Claire está profundamente enamorada de Nick.
Para Nick, Claire es la persona más importante en su vida.
Jensen conoce un secreto que Nick no quiere que se revele. Y Evie, la mejor amiga de Claire, está implicada en él.
¿Será que cuando Claire se...
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Claire Jones
He intentado volver a la normalidad en vano.
Me resulta tremendamente difícil actuar con naturalidad alrededor de Nick y aunque sé que él también está esforzándose en volver las cosas a cómo eran, para mí no es tan sencillo de llevar a cabo.
No cuando me siento humillada cada vez que me subo a su auto y nos conduce hacia la escuela, donde todos pueden vernos, ya que jamás intenté ocultar mis sentimientos, ni siquiera de él. Ahora la simple idea de pensar en nosotros juntos resultaba absurda.
Nick jamás me habría visto de otra forma que no fuera como su amiga. O quizá, ni eso.
Cuando le ofrecí hacer como si nada, fui una completa imbécil, uno no puede dejar de sentir lo que siente de un día para el otro, pero creí que era lo suficientemente fuerte como para manejarlo. Ahora sabía que no lo era.
Y estaba complicándolo todo al intentar algo con su hermano, lo sabía. Pero a tiempos desesperados, medidas desesperadas.
Además, Jensen estaba haciendo un excelente trabajo al mantenerlo al margen de mis pensamientos, eso fue así hasta que Nick decidió arruinarlo todo con un simple toque.
Cuando tomó mi mano sobre la mesa a modo conciliador, mi temple se fue al escusado. Mi estómago se estrujó y se me aceleró el pulso.
Le solté tan de prisa que ni siquiera permití que su palma me traspasase su calor.
No quería volver a ser la chica a la que podía manejar a su antojo, para él podía no significar nada, pero para mí cada pequeña muestra de su cariño lo era todo y ya no quería conformarme con poco.
Era todo o nada. Yo lo valía.
Me terminé la bebida y sentí el alcohol raspar suavemente mi garganta, no quise mirar a nadie en la mesa, seguramente me delataría, por lo que, simplemente tomé a Andy de la mano y lo dirigí hacia la pista de baile.
—¿Estas bien? —preguntó al encontrarnos lejos.
—No sé —mi vista se había nublado y sabía que mis lágrimas no tardarían en descender—. Es extraño, pero me siento confundida.
—¿Sobre qué dulzura?
Andy nos dirigió a la parte trasera del escenario y pude dejar de esconder mi lastimero estado cuando nos encontramos a solas en el corredor.
—Creo que estoy lista para dejar ir a Nick. Ya no quiero ser su juguete, ni la amiga incondicional que está ahí cuando necesita y desecha al segundo en que puede ser reemplazada por alguien más atractiva. Estoy tan agotada de fingir estar bien, quiero ser libre por una maldita vez y sentir lo que tenga que sentir.
