𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐎𝟏: 𝐋𝐞𝐢𝐥𝐚𝐧𝐲

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▭𝅼▬࣪▭𝅼▬ׄ▭ ꒰🌼꒱ ▭𝅼▬࣪▭𝅼▬ׄ▭𝅼

Louis tenía a la pequeña Leilany sentada entre sus piernas, los demás cachorros le estaban rodeando, dibujando sobre hojas de papel.

—Entonces, si mezclas el color amarillo con el azul se vuelve verde, ¿viste? —estaban pintando con sus pequeños dedos, la pintura no era tóxica para ellos, pero de todas formas miraba que no se fueran a meter los dedos en su boca.

Leilany solo miraba curiosa a los demás cachorros, nunca había estado rodeado de tantos y le daba un poco de miedo hacerlo, por eso no se separaba de él.

De vez en cuando, Louis acariciaba a la pequeña para hacerle saber que no se había olvidado de ella. Sonreía cuando la escuchaba ronronear ante sus toques tranquilos.

—¡Lou Lou, mira! —la pequeña Karime de cinco años le mostró orgullosa su dibujo. Los había puesto a dibujar frutas y ella había hecho unas uvas.

—Oh, qué lindo, Karime, ¡se ven deliciosas! —Louis sonrió cuando vio el pecho de la pequeña hincharse con orgullo.

Miró al pequeño Karlo, quien estaba mirando su dibujo con una expresión insegura, sonrió ante eso. Karime y Karlo eran hermanos gemelos, pero muy diferentes entre sí, mientras una era más confiada y decidida, el otro era muy tímido e inseguro.

—Karlo, ¿me muestras tu dibujo? —preguntó y vio como el pequeño dio un salto en su puesto, lo miró y después a su dibujo, al final terminó mostrándolo— Es tan bonito, ¡es una deliciosa piña!

Karlo se sonrojó y le sonrió, estaba más alegre y miraba su dibujo más orgulloso. Los demás cachorros también le mostraron sus dibujos y al final cuando todos terminaron de hacer sus dibujos lo puso en un mural, así todos podían verlos.

—¡Es hora de la merienda y una siesta! —eso era algo adorado por los pequeños, quienes se fueron corriendo hasta donde estaba el baño para lavarse las manos.

Louis puso a la pequeña Leilany en su pecho. Tenía una cangurera para cachorros, así que se le hacía más fácil hacerlo. Ella solo tenía su chupón en la boca y miraba como ayudaba a limpiar a los demás.

Después fueron por sus loncheras y se sentaron a comer. Louis calentó un poco el biberón de Leilany para dárselo, ella lo recibió gustoso como si estuviera acostumbrado a él.

Era algo raro, pero supuso que ya le habían enseñado para poder venir a la guardería y que comiera sin mucho inconveniente. Al terminar de comer, varios cachorros estaban dormitando, los acomodó en sus futones y los arropó.

Mario siempre era el último en dormirse, pero después de un pequeño cuento siempre lo hacía. Louis tuvo que acostarse con Leilany en un futón, al parecer ella no quería apartarse de él y no tuvo más remedio.

—Al fin se durmió —susurró viendo a la pequeña dormir tranquila junto a los demás cachorros, el aire acondicionado mantenía un ambiente fresco y no se preocupaba por el calor que podrían tener.

—¿La nueva te ha dado problemas? —Louis miró hacia la puerta del salón, allí estaba Taylor, era el Omega encargado de la guardería.

—Hmm, no. Estuvo tranquila todo el día, no ha llorado casi nada —murmuró cuando se acercó al mayor. Era mejor hablar lejos de los pequeños, así no los molestaría.

—Tendrás algo para hacer que los cachorros te amen a la primera, Styles dijo que no le gustaban muchos los extraños y por eso podría dar problemas —Taylor era alguien mayor, bastante. Le gustaban mucho los cachorros, por eso había fundado el lugar.

¿𝐌𝐚𝐦á? [𝐋.𝐒]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora