La evolución de Grimm

Capítulo 24

Capítulo 24. Primeros pasos

-------

Autor: Caos65

"Solo quiero que ustedes dos sepan que los odio", se quejó Qrow cuando la puerta de entrada a la residencia de Xiao Long se abrió. Tanto Summer como Tai estaban parados en la entrada, sin siquiera tratar de ocultar sus sonrisas.

"Hola a ti también, Qrow", gorjeó Summer, dando un paso atrás para permitirle entrar a Qrow. "¿Entonces supongo que no te ofreciste como voluntario para cuidar a las niñas cuando nos fuimos?"

Qrow frunció el ceño y se dirigió directamente al sofá. Debería haber sabido que sus dos mejores amigos se burlarían de él. Al menos tenía unos días para prepararse para la inevitable confrontación, no es que la hiciera menos vergonzosa. "Ozpin conocerá el dolor cuando lo vuelva a ver", murmuró.

Tai se rió entre dientes mientras se sentaba a su lado, mientras Summer se dirigía directamente a la cocina, con una amplia sonrisa todavía en su rostro. "No seas tan pesimista, Qrow", el rubio le dio una palmada en el hombro. "Esas son tus vacaciones. ¡Sonríe! Vas a pasar un buen rato con tus sobrinas".

El ceño de Qrow se profundizó. "Creo que tenemos una definición completamente diferente de vacaciones, Tai", afirmó, tomando un sorbo de su petaca. "Playas de arena, hermosas chicas en diminutos bikinis y alcohol, mucho alcohol. Eso son las verdaderas vacaciones".

Tai puso los ojos en blanco. "Pasas demasiado tiempo en Vacuo", dijo inexpresivo. "¿También debería hacerles saber a las chicas que su tío preferiría divertirse con algunas mujeres al azar que visitar a los únicos hijos de sus mejores amigos? Sabes que adoran a su tío Qrow ".

Cruzándose de brazos, Qrow se alejó de su amigo y en su lugar prestó atención a Summer, quien acababa de entrar a la sala de estar con dos platos grandes en la mano. Galletas y té, bendita mujer, pensó Qrow mientras tomaba una de las golosinas.

"Dale un respiro al pobre hombre, querida. Tuvo unas semanas muy largas", sonrió Summer mientras se sentaba en el sillón al otro lado de la mesa pequeña. "Hablando de eso, ¿por qué tardaste tanto Qrow? Esperábamos que regresaras hace casi una semana".

Qrow suspiró, metiendo una mano en el bolsillo de su camisa. "Decidí quedarme en Atlas por unos días más, ayudarlos con las secuelas y tal vez tratar de explorar las ruinas de la base de Merlot", sacando su Pergamino, Qrow pasó el dedo por la pantalla, buscando los archivos correctos. Tal vez no encontraron mucho, pero debería facilitar un poco la misión de Summer y Tai.

"Lidiar con las consecuencias de The Cure no fue nada divertido, déjame decirte eso. Aquellos que logramos curar podrían tener una mente humana nuevamente, pero en el exterior..." Qrow hizo una mueca y le entregó su pergamino a Tai. "Tener una característica animal es algo que la mayoría de Remnant ya acepta en Faunus, pero ¿esto? Esas personas literalmente tienen garras, armaduras o incluso partes del cuerpo que solo vemos en Grimm. Es un desastre en ciernes, realmente me da pena Jimmy ahora. Tiene que lidiar de alguna manera con esta mierda".

Cuando Tai respiró hondo y le pasó el pergamino a Summer, Qrow no se sorprendió cuando jadeó y una de sus manos voló a su boca. Esa era la reacción que esperaba de la mujer de buen corazón. Aunque cualquiera con al menos un poco de compasión en su corazón reaccionaría de manera similar. Después de todo, Qrow acaba de mostrarles una foto de una niña, de no más de diez años, que según Ironwood, se llevó lo peor con The Cure.

Era una cosa pequeña, tal vez un poco más alta que Ruby, y el mini-Verano apenas llegaba a la cintura de Qrow. Una máscara rota de color blanco hueso estaba adherida a su cabeza, extendiéndose por el lado izquierdo de su rostro. Los ojos carmesí, otro regalo de Merlot's Virus, miraban a la cámara, mientras su cabello casi como una pluma caía sobre sus hombros. Y eso es solo la cabeza, Qrow hizo una mueca, recordando las garras cortas y la cola de hueso de la niña que se agitaba perezosamente detrás de ella. Luego estaba la armadura de hueso endurecido que, según los médicos, cubría casi casi el cuarenta por ciento de su piel.