Samantha leyó por décima vez en el día la misma carta, la misteriosa carta apareció en la mesa en la que siempre se sienta cuando va a su cafetería favorita.
Al contrario de parecer algo "raro" le parecía misterioso, había una persona que se había fijado especialmente en ella. Apesar de tener gustos diferentes a las demás mujeres.
En vez de gustarle ir a fiestas, prefería pasar el rato jugando Warzon junto a las pocas personas que visualizaban frecuentemente su canal. O jugar junto a Osvaldo.
─ ¿Que va a ordenar? ─ Una voz nada familiar la hizo salir de sus propios pensamientos.
─ Lo mismo de siempre ─ Respondió mientras doblaba sutilmente la carta y la guardaba en su mochila.
─ Lo lamento muchacha soy nuevo aquí, así que podría decirme que ordenará y me lo grabaré de memoria ─ Dijo el mesero un tanto apenado.
─ ¡Ah si disculpa! Un moka frappe y un pan con Nutella y almendras ─ Le pidió.
