Te dije que llegarían pronto, hermano.

Aemond lo mira como si deseara matarlo y Lucerys esta casi tentado a decirle que no tiene que hacerlo, que él puedo quedarse y cancelar sus planes. Ya lo había sugerido pero su madre dijo que no, realmente solo acudió a Helaena porque las nanas estaban de vacaciones y se suponía que el evento de sus padre iba ser en la tarde pero cambiaron el horario de forma repentina.

El silencio en el salón fue llenado por el correteo de Egg y Viserys, mientras Visenya se ría cuando cualquiera se caía, lo cual era seguido, porque ambos niños amaban hacer reír a Visenya.

—No tienes que hacerlo —susurró a Aemond que estaba sentado a su lado —. Sé que no te gusta el ruido, no tienes que fingir que quieres hacerlo.

En lugar de responder tomó su mano y lo llevó hasta un salón más pequeño y privado.

—Ahora di lo que piensas. No te voy a juzgar —Lucerys vio a Aemond luchar un poco con sus palabras.

—Nunca he sido bueno con los niños, soy muy...bueno yo, incluso te he tratado mal a ti.

—Sabía que no te lo habían dicho —murmuró

—No, no lo hicieron, pero quiero cuidarlos, solo que no sé, si quieran que los cuide —Lucerys lo miró tratando de ver si era o no verdad.

Resultó que si, lo era y esto cambió la imagen que tenia de Aemond, la destrozó por completo, dándose cuenta que tal vez nunca vio al Aemond real, no por completo al menos.

—Ellos son niños, solo quieren jugar.

—Quiero darte la confianza de que los cuidaré bien, veo tus dudas, son tus hermanos por supuesto que no estas feliz con dejarlos conmigo —dice y Lucerys niega

—No estoy feliz porque no lo escogiste tu, no porque no confíe en ti, ¿quieres hacerlo?. —preguntó

—Quiero hacerlo.

—Esa es toda la confianza que necesito. Lo harás bien, solo muestrales al niño que alguna vez jugó conmigo.

Y con eso se va, diez minutos después abandona el lugar con sus tíos y su hermano.

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Resulta que su conversión con Lucerys, fue reconfortante y quiere brindarle lo mismo, así que tal como dijo, lo hizo.

Ya no estaba tan familiarizado con los juegos de niños como antes pero nada que una búsqueda rápida en Internet no solucione.

Acabo haciendo un fuerte de almohadas que era el "castillo/fortaleza" donde la "princesa" Visenya fue capturada por un malvado "dragón" –o sea él– y los valientes "caballeros" Aegon y Viserys, iban a rescatarla.

En el juego acaba siendo Visenya quien lo derrota y escapa porque así lo quisieron todos, en otro final, Visenya acaba con el dragón como su amigo y este la libera. Sea como sea, se sintió bien volver a esta etapa de él que casi había cerrado y Lucerys con unas palabras se la recordó.

Tal vez pueda ser una mejor versión de él mismo, y cuando Jacaerys llegó por los niños, vio como la sorpresa se reflejaba en su rostro al ver que sus hermanos no dejaban de hablar de lo mucho que se divirtieron, si esto llega a Lucerys, definitivamente habrá ganado su confianza.

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⏰ Última actualización: Jun 17 ⏰

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