La evolución de Grimm

Capítulo 37

Chaos65: Hola!

Me tomó algo de tiempo, pero el siguiente capítulo está aquí. Disfrútenlo.

-------------------

Capítulo 37: La caída del león

—¿¡Qué significa esto!? —chilló Lionheart, alejándose de su escritorio—. ¡Qrow! ¡Raven! ¿Qué está pasando? ¿Quién es?

Incluso cuando el hombre me señaló, lo ignoraron. Qrow solo le dedicó una mirada antes de correr hacia la trastienda donde debería estar escondido el vidente Grimm. Mientras tanto, Raven y yo caminamos tranquilamente hacia el director, que tenía los ojos muy abiertos.

—Oh, Leo, Leo... —La mujer que estaba a mi lado chasqueó la lengua—. Pensaste que nadie se daría cuenta. Que estarías a salvo simplemente sentado aquí como si no hubieras hecho nada. Siempre supe que eras un cobarde (después de todo, hay que ser uno para reconocer a alguien), pero ¿hasta este punto? No puedo decir que no me sienta decepcionada.

Vaya, supongo que realmente ha cambiado si puede reconocer sus errores. ¡Genial!

Lionheart balbuceó mientras su silla chocaba contra la pared detrás de él. "¡No tengo idea de lo que estás hablando! ¡No puedes irrumpir así como así! ¿No tienes decencia? ¡Y Qrow! ¿Qué está haciendo?"

Lo que el hombre quería decir se interrumpió cuando se escuchó un fuerte estruendo en la trastienda. Todos miramos hacia la puerta justo a tiempo para ver a Qrow salir con una amplia sonrisa. El hombre Branwen asintió con la cabeza a su hermana y se apoyó contra la pared, feliz de poder simplemente mirar por ahora.

Raven sonrió y golpeó con las manos el escritorio del director. "Leo, viejo bastardo... ¿Ya has perdido tanto la audición? Te dije exactamente lo que pasó. Te cambiaste de bando. ¿Hay algo que quieras contarnos?"

Lionheart se puso rígido por un instante, pero todos lo captaron de todas formas. —¡Estás diciendo tonterías! —gritó, intentando sonar convincente—. ¿Yo? ¿Cambiar de bando? ¡Bah! ¡Todos se han vuelto locos!

Por su parte, Qrow se rió entre dientes. "¿En serio? ¿Entonces no fue un Grimm al que acabo de matar en tu trastienda?"

"¡No! ¡No! E-Era..."

—Ya basta de tonterías, Leonardo —gruñó Raven—. Salem te ha pillado, ya no hay forma de esconderse. Hay suficientes señales para demostrarlo: la vidente de tu oficina es solo una de ellas.

Lionheart gimió, intentando hundirse en su silla. "¡Hice lo que tenía que hacer! No lo entiendes. No te..."

—Cállate, desperdicio de espacio —siseó Raven, interrumpiéndolo de nuevo—. A nadie aquí le importan tus patéticas razones. Guárdalas para Ozpin y tal vez vivas.

Los ojos del director se abrieron de par en par y su postura se relajó un poco. "Me llevarás a Vale".

Aburrido de permanecer en silencio, di un paso adelante. —Lo haremos, pero todavía no —dije, uniéndome al lado de Raven—. Primero, tenemos algunas preguntas. No te importará responderlas, ¿verdad?

Cuando Lionheart vio las garras que sobresalían de mi manga, tragó saliva y sacudió la cabeza. "Hablo, lo juro".

—Ya veremos —murmuró Raven. La miré con expresión interrogativa, pero ella se encogió de hombros y miró a su hermano—. Qrow, llévalo al frente.

El hombre pateó el muro con el pie. "Con mucho gusto."

Lionheart volvió a chillar cuando Qrow agarró su silla y la arrastró junto con el traidor hasta el otro lado del escritorio. Ahora no había barreras entre nosotros. Todo lo que quedaba era hacer las preguntas importantes.