07. Una historia para dormir

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Estaba completamente agotado, así que apenas llegamos, me despedí de Nat y entré a mi casa. En la sala estaban mis padres y mi hermano, solo los saludé y me fui a mi habitación.

Entre a la ducha para relajar un poco mi cuerpo y eliminar el estrés del día, mientras enjabonaba mi cuerpo no pude evitar pensar en el tipo que recién había conocido que, por cierto, no me dijo su nombre, la imagen de sus brazos apareció en mi mente, imagine lo que sería estar entre ellos, sin querer comencé a recorrer mi cuerpo imaginando que eran sus manos, me pregunto, qué se sentirá sentir su respiración en mi cuello, sus manos recorrer cada parte de mi cuerpo, ir desde mi cuello a mis muslos y subiendo un poco hasta llegar a mi miembro, imagine gran mano subiendo y bajando por mi miembro mientras la otra acariciaba mi torso, estaba sintiendo demasiado placer solo con imaginarlo, sus ojos mirándome fijamente mientras mi cara de placer delataba lo mucho que lo deseaba, una de sus manos cubría mi boca para ahogar mis gemidos, llegue al éxtasis solo con imaginarlo. No sé qué me pasaba, recién lo había conocido y ya me atraía demasiado.

Salí de la ducha y me puse mi pijama, sequé mi cabello y me tumbé sobre la cama, aún era temprano, no tenía sueño, así que decidí llamar a Perth, yo no tenía teléfono celular aún, pero si una línea de teléfono en mi habitación.

- Hola? – Contestó Perth

- Hola Perth, habla Nunew

- ¿Cómo estás pequeño? ¿esté es el número de tu casa?

- Estoy bien y sí es el número de mi casa, ¿Cómo estás tú? ¿Te regañaron por la pelea? – La verdad si me preocupaba demasiado porque sabía que era mi culpa.

- Estoy bien y no te preocupes, mis padres comprendieron porque lo hice, y por ellos no hubo problema, la que si se molestó fue la directora, me dijo que esta sería la primera advertencia y a la tercera me expulsará de la escuela.

- Bueno por lo menos tus papás no te regañaron por lo que pasó, siento que todo fue mi culpa, perdóname.

- No, no digas eso, sabes que nada de lo que paso es tu culpa, no es tu culpa que te molesten.

- Pero si es mi culpa no saber defenderme, siempre me tienen que defender, y no me gusta que se metan en problemas por mí.

- Yo haría cualquier cosa por ti, ¿lo sabes? – automáticamente mis mejillas se sintieron calientes.

- ¿Por qué dices eso?

- Eres muy importante para mí, yo no quiero que nadie te haga daño, solo quiero que seas feliz, te quiero mucho Nu.

- Yo también te quiero mucho Perth, es extraño que me haya acostumbrado tan rápido a tu compañía, y como no quiero que te sigas metiendo en problemas, hoy me he inscrito en clases de Box para aprender a defenderme.

- ¿Qué? ¿Estás seguro que quieres aprender Box?

- Sí, quiero aprender a defenderme para que tú y Nat no tengan que estarse metiendo en problemas por mi culpa – Realmente la idea no me agradaba del todo, pero era la única solución que tenía por el momento.

- Bien, me gustaría inscribirme contigo, pero tengo otras clases que cubrir, solo prométeme que te cuidarás muchísimo, y si en algún momento sientes que ya no te gusta simplemente déjalo, yo haré todo para protegerte.

- Te prometo que todo va a salir bien – No estaba seguro de si eso era verdad, pero no tenía por qué preocuparlo.

- Bueno pequeño, ¿quieres que te cuente una historia para dormir? – Mi corazón iba a estallar de felicidad

- ¿Qué historia me contarás?

- Te contare la historia de un príncipe al que abandonaron, pero pudo encontrar la felicidad algunos años después.

Distancia, mi peor enemiga (ZeeNunew)(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora