Un ángel solo para mi ~Hawks x tu~ ♡

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Noah

Desperté debido a los rayos de sol que entraban por la ventana y se reflejaban en mi cara, no recordaba que había pasado, ¡¿donde rayos estaba?! Mire mis manos y estaban vendadas, rápidamente me incorpore en la cama, definitivamente ese NO era mi cuarto.

¿Y como llegaste a esa conclusión genia? ¿Te costo mucho? Pobre de ti.

¡¿Ya empezamos?! ¡dejame levantarme mínimo!

 Me destape y vi que estaba utilizando un camisón que no era mio, los recuerdos de los sucesos que habían ocurrido hace unas horas llegaron a mi cabeza como flechas, me levante de la cama mareandome en el proceso pero luego de pararme y estabilizarme unos segundos, salí del cuarto. Había una mujer de cabello blanco dada vuelta cantando "Una Mordidita" de Ricki Martín mientras cocinaba lo que parecían ser hotcakes. Fui despacio pero al estar un poco mareada choque contra una mesita en la cual había un florero el cual hizo ruido haciendo que la mujer se diera vuelta y se diera cuenta de mi presencia.

*Palmface* a veces dudo mucho de tu inteligencia.

—Oh, hola, veo que despertaste! —dijo la mujer en un tono alegre, bajando un poco el volumen de la música que tenia puesta en el televisor de la sala.

—¿Quien eres? —Pregunte algo asustada, me puse en una posición defensiva disimuladamente.

—Cierto, no me presente, mi nombre es Rumi Usagiyama, mi nombre de heroína es Mirko —dijo amablemente la chica.

Todavía estaba asustada y ahora algo extrañada. Hasta que algo hizo click en mi cabeza. ¡Claro! la había visto en tele hace poco, la novedad es que ella y su compañero formaron una empresa al año de graduarse y ya estaban en el top 10, es la nueva heroína.

"Nueva" por favor Noah, hace un año trabaja de heroína esta mujer, tu lo acabas de decir.

¿Callate quieres? ¿Por que tienes que estar de insoportable tan temprano?

—Emmmm... ¿Estas bien? —Pregunto Mirko haciéndome salir de mi trance.

No, estoy discutiendo conmigo misma, porque estoy LOCA.

Ya no te aguanto.

Sacudí mi cabeza para despejarla y sonreí mirándola —Claro, un gusto Mirko, mi nombre es Noah Lucero.

Poco a poco su sonrisa fue despareciendo para transformarse en una mueca triste —Oye... yo se que no es de mi incumbencia... pero  ¿Puedo preguntar que fue lo que paso? por como te encontré digo.

Mi sonrisa se diluyo por completo y desvié la mirada, no me gustaba hablar de mis desgracias, tenia una vida de mierda y lo sabia, pero no quería compartirla con los demás, no quería su pena, jamas se lo había contado a nadie, solo a Bakugou, e incluso se lo conté hace unos días, luego de un año de conocernos. Me sentía en deuda con Mirko, si no fuera por ella estaría muerta por desangramiento en un callejón sucio de Japón.

Aunque esa era mi intención.

Le conté lo de mi abuela, omití la parte de mis padres y el abuso dejándolo como un "Accidente de carro".

Cuando termine el relato el café iba por la mitad y los hotcakes apenas habían sido tocados. Ella me abrazo fuerte. No quería volver a casa. A la soledad, no quería enfrentarme a que no habría nadie esperándome. Oficialmente me había quedado sola, pero no quería afrontarlo aun.

Mirko parece haber sacado la misma conclusion al preguntarme si no tenia mas familia.

Entonces dijo algo que no me esperaba —Oye Noah... ¿y... si... te vienes a vivir conmigo? digo, yo tengo un departamento grande con varias habitaciones, imagino que tu no querrás volver a esa gran casa sola, podrías trabajar conmigo en la empresa y así pagarías la renta