No amor, no práctica

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Lo and behold, baby
These are the things you make me do
Katherine Wheel I'm burning for you
I'm burning for you
—HIM







¿Quieren saber la verdad? Llevo buen tiempo ardiendo por Mai; años, de hecho. Pero nada he aprendido sobre el amor. Solo sé que es una rueda que gira y gira, y que nos envuelve a todos... en las circunstancias más extrañas.


Quisiera decirte que he puesto en práctica el amor con Mai; pero no. Ella me rechaza. Es el freno de la rueda... o quizá ella es la rueda, porque me marea cuando gira. Estoy atrapado en sus giros indescriptibles; indescifrables. Ella... es algo que no entiendo, pero algo que quiero tener.

Quiero ser parte de tu rueda, Mai; quiero que me hagas girar... hasta marearme. Quiero hartarme de ti.

No quiero a nadie más. Te quiero a ti.

...

Todos conocemos la historia de Trunks y Mai; la niña adulta que se coló en la fiesta de los Brief en compañía de los amigos inseparables solo para conseguir las tan deseadas Esferas del Dragón; aquellos objetos mágicos que lo único, y maravilloso, que consiguen es forjar caminos; he ahí su magia. Y Trunks... el niño rico; el híbrido saiyano superpoderoso... y también supercaprichoso.

Trunks se prendió de Mai desde el momento en que la vio correr, alejándose con su cabello al aire, negro como la oscuridad misma. Sus ojos, igualmente negros, ahondaron en su alma. Y se quedaron en el corazón, en el centro, donde reside todo el amor; el punto. Supo entonces que la quería para él. Que era para él; no para nadie más. Era suya. Pero los años habían pasado, y aunque hubo acercamientos, nada se había concretado. Pensó que el ver a sus versiones del futuro acrecentaría el amor; que una vez que ellas se fueran serían novios. Pero no. Eso no pasó. Los pequeños roces no sirvieron de nada, y con el crecimiento, estaban más alejados que nunca. Cada uno haciendo lo suyo; creciendo a su manera; experimentando lo lumínico y brillante de la juventud, que se sentía como fuegos artificiales. El espíritu centelleaba a través del vientre, y se podía ver. Sin embargo, aun con todo y lo resplandeciente, no había olvidado a Mai. Quizá... la amaba más que nunca, ahora que el espíritu ardía. Ardía por juventud, y la quería... más que nunca, a su lado.

...

—Trunks... te tengo noticias —le dijo su madre, con la calidez-rabia de siempre.

Trunks puso la bicicleta en su lugar.

—¿Ajá?

Mai, vestida como colegiala, justo el uniforme de Blue Hal, se encontraba al costado de Bulma, con la cabeza abajo; seria, tal como era ella. Quizá demasiado seria, pensó Trunks. Parecía como si la hubieran regañado. Mas este detalle pasaba por alto para Trunks, cuyo corazón pegó un brinco, extasiado. Hasta se tocó el pecho. Pese a su seriedad, <<falta de vida>>, se miraba absolutamente hermosa. El viso coqueto seguía ahí, en las líneas redondas de su suave carita, blanca.

—Mai asistirá contigo a la escuela. No la puedo tener por aquí; la gente podría empezar a hablar —dijo Bulma, casi de mal humor.

A Trunks poco le importó lo de las habladurías; estaba muy centrado en Mai y su belleza y su uniforme, cuya falda cubría tal vez demasiado, detalle que le dolía. Quería verle las piernas, como al resto de las muchachas. Supuso que eran blancas y con los muslos gruesos; carnosos. Listos para recibir un apretón. Por poco y babeaba ante tal pensamiento, lo cual era como un tanto contradictorio en comparación con la actitud opaca de Mai.

El muchacho tragó saliva. —E-entiendo.

Bulma alzó las cejas, ya molesta. —Pues ya váyanse —dijo al tiempo que los impulsaba a irse llevando los dedos hacia delante.

—C-claro —dijo Trunks, extremadamente nervioso. ¡¿Cómo era posible que fuera a la escuela con Mai?!¡¿Cómo?! Después de... casi no hablarse. El sueño... era una realidad... de pronto, y a Trunks le faltaba el aire. Pretendía tranquilizarse. Tragó saliva otra vez, y alejó la bicicleta para que Mai lo siguiera, mientras la guiaba a pie, en lugar de montarse en ella; así de nervioso estaba. Para su suerte —matutina—, la muchacha no hablaba siquiera. Caminaba con la cabeza abajo. Agradeció su mutismo y la <<falta de vida>>, puesto que no se sentía en sus cabales para hablar. Ella se robaba todo, como siempre. Le robaba el alma, el aliento. Y no le importaba si le hubiera robado algo más; la billetera... o... un beso... o... o... o la vir-gi-ni-dad. Y la cara se puso roja por ese sucio pensar, cosa que Mai, ensimismada, no notó. Estaba muy ocupada mirando la acera. Trunks no lo sabía, ni lo intuía, pero Mai lidiaba con sus propios pensares de la juventud, y probablemente luchaba más que nadie, puesto que se sumaba la segunda adolescencia, la cual era más cargante, debido a la confusión. Se sentía joven, se sentía adulta. ¿Qué carajos era? No estaba ni siquiera en medio de esas dos. Era... algo extraño.

Como fuera... ella también tenía que cargar con lo difícil de crecer, y estaba nerviosa; no había parado en un colegio desde... hacía muchooo tiempo. No recordaba nada de la escuela, si era que alguna vez había asistido a una, porque no recordaba eso para nada. Por supuesto que había ido a la escuela, pero aquellos tiempos eran diferentes, y el asistir se sentía más serio, y menos <<colegial>>.

El estómago le daba vueltas, y sentía diferente a los muchachos, quienes la miraban también vistiendo sus uniformes. Se sentía inapropiada; como una abuela entre jóvenes, y a la vez era la chica nueva nerviosa, mas la cara no lo transmitía, por tanto, Trunks no se imaginaba para nada el sentir de Mai. Para él era <<ruda>>, y <<sin vida>>, y punto. Y era su Mai; la hermosa y morena Mai, de viso coqueto y ojos juguetones; sonrientes, aunque el resto de la cara no fuera así.

Apenas arribaban y los buitres no se hacían esperar. Las miradas varoniles estaban sobre Mai, y se hacían confidencias, lo que ponía a rabiar a Trunks, quien con cada paso, mirada molesta y gestos de repulsión marcaba su territorio; les hacía ver que era suya, y que ese círculo, creado por él, no podía traspasarse.

Las chicas, claro, la miraban todavía más; algunas con sorpresa, debido a su repentina aparición y belleza excelsa, y otras por sus celos inmediatos. Y las habladurías comenzaron.

¿Quién es esa?

¿Será la novia de Trunks?

No creo.

Pues yo creo que sí.

¡Qué bonita es!

No creo que sea la indicada para Trunks.

Y ante el último comentario escuchado, algo sintió Mai; como un golpe doliente en el pecho. No lo entendió... ¿Por qué le dolió? A ella no le interesaba Brief, pero... le dolió. Eso dolía... el que te creyeran menos. Y las emociones de juventud se acrecentaban, las cuales dolían... y mucho; laceraban... como jamás lo imaginó. Volvió a bajar la cabeza al entrar. Trunks, sumido en ella y en sus pensamientos de juventud, la seguía todavía.

Cuando se adentraron al edificio, de entre las sombras esparcidas por el resto de los salones, surgió una preciosa rubia de aspecto angelical, mas el ademán y la actitud eran de un roedor; uno sucio.

—Así que esa es la novia de Trunks... —dijo con desprecio y mofa.

Las amigas imitaron su pose pedante.

—Veo que tendré competencia... aunque no por mucho —finalizó con una sonrisa ladina. Las amigas rieron malvadas, en apoyo a ella.
















































































Nota de autor: ¡Hola 😍! Bienvenidos sean al primer capítulo de esta fic apresurada (pido disculpas por la decadente escritura). Si me preguntan adónde se dirige esta historia... déjenme decirles que no lo sé XD. Yo solo espero escribir una historia de estudiantes muy romántica para ustedes. Una <<romcom>>. Espero que ocurran cosas realmente interesantes en los capítulos venideros.
Nos vemos pronto 💗.

Katherine WheelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora