Capítulo 1: El Duelo de Estrellas

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Las Vegas, 1983

Jennie


La vibrante ciudad de Las Vegas me envolvía con su esencia deslumbrante y frenética mientras me adentraba en los oscuros pasillos del club nocturno Eclipse. El eco de mi nombre resonaba en mis oídos mientras caminaba con paso seguro hacia los camarines. Esta noche, como todas las noches, estaba destinada a brillar en el escenario y cautivar a la multitud con mi voz. 

El bullicio detrás de las puertas de los camerinos era ensordecedor. Rizos dorados flotaban en el aire, maquillaje exuberante se aplicaba meticulosamente en cada rostro y risas resonaban entre las conversaciones apresuradas. Me sumergí en mi propia burbuja, enfocándome en el ritual que había repetido tantas veces antes. Mis manos temblaban ligeramente mientras delineaba mis ojos avellana, realzando su brillo. La música distante de las presentaciones previas se mezclaba con los latidos acelerados de mi corazón.

En ese instante, el ruido se desvaneció y la puerta de mi camerino se abrió. Un murmullo expectante recorrió la habitación, pero yo apenas lo percibí. Mi mirada se clavó en el espejo, ajustando el último detalle de mi peinado oscuro mientras trataba de ignorar cualquier distracción que pudiera empañar mi actuación. Sin embargo, la sorpresa acechaba tras la puerta entreabierta.

—Jennie, escucha, hay una nueva integrante en el grupo de bailarines, se llama Lisa, una chica tailandesa, es increíblemente talentosa, deberías darle la bienvenida —dijo Jisoo, mi leal y fiel amiga, mientras intentaba captar mi atención.

Sus palabras flotaron en el aire, pero yo elegí no prestarles demasiada importancia. No tenía tiempo para ocuparme de nuevas integrantes o sus habilidades. 

Mis labios se curvaron en una sonrisa confiada mientras salía de los camarines, lista para enfrentar el escenario.

El telón se levantó, revelando un mar de luces parpadeantes y una audiencia ansiosa. Los primeros acordes de la melodía llenaron el ambiente y me adentré en mi mundo, dejando que mi voz se elevara, deslizándose por cada rincón del escenario. Sin embargo, algo en la atmósfera había cambiado. Los ojos de todos estaban fijos en otro lugar, en otra persona.

Mi mirada se desvió por un instante y encontré los ojos verdes de la nueva bailarina, Lisa. Su presencia parecía magnetizarme, pero no me permití distraerme. No, no podía permitir que su talento eclipsara mi propio brillo. Continué con mi actuación, con cada palabra y cada nota, luchando por mantener el control.

Al finalizar mi presentación, el aplauso retumbó en mis oídos, pero su tono no era el mismo de siempre. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda cuando vi cómo las miradas de admiración se dirigían hacia Lisa, quien había tomado su lugar en el centro del escenario, lista para demostrar su destreza en el arte de la danza. Un nudo se formó en mi garganta, amenazando con ahogar mis emociones.

Mis ojos se encontraron con los de Lisa por breves segundos, y en ese instante, una extraña corriente eléctrica recorrió mi cuerpo. Pero me negué a aceptar que ella si tenía talento. En su lugar, dejé que el odio se apoderara de mí, enredándose en cada fibra de mi ser. Era mi territorio, mi trono, y no voy a permitir que nadie lo usurpara.

Me adentré en la multitud que celebraba a Lisa, buscando Jisoo y a Rosé, la mesera del club. Necesitaba a alguien en quien confiar, alguien que compartiera mi descontento. Me acerqué a ellas con la determinación de una reina en su dominio.

—¡Eh, chicas! ¿Qué piensan de nuestra nueva incorporación? —dije, mi voz teñida de desdén.

Jisoo arqueó una ceja, mirándome con curiosidad mientras se ajustaba los lentes oscuros que siempre llevaba.

NEON HEARTSWhere stories live. Discover now