Cellbit
Querido Cellbit, no sabes lo que causas en mi, no pude dejar de pensarte en toda la noche, simplemente no entiendo como existe alguien tan perfecto como tu. Todos son estúpidos comparados a tu lado, quisiera que nadie más te mirara como lo hago yo, me da miedo la idea de que alguien te arrebate de mis manos, haces que mi cabeza nunca se quede callada, todo lo que escucho es esa pequeña pero ruidosa voz hablando sobre ti, sobre todas las cosas enfermas que me gustaría hacer contigo.
¿Que se siente que me gustes tanto?.
Cellbit tardo en procesar todo lo que esas palabras significaban, todavía le parecía irracional que alguien fuese tan raro, que estuviese tan obsesionado. Si esto resultaba ser una broma se encargaría de golpear a la persona que se encontraba detrás de esto.
Se dispuso a dirigirse hacia su clase, su respiración era pesada y sus pasos lentos, de algún modo esta carta le había causado más pavor que las anteriores, no sabía si debía de hablar con quackity sobre esta última carta, aún tenía esperanza de que solo se tratase de una pesada broma, pero ¿Y si no lo era? ¿Y si está persona podía hacerle daño? ¿A qué se refería con cosas enfermas? ¿Que quería hacer con el?
Cellbit de pronto sintió que se asfixiaba, todos los estudiantes en el pasillo y sin escapatoria, empezó a entrar en pánico
¿Cellbit estás bien? - bajo su mirada para encontrarse con Roier, tenía una nueva sudadera roja que hacía resaltar sus mejillas ruborizadas ¿Tendría fiebre? - vamos a la enfermería - se encontraba tan perdido en sus pensamientos que no se percató cuando el castaño ya lo estaba haciendo caminar, sus manos delgadas se sujetaban fuerte al brazo de Cellbit, de una forma protectora, reconfortante, realmente lo agradecía.
-No Roier, no es necesario, solo necesito tranquilizarme - dijo entrecortadamente
El castaño detuvo sus pasos e intentó ayudar a Cellbit, sus ojos parecían perdidos, observando a cada estudiante pasar fugazmente, apresurados por llegar a sus clases a tiempo, Roier repentinamente tomo su cara y la dirigió hacia el
-Concéntrate solo en mi Cellbit, respiremos juntos - Siguió sus instrucciones, la forma en que respiraba Roier, concentradose en la forma en que sus ojos cafés tenían pequeñas manchas verdes, casi imperceptibles
Pronto dejó de pensar en todo lo malo
-Me encuentro mucho mejor - dijo casi en forma de susurró, sonriéndole al más bajo - gracias Roier, fuiste de gran ayuda
Roier pronto dió una sonrisa boba con sus mejillas completamente enrojecidas - No es nada Cellbit - empezó a jugar con su cabello mientras se encaminaba hacia su salón de clases
- No, de verdad, déjame agradecerte correctamente
Roier detuvo su paso y presto mayor atención
-¿Cómo sería eso Cellbit? - lo miro atentamente bajo sus pestañas
-Tu solo dime si hay algo qué pueda hacer por ti - mencionó el ojiazul - excepto hacer tus tareas
Roier dió una pequeña risa y asintió
-¿Puedo quedarme a dormir en tu casa? - fue directo - está bien si no te parece, puedes hacer cualquier otra cosa por mí, como comprarme el almuerzo o...
-No, eso estaría perfecto ¿Por qué tendría algún problema? - se apresuró a interrumpir - somos amigos ¿No?
Roier se quedó en silencio un momento, uno que le pareció un tanto incómodo a Cellbit, pero este rápidamente asintió animadamente - Claro que si Cellbo, somos amigos
-¿Cellbo? Nunca me habían llamado así jaja
-Pues entonces yo lo haré de ahora en adelante, no lo olvides. - Roier volvió a caminar en dirección a su clase, sin darse cuenta eran los únicos que quedaban en el pasillo, así que tenían que apresurarse. De alguna forma Cellbit sentía que el tiempo se pasaba volando junto a Roier, a veces parecía que Roier encontraba la forma en que Cellbit solo prestará especial atención hacía el.
Era algo... ¿Raro?
Este es mi regalo de navidad, felices fiestas.

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Will you be mine
FanfictionCellbit no deja de recibir cartas de amor por parte de una persona desconocida, todas las palabras dulces lentamente se convierten en oscuras confesiones.